En su repaso diario a la prensa, una esperaba encontrar análisis más serenos y mesurados sobre los resultados de las elecciones de Catalunya. Inocente de mí, creí que el paso de las horas ayudaría a dotarse de más perspectiva, a reflexionar con los datos en la mano. Pero ni por esas. Las vísceras dominan el periodismo de la carcundia madrileña y vertieron ríos de tinta en el papel para insultar de la manera más zafia y soez.

Los columnistas le zurran a Artur Mas hasta en el carnet de identidad. Servidora ha querido traer a estas líneas algunas de las «perlas» para que ustedes valoren el nivel que tienen y cómo se las gastan.

En el vetusto «Abc», el inefable Hermann Tertsch le regala «estas flores» a Mas: «cabezaloca con arrebatos suicidas», «hombre de calidad escasa», «comparable a otros enanos morales, se llamen Carod Rovira o Bolinaga». Paro aquí para hacer sitio también a sus colegas Tomás Cuesta e Ignacio Camacho que, completamente desmelenados, lo llaman «Prometeo enajenado» que ha hecho «una majestuosa charlotada» o promovido una «insólita estolidez política». Y a la ínclita Edurne Uriarte, a la que conocemos bien en este país, no se le ocurre otra que titular su columna «el populismo descuartizado». O sea, se les va tanto la pinza que Artur Mas va a ser algo así como un Jack el Destripador. Por no tener, no tienen ni gusto ni educación, ni tan siquiera un poquito de por favor.

No quisiera empalagar al personal con una retahíla interminable de insultos, pero no puedo pasar por alto el editorial de «La Razón», que en un alarde de simplismo como para hacérselo mirar, defiende esta posición: «Monumental fiasco personal de Artur Mas», ergo «ju- bilar por la vía rápida al aprendiz de brujo». Un insulto, claro que sí, pero a la inteligencia.

El diario de Pedrojota, «El Mundo», en su editorial pedía directamente la cabeza de Mas servida en bandeja, y lo exigía, además, en cuestión de días. Y el cavernícola de Luis María Ansón peloteaba a Pedrojota por su valiosa aportación a la campaña catalana con los papeles del borrador del presunto informe. Para él, «sería una indecencia» que Mas no se rindiera.

Tiene motivos Mas para la reflexión. Pero también tiene mis ánimos y un besito solidario.