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MOVILIZACIÓN CONTRA LA POLÍTICA CARCELARIA

La exigencia a París para que aborde la paz resuena con fuerza en Baiona

A pesar del tiempo desagradable, cerca de 15.000 de manifestantes dieron «otro paso más hacia la paz» ayer en Baiona. La marcha convocada por Herrira, que concitó un apoyo nunca antes conocido en Ipar Euskal Herria, llenó todo el recorrido previsto. Los organizadores apelaron a los asistentes a «continuar presionando a París y Madrid para que cambien de actitud» y recordaron la necesidad de «aportar una solución a la situación de los presos y exiliados».

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Arantxa MANTEROLA | BAIONA

Llegadas de todos los herrialdes, miles de personas -14.800 según el recuento de GARA- hicieron frente común ayer en Baiona para reclamar a los dos estados, en particular al francés, que respete los derechos de los presos y refugiados vascos y que dé pasos en el camino de una «paz justa y duradera».

Como anunciara el movimiento Herrira, convocante de la manifestación, la marcha partió puntualmente a las 15.30 desde la Plaza de los Vascos. Precedidas por los joaldunak, varias hileras de familiares que portaban las fotos de los presos abrían la marcha por la avenida Paulmy, seguida de una pancarta que rezaba «Iheslariak Euskal Herrian libre» y tras la cual caminaban decenas de miembros del colectivo de refugiados políticos.

La planificación se vio un tanto alterada ya que, en principio, la pancarta oficial de la manifestación iba a discurrir detrás del bloque de refugiados. Quizás debido al gentío congregado en la plaza y alrededores, y también por la influencia de la lluvia que justo empezó a caer minutos antes de la salida, el hecho es que muchos de los participantes se incorporaron a la marcha inmediatamente después de los refugiados, lo que provocó que la representación oficial quedase un tanto diluida entre la multitud.

Los organizadores intentaron arreglar el entuerto pero, ante la dificultad de reordenar los bloques y animados por los manifestantes que, con un punto de humor, les decían que «esta vez es el pueblo quien va en vanguardia», desistieron en el empeño.

Anécdota al margen, y a pesar del tiempo desapacible, la manifestación fue un éxito. Durante todo el recorrido los participantes no cesaron de corear consignas como «Espetxeak apurtu», «Presoak kalera, amnistia osoa» o «Iheslariak etxera».

Entre aguaceros que prácticamente no daban tregua, la cabeza de la manifestación arribó a la plaza San Andrés 50 minutos más tarde. En ese mismo momento partían los últimos manifestantes de la plaza de los Vascos. Buena parte llegó al final con el acto ya concluido.

Llegada emotiva

La entrada a la plaza San Andrés fue especialmente emotiva. Los familiares subieron la cuesta del Castillo Nuevo que domina la explanada más conocida de Baiona Ttipia y se colocaron con las fotos en las laderas de las murallas.

Según entraba la gente a la plaza, los lemas a favor de la repatriación de los presos y de su vuelta a casa que lanzaban los familiares eran retomados aún con más intensidad por los manifestantes que culminaban el trayecto, ofreciendo una impresionante imagen de solidaridad y respaldo hacia ellos y hacia sus familiares presos.

Entre la multitud marchaban representantes políticos, sindicales, electos y personas conocidas en el mundo de la cultura y de los movimientos sociales. Así, pudo verse a las diputadas socialistas Colette Capdevielle y Sylviane Alaux, a la consejera general del mismo partido Marie-Christine Aragon, a los parlamentarios de EH Bildu Laura Mintegi, Rebeka Ubera y Peio Urizar, al diputado de Amaiur Sabino Cuadra, a la parlamentaria navarra de Bildu Bakartxo Ruiz, a Jean-François Lefort de Batasuna, a los miembros de la izquierda abertzale Txelui Moreno y Tasio Erkizia, al de AB Peio Etxeberri-Aintzart, a Patxi Zabaleta de Aralar, a Jean-René Etchegaray de MoDem, a Daniel Romestant del PCF y a Philippe Poutou, dirigente estatal de NPA, entre otros.

También atendieron al llamamiento de Herrira numerosos alcaldes y concejales, entre ellos Christinne Bessonart (Senpere) o Sauveur Bacho (Arberatze); Jean Michel Galant, presidente de la Mancomunidad de Donibane Garazi; representantes del ámbito sindical como Amaia Muñoa (ELA), Ainhoa Etxaide (LAB), Michel Larralde (CFDT) y Francis Charpentier (Solidaires). Del mundo de la cultura, el cantante Niko Etxart, los bertsolaris Igor Elortza y Xabier Silveira, el payaso Porrotx, el presidente de Euskal Konfederazioa Michel Oronos y numerosos militantes de organismos sociales como la Liga de Derechos Humanos, Bake Bidea, Anai Artea, Bizi!, CDDHPB, Sulidarità (Korsika), agentes económicos (Peio Olhagaray de la CCI, Patxi Noblia de EHLGko Lagunak) y del ámbito católico (el sacerdote Mikel Epalza y Peio Ospital, del colectivo de cristianos Atxik Berrituz).

