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Recopa (3ª ronda)

El pase se juega en Donostia

Bera Bera y el Danubius Galati rumano se miden hoy en el Gasca (17.30), y mañana en Bidebieta (12.00).

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Juan Carlos ELORZA

Bera Bera arranca esta tarde en el Polideportivo Josean Gasca (17.30, Di Domenico y Fornasier -Italia-, ETBK-Sat en directo) su participación en la Recopa, tras caer eliminado en setiembre en la fase previa de la Champions League, en la que debutaba. Su rival será el Danubius Galati rumano, que también empieza a competir en esta tercera ronda de la Recopa (asimilable a los dieciseisavos de final), y con la particularidad de que ambos partidos se disputarán en cancha donostiarra (la vuelta mañana en Bidebieta, a las 12.00), tras aceptar el club rumano la propuesta de las donostiarras.

La Recopa, torneo que languideció durante años en beneficio de la Copa de Europa y la Copa EHF, se ha revitalizado en las últimas ediciones con los cambios introducidos para ir repescando a los clubes que iban quedando eliminados de las diferentes fases de la Champions League.

Por ejemplo, de los 24 clubes que participan en esta ronda, 10 proceden de la fase previa de la Champions (Bera Bera entre ellos), y a los 12 clasificados se unirán en los octavos de final los cuatro terceros de la fase de grupos de Champions que finalizará el próximo fin de semana, para conformar una cuarta ronda con equipos muy atractivos.

Para hacerse una idea, el Viborg danés, el club que se clasificó en la fase que disputó Bera Bera en Dinamarca en setiembre, muy probablemente no podrá acceder al tercer puesto de su actual grupo de Champions, y por lo tanto no podría reengancharse para la Recopa.

Fieles a su estilo de juego

El desconocimiento del juego del rival es otro factor a tener en cuenta -aunque las condiciones físicas y las estadísticas de las jugadoras rumanas no son muy llamativas, salvo en el caso de la ucraniana Glibko-, pero Karrere prefiere insistir en la importancia de que su equipo sea fiel a sí mismo. Bera Bera ha conseguido «patentar» un estilo de juego en las últimas temporadas, que su entrenadora describe como «un bloque defensivo potente y eficaz, que permite salir al contragolpe en diferentes oleadas».

Este tipo de juego se basa en una gran condición física de todas las jugadoras, fuertes y veloces, que imprimen un ritmo muy fuerte durante todo el partido, asumiendo riesgos, pero sacando partido a rapidísimas transiciones defensa-ataque, que se combinan con los ataques organizados, en que Bera Bera apuesta también por mover con velocidad el balón, con mucha verticalidad de sus jugadoras y finalizaciones rápidas.

Como consecuencia Bera Bera remata más veces, y lo hace en más ocasiones en situaciones de ventaja, aumentando sus porcentajes de acierto. No es de extrañar que en los 12 partidos oficiales que lleva esta temporada, en 9 haya marcado más de 30 goles, y los de menos tantos han sido sus peores resultados: dos derrotas (22-21 ante el Elche y 22-31 el Laczpol polaco) y un empate (ante el At. Guardés, a 25).

Este tipo de juego rápido y alegre resulta muy atractivo para el público, como se ha podido comprobar en los últimos partidos, en los que el equipo ha alcanzado ya un punto de compenetración importante, y Karrere incidía en ello de cara a la cita de hoy, en el Polideportivo Gasca (donde se vio un gran partido hace dos semanas ante el Valencia, y aún se recuerda la espectacular eliminatoria europea ante el Lada ruso en febrero): «Somos nosotras, a través de nuestro juego, las que tenemos que animar a la gente y que vea en este equipo valores como la lucha, el esfuerzo, el trabajo... un buen balonmano, para que vuelva a venir a vernos».

Todas las jugadoras -salvo la lesionada Cuña- estarán disponibles para la cita de esta tarde, pese a las molestias que Eli Pinedo arrastra en la cadera.

La 12ª eliminatoria europea con los dos partidos disputados en Gipuzkoa

La decisión de jugar los dos partidos de la eliminatoria en una sola cancha suele obedecer a una combinación de motivos económicos y deportivos, en la mayoría de los casos solo sucede en las primeras rondas, y normalmente es el club que parte como favorito el que toma la iniciativa. De esta forma se evita la obligación de viajar y los inconvenientes añadidos, a cambio de sufragar los gastos de desplazamiento y estancia de su rival, que en muchos casos acepta gustoso porque de esta manera la experiencia europea les sale casi gratis, como un premio.

Un segundo tipo de eliminatorias con los dos encuentros en la misma pista, pero en las que acaba ganando el club visitante, solía ser más típico hace bastantes años con los equipos nórdicos y rusos, generalmente en los meses de invierno, cuando aceptaban jugar los dos partidos ante rivales del sur de Europa, de clima más benévolo por esas fechas, para pasar unos días al sol mientras superaban la ronda. Esta posibilidad apenas se produce ya, aunque a veces se da algún caso.

De las 35 eliminatorias europeas que ha disputado el club donostiarra, 11 las ha jugado íntegramente en Gipuzkoa, bien en su pista habitual de Bidebieta (10 partidos), pero también en otras, como el Gasca (4) o Egia (1), y en localidades como Errenteria (5), Andoain o Lasarte (una en cada una).

En 10 de ellas superó la eliminatoria y solo cayó en una ocasión, en la City Cup 1995-96, ante el Kuban Krasnodar ruso (24-24 y 14-22, en Bidebieta). J.C.E.

 
Ancerencu en la portería y la goleadora Glibko destacan en el Danubius Galati

El Danubius Galati asomó por los torneos europeos a finales de los 90, y ha vuelto a hacerlo en los últimos años. En la última Liga rumana fue 5º -con la máxima goleadora de la competición, Diana Drutu, en sus filas-, , y subcampeón de Copa tras perder la final con el Oltchim (40-29).

Pero la crisis le dejó en cuadro -solo siguen siete jugadoras de la pasada temporada, tras irse las mejores-, y ha tenido que rehacer el equipo con la vuelta de la veterana portera Ancerencu (41 años) y el fichaje de tres jóvenes ucranianas: Zaremba, Burlachenko y Glibko.

Con una plantilla mucho más modesta, empezó perdiendo los cinco primeros partidos de Liga, aunque en los dos últimos ha sumado tres puntos, el último de ellos el martes al empatar en la pista del Ploiesti en el duelo de colistas, con lo que debuta en la Recopa con su moral reforzada.

En los siete partidos de Liga ya disputados destacan sobre todo la aportación de su portera Ancerencu, y la de la joven central ucraniana Iryna Glibko (22 años, 168 cm de estatura), que ha marcado 71 de los 153 goles del equipo, casi la mitad. Su progresión goleadora en los siete partidos ha sido de 9 goles, 10, 8, 8, 9, 16 y 11, lo que da una idea de su peso en el juego. Muy lejos de ella, Curtean (20) y Zaremba (13), ambas de 1ª línea.

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