Cuando poco después de las 10.00 de la mañana de hoy se haga el llamamiento de los parlamentarios de EH Bildu y estos vayan ocupando sus 21 escaños en frente de los del PNV, que ya estarán en su bancada, se puede dar por cerrado el ciclo del apartheid político que ha tenido a la izquierda abertzale prohibida y fuera de las instituciones.

Tras la suspensión de actividades ordenada por Baltasar Garzón en 2002 y la posterior ilegalización, la izquierda abertzale mantuvo grupo parlamentario en la Cámara autonómica hasta abril de 2005, pero se le retuvieron las subvenciones económicas.

En 2005 el independentismo consiguió sortear la ilegalización a través de EHAK, que logró nueve representantes. En las posteriores elecciones, las de 2009, los tribunales españoles prohibieron las candidaturas de D3M y Askatasuna, la izquierda abertzale quedó fuera del Parlamento de Gasteiz y, gracias a ello, PSE y PP pudieron copar el poder en la propia Cámara y en las instituciones y entes que se eligen en ella.

Esa situación acabará hoy en cuanto, después de que los nuevos parlamentarios y parlamentarias ocupen sus escaños, la actual Mesa sea sustituida por la Mesa de Edad y se proceda a la elección de una nueva. El Parlamento de Gasteiz era la única institución de elección popular que permanecía sin participación de la izquierda abertzale, aunque es necesario precisar que la no legalización inicial de Sortu hizo que esa representación quedara en manos de independientes. Tampoco se puede olvidar que dirigentes de la izquierda abertzale permanecen todavía encarcelados.

Último intento infructuoso

No habiendo podido impedir que la ciudadanía eligiera a sus representantes, todavía ha habido quién ha intentado que el apartheid se extendiera al nombramiento de la Mesa del Parlamento, que por acuerdo generalizado de los grupos será plural y proporcional a la composición de la Cámara.

El parlamentario de UPyD, Gorka Maneiro, remitió una carta a Iñigo Urkullu, Patxi López y Antonio Basagoiti pidiendo que «los partidos democráticos» sumaran sus fuerzas para impedir la presencia de EH Bildu en la Mesa del Parlamento.

Su requerimiento no ha tenido ningún éxito. Ayer mismo, la todavía presidenta, Arantza Quiroga, del PP, reconocía que la Mesa debe ser «reflejo del Parlamento», guste «más o menos» su composición, y recordó que EH Bildu es «la principal fuerza de la oposición».

La previsión es que en la votación de hoy solo se presente una candidata a la presidencia, Bakartxo Tejeria, que saldrá elegida con los 27 votos del PNV. Luego se eligen las vicepresidencias primera y segunda en una misma votación. La posibilidad apuntada de que PP y UPyD voten a la candidata del PSE para superar al de EH Bildu y alterar el orden previsto sería contrarrestada por el PNV. Esto, además, podría conllevar la alteración del orden de reparto de las dos secretarías de la Mesa.