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VIII Congreso de LAB

LAB gana en cohesión tras un debate marcado por la ausencia de Rafa Díez

El sindicato LAB cerró ayer su VIII congreso en Barañain. Lo hizo arropado por el FSM, la izquierda abertzale y con un emplazamiento a ELA para seguir adelante con la unidad de acción para plantar cara al ataque neoliberal. Ainhoa Etxaide sale reforzada de una cita en la que se recordó sentidamente a Rafa Díez. El equipo de la secretaria general tiene pocas caras nuevas, pero es joven. La central se reafirma en su línea de acción, que prioriza el compromiso y la lucha.

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Aritz INTXUSTA |

No es común para un sindicato afrontar una cita de tanto calado como el VIII Congreso de LAB con un ex secretario general en la cárcel. La ausencia de Rafa Díez afectó al Congreso, pero solo como acicate para reafirmar posiciones y ganar en unidad y determinación. Con su carta del primer día, los militantes cerraron filas y, ayer, la exigencia de la libertad de Díez y del resto de presos vascos fueron una constante que estuvo no sólo en la boca de la renovada dirección, sino también en la de los invitados. El congreso no ha traído caras nuevas y tampoco marca un cambio de rumbo significativo. En gran medida, se trató de un acto de consolidación para seguir una línea clara y mirar hacia adelante desde la «credibilidad de la trayectoria» que ha tenido LAB.

Ainhoa Etxaide, que recibió las riendas del sindicato de manos de Díez, ha conseguido un refrendo para otros cinco años, así como la aprobación casi unánime de las dos ponencias que se presentaban. La secretaria general avanzó que los tiempos que vienen serán duros, pero también trascendentales para el devenir de los trabajadores vascos. Y LAB muestra una firme voluntad de participar en las decisiones que hay que tomar. «Hay alternativas y se tiene que escuchar nuestra voluntad», sostuvo en su discurso final Etxaide, que ve necesario salir de esta crisis sistémica «como pueblo y como clase trabajadora», sin injerencias de los Estados. «Vamos a construir un estado socialista vasco», aseguró la líder de LAB. La dirigente se mostró pesimista, pero a su vez confiada de que su equipo, con rostros muy jóvenes, sabrán estar a la altura.

Etxaide -que celebró la legalización de Sortu, como un paso más que afianza el nuevo ciclo político- aseguró que el siguiente paso debe darse en la política penitenciaria. El sindicato quiere un papel protagonista para los presos en el nuevo tiempo y, para ello, exigió que los presos «vuelvan a casa». Asimismo, la secretaria general afirmó que Sortu también será un instrumento que impulsará el nuevo ciclo y, por tanto, un aliado estratégico para el sindicato abertzale.

Unidad de acción «necesaria»

LAB ha decidido que necesita de apoyos si quiere ser efectivo en su lucha contra la ofensiva neoliberal y en favor de la soberanía. La elección de los intervinientes da pistas sobre la dirección de esta estrategia de alianzas. Los invitados que tuvieron la palabra en la segunda jornada fueron la Federación Sindical Mundial (organización internacional en la que está incluido LAB y que cuenta con 82 millones de afiliados), la izquierda abertzale y ELA.

El papel de ELA en la nueva etapa se antoja clave para LAB y, en su discurso, Etxaide apostó por mantener una unidad de acción que fortalezca la mayoría sindical vasca. «LAB está dispuesto a compromisos claros y fuertes para construir esa alianza», aseguró la líder del sindicato abertzale. Etxaide volvió a solidarizarse con los mineros asturianos, dejando claro que no hay que abandonar Euskal Herria para ver luchas obreras «ejemplares» como la de Inasa en Irurtzun.

Por su parte, Adolfo Muñoz, secretario general de ELA, comparte la necesidad de trabajar en dinámicas de unidad. «Defendemos la alianza del sindicalismo vasco para trabajar en el ámbito sindical, social y político. Antes era necesario, pero hoy resulta imprescindible», afirmó Muñoz, que también reconoció la fortaleza del enemigo. Habló de un futuro negro y convulso, y reivindicó la soberanía como el camino para sacudirse la lacra d unos políticos que han establecido un «acuerdo blindado» con el poder económico. ELA se niega a «dar por buena» una situación en la que los gobiernos de Euskal Herria tienen cada vez «menos margen para llevar a cabo políticas de izquierda».

Intervención de Ugarteburu

La izquierda abertzale, así como las formaciones presentes en Amaiur y Bildu EH estuvieron presentes en el acto con sus líderes más destacados. Finalmente, la intervención quedó en manos de Maribi Ugarteburu, que lanzó un mensaje en positivo frente la crisis capitalista. «Hay salida, pero no lloverá del cielo. La alternativa de las clases populares y trabajadoras de este pueblo, la soberanía como herramienta para la transformación social, la hemos de conseguir codo con codo», afirmó.

Ugarteburu aseguró que la crisis no ha surgido de la nada y dijo que es tiempo de pedir responsabilidades a los políticos que han mantenido una postura servil ante los abusos del capital. «El servilismo político se llama PP, UPN, PSE, PSN y PNV y huele a rancio», proclamó. La representante de la izquierda abertzale dijo que quienes han provocado la crisis y «han saqueado todo lo público» buscan adormecer la contestación social. «Nos quieren resignadas, con vértigo y miedo. Se equivocan. Se equivocan, porque hay salida», sentenció antes de terminar anunciando que «ahora es el momento, construyamos juntos, los trabajadores y el pueblo, una nueva Euskal Herria».

La Federación Sindical Mundial

Valentín Pacho, de la FSM, denunció la represión que sufre el sindicato LAB y defendió que el encarcelamiento de Rafa Díez quita la careta a Europa, pues muestra que no se respentan los derechos humanos. Así, entroncó su encarcelamiento con la represión que viven los sindicalistas y los defensores de los derechos humanos a nivel mundial. La FSM exige su liberación inmediata. «La cárcel es para los banqueros y no para los sindicalistas», sentenció Pacho. Además, recordó que la FSM ha sido presionada por sindicatos españoles para que no aceptara a LAB, pero que ahora la central vasca es un miembro respetado de la federación. Al inicio de la sesión, intervino Nguyen Van Ngang, el vicepresidente del sindicato vietnamita VGCL, cuya innovación en formas de trabajo está siendo ahora referencia entre los sindicatos comunistas.

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