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atletismo Quinta jornada

Y no querían dejarle correr

Taoufik Makhloufi, que fue recalificado a última hora de ayer para la final de los 1.500 metros, se colgó el oro tras un durísimo ataque al paso por contrameta en la última vuelta. Pearson en 100 vallas, Ukhov en altura y Robert Harting en peso, también estrenan oro.

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Jon ORMAZABAL-Miren SÁENZ

Sebastian Coe respira un poco más tranquilo, su gesta sigue intacta. «Sus Juegos» no le traicionaron y, por lo menos durante otros cuatro años, seguirá siendo el único atleta capaz de repetir oro en los 1.500, la prueba estrella del medio fondo. El que ya tiene heredero es Noureddine Morceli, después de que Taoufik Makhloufi recuperara la presea dorada para Argelia 16 años después, cuando todos los pronósticos apuntaban a Kenia.

Pero la de ayer era una jornada reservada a aquellos que nunca habían logrado saborear lo más alto del podio en unos Juegos y Sally Pearson en los 100 metros vallas, Ivan Ukhov en altura y Robert Harting se estrenaron en estas lides, dando con sus celebraciones un toque simpático a otra gran jornada de atletismo.

La victoria de Makhloufi en el 1.500 resultó doblemente brillante. Primero porque, siguiendo el guión que había empleado en las series y en semifinales, nadie fue capaz de seguir su estela tras el seco y mortífero ataque que soltó al paso por la contrameta en la última vuelta. Fueron 300 metros bestiales en los que los principales perjudicados fueron los keniatas, que soñaban con el triplete y que ni siquiera probaron chapa. Asbel Kiprop, que con la mejor marca del año aspiraba a repetir oro, se vio fuera de carrera demasiado pronto -fue último- y sus compañeros Chepseba, decimoprimero, y Kiplagat, séptimo, completaron el fiasco de la delegación africana. El estadounidense Leonel Manzano y el marroquí Abdalaati Iguider completaron el podio.

Pero es que, el triunfo de Makhloufi es todavía más especial si tenemos en cuenta que ayer al mediodía había sido excluido de esta final por entender los jueces de la IAAF que no se había esforzado lo suficiente en su serie de 800, de la que se retiró al poco de comenzar. La delegación argelina presentó unas pruebas médicas que, viéndole correr ayer, parece que tenían mucho más que ver con que las semifinales de 800 se disputaban poco antes de la final de 1.500 que molestias reales. Pero fueron aceptadas y bien que las aprovechó el argelino para sumar el oro, tras ofrecer todo un recital en la última vuelta.

Sally Pearson alcanzó el único títlulo que le faltaba. Campeona mundial al aire libre en Daegu y bajo techo en Estambul, atendiendo a su trayectoria, con dos derrotas en dos años, su oro era el mas predecible si no fuera porque en los 100 metros vallas nunca se puede dar nada por seguro. Llovía intensamente sobre el estadio, soplaba viento en contra de -0,2 m/s y aún así salió como una centella para incluso batir el récord olímpico (12.35), que duraba desde Atenas y era de la jamaicana Brigitte Foster-Hylton, abatida entre lágrimas tras fallar en las series.

La mejor atleta femenina del 2011 es una mujer regular que acapara los seis mejores cronos de la temporada. Fue una victoria apretada, por dos centésimas, y ella esperó a confirmarlo en el vídeo marcador antes de dar nada por sentado. Su grito de alegría resonó sin altavoz para abrazarse a una expresiva Dawn Harper, feliz pese a bajar un escalón agarrada a la aussie para después hacerse el paseillo de entrevistas con su compatriota Kellie Wells, el bronce.

Desde las semifinales, los 1oo metros vallas estuvieron preciosos, tanto que Lolo Jones entró en la final justo y por tiempos. Dawn Harper, eso sí, defendió su condición de campeona olímpica a cara descubierta. La atleta, posicionada contra la norma 40 -que prohíbe a deportistas, técnicos y demás miembros del equipo ser utilizados con propósitos comerciales- dice que eso es censura.

Ayer se quitó el esparadrapo de la boca con el que hace unos días colgó una imagen en su twitter y corrió para dominar la primera semifinal con unos buenos 12.46, mejor marca personal. En la segunda respondió Sally Pearson hasta los 12.39 y Wells encabezó la tercera serie con 12.51. Menos de dos horas después, las tres integraban el podio. Sin gran premio una vez más se quedó Lolo Jones. Siempre presente y esta vez cuarta. Hace cuatro años la última valla le privó del oro cuando encabezaba la carrera. Entonces, en la capital china Harper fue primera, Pearson, segunda y la estadounidense, séptima.

Por fin disfruta al aire libre

El atleta ruso Ivan Ukhov, que se hizo famoso para el gran público en 2008 por presentarse a competir en el meeting de Laussanne seriamente perjudicado por el alcohol -el vídeo es uno de los más vistos en youtube-, pudo por fin volver a acaparar la atención, esta vez por una brillante actuación deportiva en el concurso de salto de altura.

