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La salud del suelo de pasto o culivo tiene dignóstico

El estado del suelo de pasto o cultivo tiene diagnóstico gracias al proyecto de Tarjetas de Salud de los Agroecosistemas con el que, según los expertos de Neiker-Tecnalia, se obtiene un resultado fiable. Tras un año de andadura, los responsables se muestran satisfechos de los trabajos desarrollados.

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Agustín GOIKOETXEA

El sábado pasado Zeanuri fue escenario de una jornada técnica de campo, en la que los componentes del Departamento de Ecología y Recursos Naturales de Neiker-Tecnalia dieron a conocer a representantes institucionales y de asociaciones de ganaderos el proyecto piloto que durante un año han desarrollado en esa localidad vizcaina y en Orozko. Se trata del proyecto Life, que cuenta con apoyo de la UE, ``Soilmontana-Tarjetas de Salud de los Agroecosistemas'', que busca la conservación de la biodiversidad edáfica y vegetal en áreas pascícolas de montaña y de fondo de valle.

A la cita acudió una treintena de profesionales del sector primario de Arratia, a los que se sumaron Arantza Aldezabal, experta en pastos e investigadora de la UPV-EHU; Xabier Lejarzegi, presidente del Consejo de Agricultura y Alimentación Ecológica de Euskadi (ENEEK); y representantes del área formativa de EHNE, entre otros asistentes. «Se eligió una jornada festiva -aclara el investigador Iker Mijangos Amezaga- atendiendo a las necesidades de los ganaderos participantes en el proyecto».

Para que la jornada no se circunscribiera a una conferencia magistral de los técnicos de Neiker -fue tan solo hubo una breve presentación-, los participantes ascendieron a la zona de pastoreo de Arimegorta, en Zeanuri, dentro del Parque Natural de Gorbeia, para observar in situ algunos de los trabajos desarrollados. Allí, recuerda Mijangos Amezaga, los expertos demostraron cómo cualquiera, sin necesidad de conocimientos técnicos, puede hacer un diagnóstico fiable de la salud del ecosistema, mediante las Tarjetas de Salud de Agroecosistemas.

Con el proyecto Soil-Montana, el Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario, Neiker Tecnalia, pretende, a corto plazo, contribuir a frenar la pérdida de biodiversidad en el suelo -en los organismos que lo conforman- y en la vegetación que lo cubre en agroecosistemas pastorales bajo transtermitante. A través de una metodología innovadora, se ha analizado la salud de pastos de montaña y fondo de valle como los que existen en Orozko y Zeanuri. Ese instrumento son las Tarjetas de Salud de Agrosistemas, que permiten determinar cuáles son las prácticas agronómicas más adecuadas para la gestión sostenible de los pastos.

La tarjeta tiene formato de cuaderno clasificador y en ella se ofrece información pormenorizada de los principales indicadores de la salud y biodiversidad de los suelos que se pretende oscultar. Ese formato para efectuar el diagnóstico dispone igualmente de una plantilla con la que el usuario -principalmente los ganaderos- podrá anotar los valores obtenidos para cada uno de los indicadores, de este modo tendrá una primera orientación del estado de salud del agrosistema y así podrá actuar.

El objetivo que se persigue, y así lo remarcan desde Neiker-Tecnalia, es contribuir a corto plazo a frenar la pérdida de biodiversidad en el medio natural vasco, adoptando medidas para revertir ese deterioro. A medio y largo plazo, la meta es desarrollar esas Tarjetas de Salud de Agrosistemas (TSA), que permitirá a cualquier persona, incluso sin formación previa específica, evaluar el impacto que tienen sus actuaciones en el terreno sobre la biodiversidad y funcionalidad de los agroecosistemas, es decir, sobre su salud.