Llegada de la pancarta

La pancarta oficial iba sujetada por una representación también muy diversa. Electos del PS como la senadora del PS Frédérique Espagnac, el consejero general Christophe Martin y el vicepresidente del Consejo General Kotte Ezenarro; la consejera regional de EE-Berdeak Alice Leiziagezahar; el consejero general abertzale Alain Iriart; el portavoz de Batasuna Xabi Larralde; el sindicalista de la CGT Peio Dufau; el del Partido Occitanista Daniel Grosclaude; el concejal urruñarra Filipe Aramendi, el portavoz estatal del PCF, Olivier Dartigolles; el presidente de Seaska, Paxkal Indo; el de la LDH de Ipar Euskal Herria Christophe Déprez; y, obviamente, por miembros de Herrira.

Todos ellos se colocaron en la parte superior de la escalinata desde donde se realizaron las intervenciones, que estuvieron precedidas por un par de bertsos cantados por Ortzi Idoate.

El músico y cantautor Mixel Etxekopar, la escritora Marie-José Basurco y la miembro de Herrira Nagore Garcia leyeron el comunicado final en euskara, francés y castellano, respectivamente.

Tras agradecer el apoyo de los participantes, comenzaron por enviar un «saludo cariñoso a todos aquellos que en estos mismos momentos están en el camino de ida o vuelta de las visitas de las cárceles francesas y españolas». Extendieron el saludo «más afectuoso a todos los ciudadanos y ciudadanas vascos dispersados en las prisiones de los dos estados o que se encuentran en el exilio», saludo que recibido por una fuerte ovación por parte de los manifestantes.

Los portavoces subrayaron que ayer, en las calles de Baiona, «resonó una reivindicación de justicia: que los derechos humanos de los presos vascos sean respetados». Hicieron hincapié en que la imagen de la manifestación de ayer será «observada y los esloganes escuchados» desde París. «Deberán reflexionar a la respuesta que tiene que aportar a una movilización tan numerosa y tener en cuenta la voluntad de una amplia parte de la sociedad o, por el contrario, dar la espalda a la paz. París deberá escoger el camino, pero nosotros tenemos muy claro cuál es el más beneficioso para toda la sociedad: llegar a un acuerdo de paz por medio del diálogo y basado en el respeto de los derechos humanos», dijeron.

La prioridad, la paz

Subrayaron la variedad de las sensibilidades reunidas en las calles de Baiona y aseguraron que el de ayer «es un pequeño paso más pero, seguramente, insuficiente», por lo que apelaron a «seguir profundizando en los aspectos que nos unen y continuar presionando a París y a Madrid para que cambien de actitud».

En ese sentido, reiteraron que «una solución de paz necesita aportar una solución a la situación de presos y refugiados» e insistieron en que «la paz es la prioridad de este país».

Tuvieron palabras de solidaridad hacia los presos kurdos en huelga de hambre y sus familiares: «Herrira ha recibido adhesiones desde diferentes puntos del planeta y nosotros queremos enviarles ánimos a ellos y a sus familias porque nuestro deseo es que se respeten todos los derechos, que se dé una solución justa a los conflictos y que todos los presos políticos del mundo vuelvan a sus casas».

Antes de finalizar el acto con la canción «Herrira» del grupo Xutik, recordaron que la próxima gran cita será la del 12 de enero en Bilbo.

La exigencia de libertad para Martin se hace omnipresente

Como era de esperar por la conmoción que ha generado la extradición y posterior encarcelamiento de Aurore Martin, su situación fue especialmente evocada en la movilización de ayer. De hecho, era una opinión bastante extendida que su detención había sido un revulsivo que tuvo como efecto una mayor participación en la marcha de Herrira.

Una de las muestras de apoyo más vistosa fue la del grupo de joaldunak de Amikuze, formado en su gran mayoría por chicas. Todas llevaban colocada una foto de la militante abertzale con la palabra «askatu» inscrita en ella e hicieron el recorrido, sin un momento de descanso, abriendo paso a la manifestación.

También el Biltzar de alcaldes, asociación que reúne a los primeros ediles de Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa, trató el caso de la presa zuberotarra en su sesión de ayer, una sesión que precisamente fue abreviada para permitir que los numerosos cargos electos que se han adherido a la convocatoria pudiesen llegar a tiempo a la misma. En la reunión aprobaron una moción rechazando las declaraciones de Valls y apoyando a Martin. A.M.

 

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