La opositora birmana Aung San Suu Kyi lanzó un llamamiento para la protección de los derechos de las minorías étnicas del país en su primer discurso en el Parlamento, aunque no hizo ninguna alusión concreta a las minorías musulmanas, entre ellas los rohingya, discriminados históricamente. Ello le valió numerosas críticas.

«Para convertirnos en una auténtica unión democrática con los mismos derechos y respeto mutuo pido a todos los miembros del Parlamento que debatamos sobre las leyes necesarias para proteger la igualdad de derechos de los grupos étnicos», dijo.

La premio Nobel de la Paz tomó la palabra en el Parlamento para apoyar una propuesta de ley de protección de los derechos de las minorías étnicas de un diputado del Partido por la Solidaridad y el Desarrollo de la Unión, en el poder.

Recordó que los niveles de pobreza en los estados donde viven estas minorías son superiores a la media nacional y que su desarrollo económico «no es satisfactorio».

Las minorías representan un tercio de los 60 millones de habitantes de Myanmar y, desde la independencia del país, en 1948, existen grupos que luchan contra el Gobierno. Algunos representantes de estas minorías consideran a Suu Kyi como parte de la élite de la etnia mayoritaria birmana, una imagen que ella intenta disipar desde hace varios meses con un discurso favorable a la unión.