GARA > Idatzia > Kultura

Udate

«Solo entre nosotros» traslada la división balcánica a un desaforado folletín familiar

M.I. | DONOSTIA

El veterano cineasta croata Rajko Grlic empezó haciendo cine dentro de la antigua Yugoslavia, justo a la vez que Emir Kusturica. Desde finales de los 70 ha ido desarrollando una filmografía que refleja el conflicto balcánico, y prueba de ello es su reciente trabajo «Karaula», presentado hace seis años en el Festival de Cine de Donostia, y que reconstruía con humor un episodio histórico ocurrido en un puesto militar fronterizo, que casi desataba una guerra con Albania.

En «Solo entre nosotros» también hay toques de comedia, aunque lo que predomina es el melodrama familiar en su vertiente más desaforadamente folletinesca. Para el realizador es un lenguaje hiperbólico que le permite hablar de la división balcánica, que trasladada al ámbito doméstico se convierten en un «juntos y revueltos». Las relaciones de dos hermanos, interpretados por Miki Manojlovic y Bojan Navojec, se complican por sus líos con las mujeres, hasta el punto de que sus respectivos descendientes no tienen muy claro cuál de ambos es su verdadero padre.

Pese a las tensiones que un parentesco tan entremezclado genera, siguen siendo hermanos y se mantienen unidos como un grupo heterogéneo e informal.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo