Damasco calificó ayer de «declaración de guerra» la unificación de la oposición Siria, que reunida en Doha constituyó una nueva alianza, y denunció con vehemencia la posibilidad de que les sean entregadas armas a los rebeldes, una opción que mencionó París tras reconocer la legitimidad de la nueva coalición. También Washington se sumó, con matices, a este reconocimiento. Para el Siria, la posición de ambas potencias occidentales es «inmoral».

Nada más hacerse pública su constitución, el Estado francés reconoció a la coalición como «único representante del pueblo sirio y el futuro Gobierno provisional de Siria». EEUU, por su parte, la consideró «un representante legítimo del pueblo sirio», pero el presidente, Barack Obama, dijo no estar dispuesto a reconocerla como Gobierno provisional.

Damasco reaccionó de inmediato y, por boca de su ministro de Exteriores, Fayçal Mekdal, tildó de «inmoral» e «injerente» en los asuntos internos de Siria la posición de ambos estados, sobre todo en el caso francés, cuyo «pasado colonial» le ha llevado, dijo, a adoptar una «postura arrogante».

El presidente francés, François Hollande, contempló asimismo la posibilidad de armar a los rebeldes. Hasta ahora, estos han sido abastecidos de armas ligeras a través de Turquía por Arabia Saudí y Qatar, que condicionan la entrega de armamento pesado al apoyo explícito de EEUU y la ONU. Oficialmente, París y Washington solo dan apoyo logístico a la oposición armada.

Los países occidentales siempre han puesto la unificación de la oposición como condición previa para entregarle armas, pero expertos señalaron ayer que la eventualidad de entregas de armas a la oposición siria, pasa por el levantamiento de un embargo europeo e implica una clarificación de la posición estadounidense.

Damasco, que responsabilizó a París de la muerte de miles de sirios por apoyar a la oposición, consideró «inaceptable» una eventual entrega de armas a los rebeldes.

«Declaración de guerra»

Además, el régimen sirio consideró una «declaración de guerra» la unificación de la oposición durante el encuentro celebrado en Doha. Mekdad acusó a la oposición de «no querer resolver pacíficamente la crisis» al rechazar todo diálogo con el Gobierno, mientras Damasco y sus aliados han multiplicado sus llamadas a las negociaciones, opción que la oposición rechaza al exigir ante todo la salida de Al-Assad.