Finalizaba octubre de 2003 cuando en la Asamblea General de las Naciones Unidas, el órgano principal de la ONU, se les ocurrió proclamar tal día como hoy, 9 de diciembre, como Día Internacional contra la Corrupción. Pues aducían que la corrupción, ese fenómeno social, político y económico, socava todas las instituciones democráticas al distorsionar los procesos electorales, pervertir el imperio de la ley e impedir el desarrollo económico de los países. Observará el lector que la mayoría de los que cortan el bacalao en la Asamblea de la ONU son representantes de países de democracia formal, es decir, donde el pueblo no puede ejercer el poder, pues su voluntad está secuestrada por unos facinerosos que dicen representarla. A los corruptos a veces les horroriza la corrupción en exceso.

A mí, que vivo de un jornal como tantos otros, la declaración de la renta me sale a pagar. A Gerardo Díaz-Ferrán, sin embargo, mira tú qué suerte, le sale a cobrar; sin ir más lejos, el año pasado, Hacienda, que somos todos, le devolvió 2.052,47 euros. Gerardo hasta hace poco era el jefe de todos los empresarios y, por ende, el amo de todos los trabajadores, a quienes animaba a trabajar más y ganar menos para ser más productivos, única manera de sacar a España adelante. Ahora está en la cárcel. No porque a algún un inspector de Hacienda le extrañase la declaración de la Renta del presidente de la Ceoe, sino porque se pasó un poquito con la cosa del blanqueo.

Cómo son, que ni sus leyes, dictadas en beneficio propio, respetan. Pero no sufráis por Gerardo, queridos, ni lloréis su breve ausencia; si condenado y no absuelto en posteriores recursos y apelaciones, en breve será otro de los indultados merecedor de la gracia del Gobierno. Nada agrada más al ministro de pobladas cejas que ocupa la cartera que llaman, qué ironía, de Justicia, que indultar a torturadores y a empresarios (emprendedores, les dicen), firmes pilares de la España de ayer y hoy.

La dama de enorme cabeza y acartonado rostro, la que ejerce de ministra de Empleo y Seguridad Social, después de decir que los pensionistas están encantados porque les han congelado sus pensiones, cree adivinar próximos brotes verdes. Serán la delicia de los grillos. El nosferatu ministro de Educación, el señor Wert, se siente un toro bravo, que se crece ante el castigo. Los últimos derrotes del torito guapo que tiene botines y no va descalzo han sido a favor de la religión católica en la enseñanza al dictado de la Conferencia Episcopal y su amado Rouco. Al fin el catolicismo con el rango de las Matemáticas o la Filosofía. Sendas tres españolas, por supuesto. Volverán a polucionar, como antaño, las mentes de los niños y anidará la culpa en sus cuerpos. Se necesitan individuos dóciles con quienes llenar de nuevo la Plaza de Oriente los 6 de diciembre.

Hoy, 9 de diciembre, Día Internacional contra la Corrupción, seguiremos contemplando desahucios, colas en el Inem y gente rebuscando en la basura. No veremos banqueros colgados de las farolas, obispos pidiendo perdón ni ministros ineptos dimitiendo. No en España.