Los integrantes de la plataforma contraria a la línea de alta tensión Itsaso-Deikaztelu entregaron ayer en un escrito en el Gobierno navarro para denunciar que la presidenta, Yolanda Barcina, no se ha reunido con este colectivo que agrupa a 228 entidades locales, 169 de ellas navarras, pero sí ha mantenido contactos con Red Eléctrica de España, la empresa promotora de este proyecto.

Alberto Frías, portavoz de la plataforma, explicó que pidieron reunirse con Barcina durante el período en el que Red Eléctrica de España ha tenido que presentar una nueva planificación eléctrica teniendo en cuenta la actual situación económica y las expectativas de consumo. Barcina alegó «problemas de agenda» para no reunirse con la plataforma, que sí ha sido recibida en el Gobierno de Lakua y la Diputación de Gipuzkoa.

«El Gobierno navarro tiene las puertas cerradas para los ayuntamientos navarros y la ciudadanía y abiertas a las empresas especulativas», destacó Frías.

«No estamos dispuestos a que se sacrifique el territorio, el futuro, en nombre de la capitalización de unas empresas que en plena crisis, como Iberdrola, han declarado los mayores beneficios de su historia o como Red Eléctrica de España, que ha declarado en el último trimestre beneficios superiores al 18% respecto al año anterior», añadió Frías, que subrayó que «esto es lo que está detrás de este proyecto».

«El Gobierno de Navarra, sin siquiera escuchar a la parte afectada y a sus propios ayuntamientos, ha dado el visto bueno a la nueva planificación del proyecto Itsaso-Dicastillo. Se ha puesto en manos de un proyecto que tiene que ver más con la nueva burbuja eléctrica que con nada que tenga que ver con el suministro de las zonas que atraviesa», insistió Frías, que recordó que la línea de alta tensión va en contra de todas las inversiones en desarrollo sostenible que se han realizado en las localidades afectadas por la línea de alta tensión.

El Consejo de Ministros del Gobierno español deberá decidir ahora si acepta la nueva planificación presentada por Red Eléctrica de España, con el visto bueno del Gobierno navarro. «Tiene todos los visos de estar ya bastante negociado, por lo que se aprobará», lamentó Frías.¡