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Raimundo Fitero

Olé

 

Cuando el día catorce de noviembre se convirtió en una madrugada del día quince, es decir ese día en el que la mentira volvió a ser la seña de identidad de muchos medios de comunicación, en Tele 5, que había mantenido una programación durante el día de huelga a base de refritos e informativos muy focalizados en la misma, se sacó del archivo un nuevo programa de título «Cabaret Olé», que se colocó sin avisar, sin promoción, sin apenas información sobre el mismo y que nos pilló a todos zapeando entre los canales de la carcundia cristofascista.

Vimos que se recurría a una fórmula clásica, pista central, mesitas alrededor con invitados famosos, una pareja de presentadores todo-terreno, en este caso formada por José Corbacho y Soraya Arnela, más conocida como Poyeya, la cantante del OT que más veces se ha teñido el pelo, y una serie de números cabareteros que iban desde la pantomima al estriptís, los cómicos cuentachistes y otras atracciones de circo y pista, como un pintor australiano que utiliza su pene de pincel. Pricasso se hace llamar y es un buen número de cabaret.

Si Tele 5 lanzó este primer capítulo, esta entrega secreta, a modo de prueba para ver las reacciones de las audiencias y de la crítica, estamos ante una nueva estrategia que nos parece recupera unos modos muy contundentes, sin red, se lanza el producto y sobre la marcha se van mirando sus resultados y se van acomodando. Si fue un detalle post huelguista, se agradece, porque sin entrar en mayores consideraciones, sí notamos ese viejo estilo del cabaret televisado de siempre, un producto de entretenimiento para adultos en donde se mezclan el humor, las músicas, el erotismo, la magia, y el circo más sorprendente. Algo que falta en las parrillas y que puede conseguir unas audiencias suficientes siempre y cuando se coloque en el día y a la hora precisa, y que, por lo menos, sea una alternativa a lo monotemático del canal, con tanto exceso del mundo de «Sálvame» y sus derivados orgánicos y biomecánicos. Además dará trabajo a artistas de mucha calidad, en un soporte que si se cuida puede tener un buen recorrido. O eso esperamos. Lo de siempre, pero con posibilidades.