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La Audiencia de Nafarroa estima la apelación del padre de Roberto Jiménez y no habrá juicio

Aritz INTXUSTA | IRUÑEA

El padre de Roberto Jiménez, Amador Jiménez, se enfrentaba a los delitos de prevaricación continuada y desobediencia continuada por la concesión de la licencia para la construcción de un muro a un vecino de Pitillas, pueblo donde ejerce como alcalde. Finalmente, este juicio no va a celebrarse puesto que la Sección Primera de la Audiencia de Nafarroa ha estimado el escrito de apelación que presentó Amador Jiménez y ha declarado el sobreseimiento del caso de forma «firme».

Los hechos a los que se hace referencia están relacionados a la construcción de un muro en Pitillas, cercano a la carretera, que fue decretado ilegal en una sentencia del año 2000. A raíz de esta resolución, el muro fue derribado en varias ocasiones y vuelto a reconstruir, ya que Amador Jiménez volvía a conceder licencia al vecino (que pertenecía a la misma agrupación electoral que Jiménez) para que reconstruyera ese cerramiento. Por estas sucesivas concesiones de licencia, Jiménez fue multado en varias ocasiones.

Sin embargo, la Audiencia de Nafarroa ha eximido al alcalde de Pitillas de todas las acusaciones, puesto que interpreta que, en todo el tiempo que ha durado este litigio, las normas bajo las cuales el muro era ilegal fueron derogadas. En este sentido, la sentencia considera que «no puede mantenerse con éxito que la licencia fuese otorgada a sabiendas de su injusticia, ni tampoco que el Plan Municipal de Pitillas (...) se dictaran a sabiendas de su injusticia».

De otra parte, en cuanto a la desobediencia, la Audiencia entiende que «no puede concluirse que el alcalde del Ayuntamiento de Pitillas se negara abiertamente al incumplimiento de la resolución que se trata, toda vez que son distintos los trámites, recursos e incidentes que han demorado el momento de la ejecución».

El suplente de Esparza

Amador Jiménez accedió a la Alcaldía de Pitillas en el año 2006. El entonces alcalde, Rafael Esparza, dimitió del cargo por el pucherazo de 2003, siendo sustituido por el padre del líder del PSN. Esparza fue condenado por el fraude electoral en el que Jiménez también participó, empadronando a no residentes antes de las elecciones de 2003. En aquel tiempo, el pueblo estaba dividido en dos mitades: los que querían que se construyera la incineradora y los que rechazaban el proyecto.

En los meses previos a los comicios, se empadronó a un 28% más de vecinos. En el domicilio de Jiménez se inscribieron seis personas más, según informaron a GARA vecinos de Pitillas. El actual primer edil ha recibido varios requerimientos para adecuar el censo electoral y eliminar a los no residentes, cosa que no ha hecho.

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