Pablo Fusto, que no pudo terminar la Liga de Parejas por lesionarse antes de la última jornada, regresó ayer a las canchas y lo hizo de la mejor manera posible, con victoria en la final del Torneo de Getxo y exhibición de juego, la mejor forma de demostrar que el argentino está plenamente recuperado.

Acompañado por Garma en la zaga, el delantero argentino salió decidido a desnivelar la balanza por la vía rápida y así lo hicieron. Se impusieron en el primer set por 12-8 y los dos siguientes resultaron incluso más fáciles, 12-7 y 12-6 ante Altadill e Imanol.

En la final de consolación, un Vladimir Luján mucho más desencanchado por otra lesión más grave, no pudo seguir los pasos del argentino y, acompañado por Urkijo, cayeron derrotados ante Gaubeka-Larrinaga. El resultado fue el mismo, 3-0, pero los sets resultaron bastante más igualados.