No hubo sorpresas en el pleno extraordinario celebrado ayer al mediodía en el Ayuntamiento de Karrantza, donde los votos de los cinco ediles de Karrantza Zabala (KZ) y el de Bildu sacaron adelante la moción de censura contra el hasta ayer primer regidor, el jeltzale José María Martín, que gobernaba en minoría con cinco corporativos.

Como era previsible tras el llamamiento público hecho por el PNV, el salón de plenos estuvo a rebosar de simpatizantes y cargos públicos jelkides, como el presidente del BBB, Andoni Ortuzar; y los diputados forales de Presidencia y Agricultura, Juan María Aburto e Irene Pardo, respectivamente, así como alcaldes y concejales de la comarca. Llamó la atención la presencia del primer edil del vecino Villaverde Turtzioz, enclave cántabro en Bizkaia que gobierna Pedro María Llaguno, del Partido Regionalista de Cantabria (PRC).

En el turno de explicación de voto, antes de que se consumara el relevo al frente del Consistorio, KZ y Bildu insistieron en los argumentos que les han llevado a impulsar la moción de censura como «la falta de transparencia» y la necesidad de «abrir el Ayuntamiento a los vecinos».

Raúl Palacio, el nuevo alcalde, trató de quitar dramatismo al cambio en el gobierno municipal e insistió en que «el día de hoy se tiene que tomar con naturalidad democrática». Tampoco faltó la llamada a los jeltzales para que colaboren en la gobernabilidad del municipio, en beneficio de todos.

Patxi García, de Bildu, sorprendió en su intervención, al desvelar que el lunes recibió una llamada telefónica anónima en la que un varón le advertía de que si seguía apoyando la moción de censura él y dos compañeros más de la coalición «íbamos a acabar tirados en una sima». El corporativo soberanista apostó por el cambio político y social, también en ese valle vizcaino, y criticó «las tramas tejidas por el PNV de estómagos agradecidos», con mención especial «a quienes se han llenado los bolsillos con Karrantzako Minda» o recibido licencias.

Como era previsible, el PNV trató de desacreditar a la oposición, acusando a KZ de ser el causante de que la institución local no haya podido sacar adelante los proyectos que querían por su afán de atacarle.

Su portavoz, Rubén Edesa, centró sus críticas en el grupo independiente, aunque no pasó por alto las críticas internas que han surgido en el seno de la izquierda abertzale karrantzarra por el apoyo del representante de Bildu a la moción.