El movimiento Eleak denunció ayer que comisiones de fiestas, asociaciones culturales y diferentes comparsas «están siendo perjudicadas o enjuiciadas por el mero hecho de mostrar su solidaridad con los presos políticos vascos». Por ello, denunció el «goteo constante» de sentencias contra todas aquellas personas que mostraran su solidaridad, como Julen Orbea, hostelero del Casco Viejo bilbaino condenado a un año de prisión el pasado mes de junio.

Para el movimiento ciudadano, la solidaridad «tiene que ser un valor en alza», ya que «cada vez más gente en Euskal Herria, incluso el Gobierno de López, apuestan por el acercamiento».

En este contexto, volvieron a mostrar el símbolo de la matrioska -muñeca rusa- para «que dé cabida en su vientre a todos los afectados».