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El adulterio de Petraeus podría ser una trampa de los neoconservadores

La revelación de una relación extramatrimonial que ha costado el puesto al exdirector de la CIA David Petraeus podría esconder una trampa orquestada por los neoconservadores estadounidenses para apartar del cargo a un general no totalmente alineado con Israel.

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GARA | WASHINGTON

La versión oficial en torno a la dimisión del general David Petraeus como director de la CIA y la revelación de nuevos datos parece apuntar a que desde Mata Hari a la agente del Mossad que atrajo al científico nuclear israelí Mordecai Vanunu, el sexo es un arma consagrada en la guerra de espías. Y es que detrás de la infidelidad que llevó a Petraeus a renunciar podría haber una trampa urdida por los neoconservadores para librarse de un jefe de los servicios secretos no alineado totalmente con Israel y en el que los sionistas veían un «enemigo al que había que neutralizar».

El caso fue revelado por un denunciante del FBI, que filtró la investigación sobre la vida privada del general a Eric Cantor, jefe de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes. Una investigación que arrancó con la denuncia de varios correos electrónicos molestos que fueron rastreados con facilidad hasta llegar a Paula Broadwell, analista de seguridad nacional, veterana de la inteligencia militar y biógrafa de Petraeus. Así, el FBI espió durante meses al director de la CIA y descubrió su adulterio.

Sin embargo, Fox News aseguró que fue «la investigación de un caso no relacionado con este y mucho más amplio el que llevó al FBI a tropezar este affaire». Para Justin Raimondo, director de la web Antiwar.com, se trataba de una investigación de contrainteligencia, en el transcurso de la cual apareció Broadwell.

Con anterioridad a su puesto actual en la Escuela Kennedy de Gobierno de Harvard, Broadwell fue directora adjunta del Centro Jebsen de Estudios de Contraterrorismo en la Escuela Fletcher de la Universidad Tufts. El centro fue fundado en 2005 gracias a una generosa donación del exbanquero noruego Jan Henrik Jebsen, director de Gamma Applied Visions Group, «un conglomerado internacional, en parte traficante y productor de armas y, en parte compañía de energía `verde'», explica Raimondo, quien agrega que también forma parte de belicista Instituto Hudson, donde «ha hallado refugio prácticamente cualquier neoconservador».

Este experto señala que los eruditos de Hudson invocan una amplia diversidad de «amenazas» inminentes contra EEUU, pero de entre todas ellas inciden, especialmente, en el islamismo radical, ya que afecta a Israel. «Por cierto -añade-, Hudson opera en Israel, donde impulsa los puntos más ultraderechistas de los elementos más extremistas de la sociedad israelí».

Agrega Raimondo que el Centro Jebsen ha sido también útil para los neoconservadores en su cruzada contra Irak e Irán.

Más allá de la infidelidad

Por eso, señala que el caso va mucho más allá de la infidelidad y subraya que el envío por parte de Broadwell de correos que podían rastrearse hasta ella «tiene poco sentido». «Pero si el objetivo de atraer a un tío de 60 años a una affaire con una mujer mucho más joven era dejarle al descubierto y conseguir que le despidieran, está claro que su actuación fue un éxito», indica.

Así las cosas, asegura que Cantor, a quien recurrió el agente del FBI, «es un gran amigo de Israel y Petraeus no tanto». De hecho, el general otrora adorado por los republicanos fue atacado por el lobby judío cuando testificó ante el Congreso citando a Israel como «un lastre estratégico en Oriente Medio», y al ser ejecutor de la política de Barack Obama de dialogar en secreto a los islamistas era visto por Israel como «un enemigo al que había que neutralizar».

Raimondo mantiene que Cantor prometió al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que «los republicanos `controlarían al Gobierno' con respecto a la política del presidente hacia Israel, con lo que se estaba alineando claramente con un dirigente extranjero contra los intereses de EEUU tal como se perciben en la Casa Blanca», pero se pregunta si llegaría a derribar a un personaje clave para cumplir esa promesa.

Romney achaca su derrota a «regalos» de Obama

El excandidato republicano a la Casa Blanca, Mitt Romney, justificó ayer su derrota en las presidenciales ante Barack Obama, por sus «regalos» a grupos determinados como hispanos, afroamericanos y jóvenes.

El exgobernador de Massachusetts aseguró a sus donantes que la campaña de Obama «se centró en dar a determinados grupos un gran regalo, hizo grandes esfuerzos en pequeñas cosas».

«Por cierto, estas pequeñas cosas suman billones de dólares», agregó en referencia a la abultada deuda de EEUU.

Entre ellas, Romney citó la comunidad de jóvenes estudiantes a los que, dijo, Obama «perdonó los intereses de sus deudas». Asimismo, explicó que «los anticonceptivos gratis fue un gran regalo para las jóvenes mujeres universitarias».

En este sentido, subrayó que el plan de reforma sanitaria, que amplía la cobertura sanitaria obligatoria y que su partido rechaza, fue decisivo. «La promesa del plan sanitario de cobertura a perpetuidad fue altamente motivador entre aquellos votantes que ganan entre 25.000 y 35.000 dólares al año que no estaban cubiertos, así como a los votantes hispanos y afroamericanos», señaló.

Según los sondeos, Obama obtuvo el respaldo del 93 % de los afroamericanos y del 71 % de los hispanos. GARA

bengasi

David Petraeus testificará hoy ante el Senado sobre el ataque al consulado de EEUU en Bengasi el 11 de setiembre. La secretaria de Estado, Hillary Clinton, testificará ante el Congreso en diciembre.

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