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Lagun Aro GBC sigue sin conocer la victoria

Querer un rato no basta para poder

Gipuzkoa Basket repitió errores y solo reaccionó al verse más de 20 puntos atrás. Con 73-77, Sergio Sánchez decidió con un triple.

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LAGUN ARO GBC 75

FUENLABRADA 86

Arnaitz GORRITI

Querer es poder, reza el dicho. Pero querer un ratito no basta para poder ganar, no al menos a este Lagun Aro GBC de inicio de temporada. El cuadro donostiarra sigue sin conocer la victoria tras caer en un duelo de necesitados a un Fuenlabrada no solo más constante, sino mejor.

Los de Sito Alonso volvieron a cometer los mismos errores de todos los días y se vieron con una enorme desventaja desde el primer cuarto -0-10 para empezar, más tarde 4-22, una máxima de 43-67 y 53-75 en el último período-. Los guipuzcoanos volvieron a remontar, logrando un parcial de 20-2 y llegando a situarse 73-77 a poco más de un minuto. Pero, destino esquivo, un triple del ex de Gipuzkoa Basket Sergio Sánchez -desde ocho metros, con un rival encima y sobre la bocina del final de posesión- supuso la puntilla. El mosqueo posterior de Sito Alonso -tardó sus buenos diez minutos antes de comparecer en la habitual rueda de prensa- estaba más que justificado.

Lagun Aro GBC no solo pecó de arrancar fatal, con un 0-10 de inicio, perdiendo balón tras balón y haciendo que Mainoldi pareciera un jugador digno de la NBA. Incluso cuando empezó a remontar en el segundo cuarto, de la mano de unos atinados Raulzinho Neto -Alonso se quejó del escaso respeto arbitral que padece el brasileño- y Dani Díez -17 puntos y más de los dos rebotes que constan en su estadística, aprovechándose con acierto de los buenos pases que recibía, sobre todo de la mano de Javi Salgado-, volvió a encajar un parcial mortal.

Del 31-39 se pasaba al 31-50 -34-50 al descanso-, con Feldeine y Gladyr campando a sus anchas en el Donostia 2016 Arena. En el receso, 24 de valoración de los guipuzcoanos, por 66 de los madrileños, que solo cometían cuatro personales -una en ataque- ante un Gipuzkoa Basket empeñado en jugársela sin mover el balón en condiciones.

Cabreo a nivel global

Se esperaba una reacción de orgullo en los donostiarras, pero los primeros puntos de la reanudación fueron del Fuenlabrada, obra de Mainoldi, Colom y Gladyr. Para postre, Doblas era eliminado -cometía su cuarta falta en ataque y una dudosa quinta en la pelea de un rebote-, y se ganaba una técnica por protestar. Por si faltara algo, Gladyr «dedicaba» unos tiros libres al público con unos gestos -el blood sign que suele realizar Aaron Jackson, formando un monóculo con el índice y el pulgar alrededor del ojo-, algo que enervó a los espectadores y a un Guillem Rubio que se tomó la justicia por su mano.

Total, que Lagun Aro GBC se veía con 24 puntos de desventaja, 43-67. Un 7-2 de parcial, con un «dos más uno» de Woods como mejor jugada, dejaba el marcador 50-69, y la sensación de que nada había que hacer salvo enfadarse con los árbitros o los gestos de Gladyr.

Kuksiks y Korolev despiertan

Pero había algo que hacer. Mucho. Dos jugadores desaparecidos como Kuksiks, que anotó sus 13 puntos en estos 10 minutos finales, y Korolev -que erró todo lo que lanzó salvo un palmeo, pero al menos le echó casta- lideraron un parcial de 20-2. El Fuenlabrada de pronto se acordó de lo mal que va en la clasificación y, de un 53-75, se vio con 73-77 a poco más de un minuto, después de un palmeo de Korolev a dos tiros libres errados por Ibekwe.

Illunbe quería, y los jugadores locales también. Pero no bastaba, por mucho que el ataque del Fuenlabrada tras el 73-77 fuese un desastre total. Sergio Sánchez, agobiado por un rival y por el reloj de posesión, soltó un bombazo de ocho metros que entró limpio. Illunbe enmudecía. Y además se vaciaba cuando el propio Sánchez apuntillaba a su exequipo con dos tiros libres tras una falta de Neto.

Un guión sospechosamente familiar: pájara, reacción, y final con derrota. Para ganar, no basta con querer un ratito.

 

 

«Para encontrar las cosas, hay que ir a por ellas»

El cabreo de Sito Alonso no solo era entendible, sino compartido por toda la familia de Gipuzkoa Basket que paseaba alrededor de la sala de prensa del Donostia 2016 Arena. Tardó un buen rato antes de aparecer ante la prensa, y luego habló bien claro.

«Llevo muchos años en esto, y sé que empezar cada día con 15 puntos de desventaja es un esfuerzo muy grande para cualquier equipo, y más cuando se piensa que se puede ganar haciendo un esfuerzo total de 15 o 16 minutos. Lo más fácil es referirme al acierto del Fuenlabrada -sobre todo, 13 de 27 en triples-, pero no es mi característica, y ellos han anotado todo en los cinco primeros minutos porque han tirado cómodos», afirmaba.

«Luego, cabe destacar la labor de gente como Dani Díez, no solo por lo que ha metido, sino porque ha hecho el trabajo previsto durante la semana, o por el esfuerzo del equipo para remontar. Pero ese no es el camino, sino trabajar los 40 minutos y no 16, 23 o 24, y esperar ganar por meterlas», añadió el técnico donostiarra.

El preparador de Monzón fue muy crítico y no dudó en afirmar que «se ha retrocedido respecto a lo avanzado las últimas semanas desde el inicio de la Liga. No sé si nos afectaron los 6 o 7 minutos finales de la Euskal Kopa, que fueron muy malos. Empezamos 0-10 por varias pérdidas y porque ellos lo meten todo porque tiran solos. Aunque cambias el equipo entero, ya es difícil, porque ellos se olvidan de su situación clasificatoria y el equipo que va 2-19 juega en casa, y tiene la «obligación» de ganar».

«No es que me sorprenda esto del equipo, es que es irreconocible», añadía. «Igual que me parece increíble que el equipo se ponga 73-77 después de todo lo que ha pasado. Ellos han sido los artífices de la reacción. Si hubieran reaccionado antes, seguro que no llegábamos igualados al final del partido», enfatizaba Alonso.

Conforme seguía declarando ante la prensa, su indignación fue en aumento, hasta el punto de afirmar en un instante que «tengo un carácter especial. Si en vez de ir con 0-4, hacemos este inicio de partido con 4-0 en la clasificación, me voy a mi casa».

«Lo que tengo claro», añadió para finalizar, «que si quieres encontrar las cosas tienes que ir a por ellas y no esperar. ¡Tienes que ir a por ellas!»

«Esperar es de gente vaga y que no merece. Hay que correr, hay que hacer un esfuerzo doble, olvidarse de los árbitros... Hay que incidir en lo que tú puedes modificar: trabajar para ser mejor, no esperar a ser mejor», remachaba Sito Alonso.

A. G.

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