Mossa Ag Attaher, coordinador de la acción diplomática del Movimiento Nacional de Liberación de Azawad (MNLA) y del Consejo Transitorio del Estado de Azawad (CTEA) en Europa, afirmó ayer que «cualquier intervención militar o política sin una implicación real y directa del MNLA está condenada al fracaso». Al mismo tiempo, reafirmó la «disponibilidad del movimiento para participar en la solución del problema del terrorismo en el Sahel», pero «no servirá en ningún caso de escudo a una fuerza extranjera cualquiera que niegue la legitimidad del MNLA y del pueblo de Azawad a tomar su destino en sus manos», informó la agencia cabilia Siwel.

Sus declaraciones se produjeron tras varias masacres de civiles tuareg por parte del Ejército maliense, que, según agregó, «se siente en su `derecho' y ve en la decisión de una intervención de la Comunidad Económica de Países del África Occidental (CEDEAO) una nueva garantía para `meter en cintura', por lo decir exterminar, a los tuareg». Por eso, advirtió a la llamada comunidad internacional en manos de que «monstruo» se dispone a dejar la logística militar de africanos y europeos dispuestos a participar en la operación.

El representante del MNLA y del CTEA incidió, además, en que la lucha contra las organizaciones islámicas que ahora controlan el territorio de Azawad, al norte de Mali, y al que han apoyado agentes extranjeros, «no puede servir de excusa para ocultar las raíces del problema que nosotros oponemos al Estado racista de Bamako: el derecho a la existencia de nuestro pueblo». Añadió que «en lo sucesivo no volveremos a confiar la seguridad de nuestro pueblo a autoridades que no hayan nacido de la voluntad del pueblo de Azawad».

No obstante, la intervención militar de la CEDEAO se ha estancado tras la negativa de Argelia a ceder su territorio para el establecimiento de la base de operaciones.