Ukhov, en posesión de un título mundial y otro europeo en pista cubierta, conquistó su primer oro al aire libre al ganar la final olímpica con una marca de 2,38 y una ventaja de cinco centímetros sobre el estadounidense Erik Kynard. La medalla de bronce estuvo más repartida que nunca, tres atletas, el catarí Mutaz Essa Barshim, el canadiense Derek Drouin y el británico Robert Grabaz -campeón de Europa- empataron en 2,29.

Ukhov, un atleta imprevisible pero de calidad acreditada, parecía haber encontrado este año la solidez que le faltaba al aire libre. Su salto de 2,39 en los campeonatos nacionales figura al frente de la lista mundial de la temporada, de ahí que partiera como favorito. El defensor del título, el ruso Andrey Silnov, que este año había saltado 2,37, no pasó de 2,25 y terminó en duodécima posición.

Liu se vuelve a romper

Por la mañana, en las 110 vallas masculinas saltaba la noticia negativa. Por segunda vez en su vida el talón de Aquiles de Liu Xiang le jugó una mala pasada en el momento más inoportuno. Esta vez no era el héroe nacional, como en el Nido de Pájaro pequinés cuando se trataba de defender el título olímpico de Atenas ante 90.000 espectadores atentos a cada no de sus movimientos. Ayer seguía siendo uno de los mejores vallistas del planeta cuando inició su serie, se rompió y ni siquiera pudo superar el primer obstáculo. Sus adversarios le ayudaron a salir de la pista.

La escena no tuvo el dramatismo de Beijing porque no era en su casa ni ante la mirada de 1.300 millones de compatriotas y sobre todo porque se veía venir e incluso era una posibilidad anunciada. Su entrenador Sun Haiping avanzó a su llegada al aeropuerto de Heathrow su preocupación ante el dolor que acompañaba al primer campeón olímpico del gigante asiático en ese talón del que fue operado a finales de 2008. El que fuera plusmarquista en 2006 y campeón mundial en Osaka'2007 era uno de los favoritos.

Los comentaristas de la televisión estatal china dieron la noticia entre lágrimas al tiempo que pronosticaban una posible retirada. «Si un deportista no tiene pies es como si un guerrero no tiene armas», señaló entre sollozos Yang Jian, habitual comentarista del canal deportivo CCTV-5.

Bolt, que andaba por el estadio cuando se produjo la caída, opinó que «es muy duro para él, porque es uno de los mejores. Debe ser muy complicado porque le ha ocurrido por segunda vez consecutiva, pero es un gran atleta y una de las cosas más maravillosas es que puede volver», apuntó el jamaicano.

Gajes de las vallas, que han afectado también a otros grandes de la disciplina. El cubano Dayron Robles, actual plusmarquista mundial y oro en Beijing' 2008, ha sucumbido a idéntico mal. El de Guantánamo llega con ansias de victoria tras la descalificación sufrida en Daegu al rozar con su mano a Liu.

Sus 13.18 le sitúan por detrás de los norteamericanos: Aries Merritt (12.93) y Jason Richardson (12.98), el mismo que sacó partido de su descalificación para colgarse el oro en el podio surcoreano. Liu ocupaba el segundo lugar de la lista mundial con 12.97. Se ha perdido otra carrera, los demás estarán hoy en la semifinal e igual en la final.

Schwazer se confiesa también en la prensa

Ni lo ha negado, ni ha pedido el contraanálisis. Alex Schwazer, campeón olímpico en Beijing en 2008 en los 50 kilómetros marcha, ha sido el atleta más afamado excluido por dopaje y ahora se retira. Cuenta los detalles en una entrevista publicada ayer en "La Gazzetta dello Sport". El italiano explica que consumió EPO a mediados de julio mientras se entrenaba en Oberstdorf y que lo hizo sin ayuda de nadie y a espaldas de su entrenador.

Schwazer tomó ese camino porque «quería más. Tenía delante las carreras de los 20 y los 50 kilómetros olímpicas, quería ser más fuerte, ir más rápido. Lo que logré antes lo hice de modo limpio, lo juro», aseveró el atleta italiano, que comenzó a decidirse en el Mundial de Daegu «cuando los rusos me dijeron que usaban esas cosas». Schwazer insiste en que su carrera se ha acabado. Lo confieso todo. He engañado a un montón de gente, a familiares, amigos que me han ayudado en todos estos años. He traicionado la confianza de aquellos que me quieren. Me da vergüenza volver a casa de mis padres. Nunca volveré a competir», insistió.

No hay día en Londres que no aparezcan noticias relacionadas con el uso de sustancias prohibidas. Ayer la prensa marroquí se cebaba con la exclusión de sus tres mediofondistas. «Es una verdadera catástrofe nacional que ha empañado la imagen de marca y la excelente reputación de Marruecos en esta disciplina», apunta en su editorial el periódico "Attajdid". Otros lo tachan de escándalo y piden que rindan cuentas. Desde los años 80 el atletismo magrebí vivió una época dorada con Said Auita, Nawal al Mutawakil o El Guerrouj, atletas de récords y de medallas. GARA

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