Caja Laboral Baskonia sobrevive en la Euroliga
Glorioso triunfo tras darse un paseo por el lado salvaje
Los de Tabak ganaron en el filo logrando un 36-20 en la segunda mitad, con una canasta final de Heurtel.
BASKONIA 64
ARMANI MILANO 62
Arnaitz GORRITI
«¡Hey nena, date una vuelta por el lado salvaje!», canta Lou Reed. El Caja Laboral Baskonia deambuló por el lado salvaje y por el séptimo círculo del infierno de Dante. Tocó todas las miserias habidas y por haber, pero remontó. logrando un 36-20 en la segunda mitad. Con un San Emeterio colosal, y una bandeja de Heurtel a 4,4 segundos, poniendo al Buesa Arena en vilo, salió vivo del envite y sigue vivo en la Euroliga. Con todo, debió esperar a que el «triple ignorante» de Basile se estrellara contra el aro. Valió la pena sufrir.
Tocaba hacer los deberes, y más después de que Anadolu Efes lograra derrotar por 73-81 a Cedevita Zagreb. La «parte ajena» estaba cumplida, pero tocaba cumplir la propia. Entre los errores propios y los aciertos ajenos, se rozó el desastre.
Porque las cosas se pusieron peliagudas desde el inicio. Hairston rompía a sus pares en penetración y Bourousis dominaba el rebote mientras que Langford las enchufaba de tres. El Baskonia, por contra, padecía de un exceso de ansiedad, lo que se traducía en malos porcentajes de tiro -y pocos anotadores- y ataques espesos. Los de Scariolo llevaban la iniciativa ante un rival que no se reanimaba ni con la vuelta de Nemanja Bjelica al parqué.
Un arreón de San Emeterio puso al Baskonia 19-21 tras acabar 14-19 el primer cuarto, pero los triples italianos, amén de su buena defensa, facilitaron un parcial de 0-12 con el que Armani Milano se iba 19-33. Para colmo de males, con 23-36 en el luminoso, Nocioni cometía una dudosa tercera falta y le caía la técnica por protestar. Mucho había que remar con 23-40 en el marcador, y aunque San Emeterio, que anotó 10 de los 14 puntos locales de este segundo cuarto, comandó una pequeña reacción de los gasteiztarras, el abismo se abría a los pies del Baskonia en el descanso: 28-42.
Rebote y defensa
Nadie preguntó cómo, sino que el Baskonia remontó. Pero toca explicar los detalles, que fueron una defensa mucho más dura -con una innegable permisividad arbitral-, con la que los gasteiztarras dejaron en 20 puntos a los lombardos, y el rebote -15 en ataque-, los principales elementos de la voltereta.
En ese sentido, Nemanja Bjelica -9 rebotes en su regreso- y Lampe -12 rebotes, 6 de ellos en ataque- tuvieron mucho que ver. El Baskonia se empeñó en tirar de tres, con muy poco acierto, pero lograba segundas, terceras y hasta cuartas oportunidades, y al final jugadores como Heurtel, Lampe o San Emeterio conseguían limar la diferencia, hasta llegar 45-53 al último período.
Con todo, Armani Milano lo tuvo ganado. Porque el Baskonia lo falló absolutamente todo, incluyendo un sinnúmero de tiros libres. Nocioni vio su quinta falta -y a duras penas se libró de la segunda técnica- y, con empate a 59, Cook clavaba un triple que helaba la sangre: 59-62.
San Emeterio emergió para empatar un nuevo triple. Oleson robó una bola y, con Zurbano conteniendo el aliento, Heurtel volteó el marcador. El Baskonia paseó por el infierno, pero logró la victoria.
Suspiraba Zan Tabak antes de arrancar y, aunque siguió siendo autocrítico, no ocultó su alegría, sobre todo porque «servirá para ver las cosas de forma más positiva».
«Claramente hay dos partes. Ellos han anotado 20 puntos en el segundo tiempo. esa fue la clave, y nuestra participación en el partido. En las dos victorias ante Unicaja y Milano, dominamos el rebote. Pero más que nada, estoy contento porque ganamos un partido sin jugar bien. Esto nos servirá para subir el ánimo», declaró.
En cualquier caso, no ocultó su disgusto «por la defensa en uno contra uno, donde nos dieron muchos problemas, sobre todo en la primera mitad, y en las rotaciones del pick'n roll». Asimismo, confesó que no hizo las rotaciones que le hubieran gustado -Pleiss con 4 minutos, Causeur con 7-, «pero había que jugar con los mejores para ganar este partido», subrayaba.
Sergio Scariolo se quiso tomar la derrota con filosofía. Coincidiendo con Tabak, se fijó en los «15 rebotes ofensivos» que capturó el Baskonia en la segunda parte «por uno solo en la primera mitad». También se refirió al «alma» de San Emeterio. «Creía en la victoria cuando nadie más lo hacía», dijo. A. G.