Catálogo de buenas prácticas

El proyecto que se presentó el sábado pasado en Zeanuri, inició su andadura en setiembre de 2011 y está previsto que finalice para diciembre de 2014. Otro de los objetivos que persiguen sus promotores es elaborar un Catálogo de Buenas Prácticas, que ayudará a los responsables de la gestión de las zonas de pastos estudiadas a poner en marcha prácticas más sostenibles, no solo desde el punto de vista socioeconómico sino también medioambiental. Por ejemplo, se promoverán acciones de gestión ganadera que protejan los servicios que nos ofrecen las zonas de pastos como son la producción de alimentos, reservorio de biodiversidad, la purificación del agua y del aire, o de índole recreativo para la población en general.

Para llevar adelante el proyecto Soil-Montana, Neiker-Tecnalia cuenta con la colaboración del Ejecutivo de Lakua, Diputación vizcaina, la cooperativa agraria Lorra y las asociaciones de ganaderos de Orozko y Zeanuri. Los técnicos estimaron que los pastos de montaña de esos dos municipios vizcainos, incluidos en los límites del Parque Natural de Gorbeia, eran los más idóneos para poner en marcha el proyecto piloto, ya que la zona de estudio comprende los distintos hábitats pascícolas más representativos de la CAV. Esa variedad de espacios, según los responsables, hace referencia a factores ecológicos como el tipo de vegetación, altitud, material geológico y orientación, entre otros, así como los ligados a la gestión ganadera; es decir, el tipo de animales, razas y presencia de infraestructuras.

La primera tarea consistió en establecer una red ambiental que abarcase toda la variedad de hábitats, de ahí que se eligieran prados de fondo de valle dedicados a la siega, siega y pastoreo, y otros tan solo a pastoreo. Las zonas a estudio se localizaron en Arrugaeta, Urigoiti y Zaloa, en Orozko, e Ipiñaburu, Egilleor y Orue, en Zeanuri. Además, se analizaron y observaron pastos de montaña a distintas altitudes con desbroces y abonado con mineral, y también helechales, en suelo calizo o silíceo, con desbroce y herbicida.

Mijangos Amezaga concreta que se han estudiado durante este primer año del proyecto Life-Soilmontana 60 hectáreas abonadas, 44 desbrozadas y 12 cierres de ganado en pastos de montaña, así como otras 12 hectáreas abonadas, 6 encaladas y 4 cierres de ganado en pastos de fondo de valle.

Para ello fue necesario diseñar las TSA, en este caso especialmente adoptadas a agroecosistemas pastorales, mediante indicadores específicos. Una vez elaboradas esas tarjetas, el proyecto desarrolló actuaciones de conservación concretas sobre esa superficie superior a 100 hectáreas en las tipologías antes citadas, que van por ejemplo de los desbroces a los pastos de montaña pasando por los terrenos encalados o abonados. Para llevar a cabo cada actuación concreta, se emplearon dos técnicas diferentes, para dar con la que es más sostenible.

Neiker-Tecnalia pretende que las TSA puedan ser utilizadas por todos los agentes implicados en la conservación de los agroecosistemas, como son las autoridades, investigadores, técnicos, ganaderos y usuarios, «independientemente de su formación y experiencia previa». De ahí la importancia de la jornada celebrada el pasado fin de semana en Zeanuri, en las que, de forma gratuita, se les entregaron esas tarjetas.

Las primeras personas que se familiarizarán con las TSA serán los técnicos de Agricultura y Ganadería del Gobierno autonómico, de la Diputación vizcaina y de la cooperativa agraria Lorra, así como los ganaderos que participan en la experiencia. Con su ayuda, los especialistas del centro tecnológico han realizado medidas de campo y han tomado muestras de suelo, antes y después de llevar a cabo las actuaciones de conservación, para ser luego analizadas en los laboratorios de Neiker-Tecnalia. Esa información se ha recogido en las correspondientes tarjetas y se ha obtenido de este modo una primera impresión de las prácticas agrarias propuestas conjuntamente.

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