GARA > Idatzia > Kirolak> Athletic

Una práctica rechazable no exclusiva hacia el Athletic

Indignación por los continuos insultos a Susaeta y Gurpegi

En las redes sociales los aficionados rojiblancos cargan contra el árbitro, por desoir las quejas del capitán, y piden una queja formal del Club de Ibaigane.

p031_f02_097x132.jpg

Joseba VIVANCO

El primer indignado al acabar el partido del Bernabéu fue el propio presidente rojiblanco, Josu Urrutia, quien de manera acertada a la pregunta de la periodista de Canal Plus sobre los aplausos de la grada blanca a Llorente, respondió que lo que le realmente le preocupaban y molestaban habían sido los insultos continuos a Markel Susaeta. Luego, sería el capitán Carlos Gurpegi el que echaría más sal en la herida cuando reveló que advirtió al colegio Teixeira Vitienes de los cánticos contra él por parte de los Ultra Sur, para que al menos constaran en acta, a lo que el trencilla respondió que no escuchaba dichos cánticos «por culpa del pinganillo». El propio Twitter del Athletic, al referirse a lo ocurrido, señalaba tras el encuentro: «José Antonio Teixeira Vitienes respondió a Gurpegui `que no oía nada', y no lo reflejó en el acta. ¿Vosotros los oistéis?».

«Llevo diez años y es triste, quizás el árbitro no es nadie para hacer algo, pero que me diga que no lo oye es muy triste», se quejó el navarro tras el encuentro. «Esto no se acabará hasta el día que me retire», se resignaba.

Ayer, en redes sociales como Twitter o foros de la actualidad rojiblanca la indignación entre athleticzales era generalizada. No solo arremetían contra el colegiado de turno y sus oídos sordos a Gurpegi, sino que reclamaban una queja formal por parte del Club de Ibaigane.

Sin embargo, está claro que llueve sobre mojado y no solo en el Bernabéu, sino en casi cualquier campo de primer nivel, incluido el propio San Mamés, donde ante rivales concretos, sectores de la grada no escatiman en insultos que escandalizarían si su destinatario fuera un jugador rojiblanco, o algunos entonan un «Azkuna muérete» tras anunciar el cáncer que padecía.

Estamos ante un ejercicio de libertad mal entendida. Y no solo en la Liga española, sino en cualquier estadio. Hace unas semanas, en el clásico United-Arsenal, el propio Alex Ferguson clamó contra los habituales insultos entre hinchadas: los de Liverpool han tenido tradicionalmente que soportar cánticos de los rivales sobre el desastre de Hillsborough, en el que murieron 96 personas de aplastamiento en 1989, al mismo tiempo que los aficionados Reds han sido culpables de cantar sobre el desastre aéreo de Munich, en 1958, cuando se estrelló el avión que llevaba a los jugadores de Manchester.

Cánticos hirientes

En la Premier no hay punto débil del equipo rival en el que los locales no hurguen, por muy terrible que sea. En el derbi del norte londinense Tottenham-Arsenal de la temporada pasada, ambos clubes salieron al paso después del partido tras recordar la hinchada gunner a su ex jugador Emmanuel Adebayor el trágico episodio del atentado sufrido por la selección de Togo en la última Copa de África, gritándole: «Deberías haber sido tú el asesinado». Justo ese mismo día, en el Vicente Calderón, un sector del público coreaba ante el Sevilla el deleznable «ea, ea, ea, Puerta se marea».

Queda claro que lo ocurrido el sábado no es patrimonio del Bernabéu. ¿O acaso cantarle a Messi lo de «enano, tu hijo es de Cristiano», como sucedió en Mallorca tras ser padre el argentino no escocería si se tratara de `uno de los nuestros'?

Al final, quien sabe si como gustaba provocar a Jorge Luis Borges, el fútbol no es sino «un invento postcolonial que sustituye a las peleas de cuchillo».

parte médico

Carlos Gurpegi no terminó el partido en Madrid debido a una sobrecarga en los isquiotibiales de la pierna izquierda. Su baja se une a la de Muniain, con sobrecarga en el adductor derecho.

hombre a hombre

«Hacer una marca individual contra equipos de estas características exige mucho más que contra cualquier otro equipo. Las marcas han salido así, pero tenemos las ideas claras», defendió Borja Ekiza sobre el partido.

Los leones la jugaron y no la perdieron

«Jugar y no perder la pelota», reclamó Marcelo Bielsa de los suyos en la previa del choque en el Bernabéu. Pues si echamos mano de las estadísticas, las mismas que, es verdad, muchas veces no dejan ver el bosque, el Athletic la jugó y prueba de ello es que contabilizó 526 pases -por 443 del Real Madrid-, una cifra solo superada ante el Málaga, Valladolid y Betis en San Mamés y -qué llamativo- ante el Atlético en el Calderón. Pero es que el Athletic solo perdió 97 balones, el cuarto partido que menos pelotas pierde de los doce de Liga disputados. El problema es que los otros equipos no tienen la pegada merengue. J.V.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo