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48ª EDICIÓN DE LA BEHOBIA-DONOSTIA

Triunfos vasco-catalanes para una Behobia con 21.470 atletas en meta

Jaume Leiva y Ohiana Kortazar se dieron el gustazo de ganar una Behobia lluviosa y fría que tuvo en la participación el récord que nunca falla. 21.536 atletas tomaron la salida y por primera vez más de 20.000 superaron la meta.

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Miren SÁENZ | DONOSTIA

El catalán Jaume Leiva y la vasca Oihana Kortazar se llevaron los trofeos-farolas correspondientes a la 48ª edición de la Behobia más numerosa y la primera que consigue superar los 20.000 atletas en la meta del Boulevard.

Leiva contribuyó al homenaje que los organizadores del Fortuna rindieron a la fidelidad catalana, que en esta ocasión superó las 4.000 inscripciones e incluyó en su visita mucha senyera y alguna enorme estelada.

Bronceado, tras tres semanas de mochilero por Camboya y Laos, ni siquiera esta circunstancia que le ha restado entrenamiento le privó de la victoria. En su baremo particular es tan importante como la que hace un par de meses le dio el oro sobre Chema Martínez en el Campeonato de España de media maratón. La excedencia como coordinador de un concurrido gimnasio le está dando réditos, tantos que en el maratón de Barcelona irá a por la mínima para el Mundial de Moscú.

En su cuarta Behobia Leiva fue el único en concluir los 20 kilómetros en un registro de profesional -1 hora, un minuto y 33 segundos- al dominar desde el primer metro para firmar parciales de 15:32 en el quinto kilómetro, 31:09 en el décimo y 46:16 en el decimoquinto.

No tuvo rival. Aprovechó los primeros compases, cuando el diluvio castigaba en Behobia mientras curiosamente en Donostia lucía el sol, para imponer su hegemonía y traerse la lluvia de camino mientras los atletas llamados a controlarle le dejaron escapar. Después les esperó en meta, a donde entró en zigzag, saludando al público, a su sponsor, que coincide con una de las firmas fuertes de la carrera, y luego a los demás para darles la bienvenida. Se abrazó a su compatriota, el duatleta Marc Roig -al que sacó minuto y medio- para continuar con el gijonés Daniel Bayón, que completó el podio y al vizcaino David García, integrante del nuevo club de Durango encantado de ser el primer vasco, pese a perder el sprint por el tercer puesto que se decidió en el último metro.

El elgoibartarra Alberto Revuelta entró a continuación y fue atendido por el dispositivo sanitario. Ya recuperado pudo recoger el trofeo Diego García, premio al primer guipuzcoano. Ni el ganador de los últimos 15 kilómetros, recuperándose de una gripe, ni el maratoniano eibartarra Asier Cuevas, bastante decepcionado, estuvieron en la pelea por el cajón aunque sí en el top10 de esta popular con otros vascos como Kike Sebastián, de Alegi, y el lasartearra David Martín o el saharaui Salah Amaidan, que regresó a una carrera que ya le ha demostrado su solidaridad. El alavés Martín Fiz cumplirá 50 años en marzo y aún es capaz de correr en 1:04. El ex campeón mundial y europeo de maratón, que comparte con Fermín Cacho una de las tres candidaturas que se presentan a las inminentes elecciones de la Federación Española, fue decimoprimero.

El podio femenino, íntegramente vasco, lo encabezó Oihana Kortazar secundada por la gasteiztarra Laura García y la hondarribiarra Claudia Behobide. La campeona se llevó dos trofeos, la farola -idéntica a la que guardan algunas de las estrellas del Zinemaldi- y el Maria Luisa Irizar como primera guipuzcoana. Natural de Elgeta, uno de los pueblos más altos de Gipuzkoa, y residente desde hace cuatro años en Mutriku, está aclimatada a las alturas y al nivel del mar y también sabe lo que es competir en asfalto pero sobre todo en plena naturaleza. Como buena especialista en montaña, a la hora de elegir opta por la verticalidad. «Agradezco las subidas a Gaintxurisketa y al Alto de Miracruz, lo prefiero a un circuito llano», comentó.

En su segunda Behobia mejoró registro personal en seis minutos y al no salir en primera fila no tuvo claro que encabezaba la clasificación femenina hasta que en mitad del recorrido la afición le avisó de su liderazgo. Nadie lo puso en peligro. Hoy parte hacia Patagonia, donde le espera un maratón alpino.

El primer ganador en el Boulevard no llegó en silla de ruedas sino en handbike. El francés de Boulazac, Joel Jeannot, que el año pasado estrenó la categoría con un gran registro de 35.27, esta vez sobre mojado tuvo que recurrir más al freno por lo que se quedó a dos minutos de su récord aunque mantuvo a los demás a distancia. Su compatriota Julen Casoli logró su cuarta victoria en silla de ruedas tras las de 2007, 2008 y 2009.

Alberto Suárez, campeón paralímpico en el maratón de Londres'2012, se quedó a 47 segundos de su récord. Este invidente asturiano, nacido en las faldas del Angliru, firmó otra gran actuación llegando a meta el decimosexto en la general. El alavés Iñigo Vidondo y Saray Narvaez de Berriozar ganaron en patines.

El reto de Garmendia

El reto lo puso Mikel Garmendia, el primer amputado de una pierna que ha terminado la Behobia cumpliendo un deseo y una promesa. Campeón mundial de triatlón y europeo de duatlón, recientes lesiones no le permitieron rendir al máximo. Terminó en 1.48:24, aunque se veía en 1.35. La prótesis de fibra de carbono que le permite correr recuerda a Pistorius, aunque no se sienta retratado en la comparación. Como él bien puntualiza, el sudafricano es velocista y al donostiarra le van las distancias largas en distintos deportes. Ayer, rodeado de corredores, ellos fueron los que más le animaron.

De los 25.581 inscritos para la prueba reina, 21.536 tomaron la salida y llegaron a meta 21.470, según las cifras manejadas por la organización que calculó cerca de 70 el número de retirados. A falta de récords deportivos hubo uno que nunca falla, el de participantes y llegados a meta. Empapados, pero contentos, la mayoría agradecieron esos 7 a 9 grados de temperatura que les permitieron ir mejor una vez que se pusieron en marcha.

Novedades

El adelanto en la hora de la prueba y la nueva disposición de la meta serán valorados posteriormente por la organización que ayer solo resaltó los problemas ocasionados por el servicio de consigna en el reparto de algunas bolsas de los atletas.

Camisetas como campo de investigación y de denuncia

40 camisetas, de las llamadas inteligentes, se habían repartido previamente entre otros tantos atletas para investigar las causas de las enfermedades cardiovasculares. Otros portaron las de la plataforma Stop Desahucios, que denunciaron la situación e incluso fotografiaron a los campeones con la elástica. M.S.

incidencias

El arco metálico que sostenía el reloj de meta dio el susto en el Boulevard cuando se desmoronó a mitad de la carrera golpeando a un fotógrafo, que luego fue dado de alta. El dispositivo sanitario tuvo poco trabajo, 5 traslados sin consecuencias.

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