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UPN dice que no hay dinero en las arcas navarras y que es necesaria una reforma fiscal

La vicepresidenta económica navarra, Lourdes Goicoechea, admite que «no hay un duro». Su única salida pasa por la reforma fiscal, que avanza que será «impopular», por lo que es complicado que alguien la apoye. UPN parece apostar por no gravar demasiado rentas altas.

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Aritz INTXUSTA | IRUÑEA

La número dos de Yolanda Barcina, Lourdes Goicoechea, reconoció ayer que se encuentra en un callejón sin salida desde un punto de vista económico. La consejera de Economía fue tajante: «No hay dinero». Y UPN tampoco es capaz de generarlo, porque está demasiado solo como para sacar adelante una reforma fiscal. Por tanto, intenta ahora buscar nuevos acuerdos con «pilares sólidos» para hacer frente a las arcas vacías.

Goicoechea acudió al Parlamento a dar cuenta del recorte de 132 millones que llevó al fiasco el gobierno de coalición en menos de un año. El estallido del pacto UPN-PSN acabó también con la dimisión de Álvaro Miranda y esta era la primera vez que su sustituta lidiaba con esta polémica. La vicepresidenta económica apostó por un discurso de máximos, argumentando que será necesario un pacto que habilite la reforma fiscal o la falta de liquidez puede dar al traste con el actual estado del bienestar.

Sin embargo, UPN es el partido que menos quiere desvelar sus cartas sobre hacia dónde debe mirar la reforma fiscal. Bildu y NaBai han puesto ya sobre la mesa sus propuestas y el PSN apunta, pero no termina de concretar. De momento, solo cabe intuir por dónde irán los tiros a través de expresiones ambiguas, pero parece que UPN camina justo en la dirección opuesta de Bildu. «Sin un tejido industrial fuerte que conlleve un aumento de la recaudación, el sistema no se sostiene, no hay dinero para pagarlo», señaló la vicepresidenta. Esto hace pensar, por tanto, que lo que tiene en mente UPN no es gravar a las rentas más altas, ya que, según su ideología neoliberal, son las generadoras de empleo y las que dinamizan el tejido industrial. Goicoechea también auguró que algunas de las medidas serán «impopulares».

En cuanto al recorte de 132 millones, UPN continúa sin mojarse y retrasando el problema. Según la vicepresidenta, el tijeretazo «se irá materializando a lo largo del año según necesidades». Dice que hay partidas intocables, como Educación, Sanidad y subsidios, pero también sus políticas de vivienda y el TAV.

A la vista, únicamente recesión

Las previsiones de crecimiento que maneja el Gobierno ahondan en la recesión. El PIB caerá el 1,5% en Nafarroa a final de año y en 2013 continuará con la misma tendencia (con un descenso del 1,2%). En su desesperada búsqueda de arreglo, como sabe que el PSN es reacio a llegar a grandes pactos en el Parlamento, UPN insiste en reactivar el foro alternativo del Plan Moderna, donde cree que Roberto Jiménez y los suyos podrían negociar con el Gobierno a menor coste. Pese a todo, la imagen de inestabilidad del Gobierno hace poco probable que el PSN entre en una estrategia de apoyar medidas con coste electoral cuando parece que nadie es capaz de garantizar que Yolanda Barcina acabará esta legislatura.

La oposición quiere un giro de 180 grados

Ninguno de los partidos de la oposición, salvo los neoliberales del PP, están de acuerdo con la gestión que está llevando UPN y, sobre todo, con la línea de recortes constantes que está practicando. El PSN le recuerda que «la calle está notando los recortes en partidas sensibles» y se muestra «crítico» con los últimos tijeretazos. Menos blando es Bildu, que arremetió con la actual fiscalidad de navarra, a la que tacha de «endeble» por no ser capaz de «sostener los pilares básicos de una sociedad moderna». Maiorga Ramírez abogó por una reforma en profundidad de la tributación en Nafarroa, pero siempre con la vista puesta en recuperar los derechos sociales perdidos y que suponga acabar con la dinámica de recortes. Por parte de NaBai, Txentxo Jiménez subrayó que la actuación del Gobierno de Nafarroa en esta crisis ha sido «mala» y que esto ha conllevado «incertidumbres que el Gobierno traslada a todos los niveles». En cuanto a Izquierda-Ezkerra, José Miguel Nuin aseguró que «la política de asfixia económica y recortes no ha funcionado en ningún sitio». Mientras tanto, el PP es crítico con la gestión de UPN y por pecar de «optimista», pero asegura que va por buen camino. GARA

sin salida

La soledad de UPN le imposibilita tomar medidas de calado que puedan revertir la caída del PIB en Nafarroa. Si el Gobierno es incapaz de cambiar la fiscalidad y atar los presupuestos del próximo año, los navarros dependerán únicamente de factores externos.

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