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El PNV negocia en Madrid seguir manteniendo el control de Kutxabank

Tras hacerse con el control de Kutxa, BBK y Vital, el PNV y el PP tratan ahora de mantener las riendas de Kutxabank y esquivar la exigencia que hace Bruselas a cambio del rescate para que las cajas se deshagan de su paquete mayoritario de acciones en el banco. De momento, han conseguido que el Ejecutivo español pida a la CE una ampliación de los plazos y una distinción entre cajas «buenas y malas».

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Joseba SALBADOR |

El Memorando de Entendimiento (MoU) suscrito por el Estado español para acceder a la ayuda financiera de 39.500 millones de euros exigía a las autoridades españolas que pusieran en marcha para finales de noviembre una normativa encaminada a una eventual reducción de la participación de la cajas en sus bancos, hasta alcanzar una posición minoritaria.

Esta condición supuso un auténtico jarro de agua fría a las aspiraciones de PNV y PP para el control de Kutxabank, motivo por el que en las últimas semanas han intensificado las reuniones con el Ejecutivo de Rajoy para que éste presente a la Comisión Europea una propuesta alternativa que prorrogue los plazos establecidos en el Memorandum y haga una distinción entre las cajas que han necesitado de ayudas públicas y las que no las han requerido.

De momento, ya han logrado que el Gobierno español envíe un nuevo plan a la Comisión Europea, tal y como confirmó el pasado lunes el propio ministro de Economía, Luis de Guindos. Según explicó, su propuesta sí contempla que algunas cajas sigan controlando los bancos a los que han transferido su actividad bancaria, pero bajo algunas condiciones.

Según fuentes de Economía, la idea es penalizar la mayor propiedad con una presión regulatoria superior y, a la inversa, incentivar la desinversión.

Para ello se establecen cuatro tramos. Aquellas que tengan una participación muy pequeña, bastará con que sean una fundación ordinaria, mientras que las que tengan una posición más mayoritaria, se convertirán en fundaciones bancarias y deberán someterse a una serie de requisitos regulatorios, financieros y de gobierno corporativo en grado máximo.

Además, se establece un «plazo dilatado en años», según confirmó el ministro, para que las cajas no se vean obligadas a malvender sus participaciones.

Contactos confirmados

El presidente del PP en la CAV, Antonio Basagoiti, confirmaba este mismo viernes los contactos entre Kutxabank y representantes del partido que sustenta el Ejecutivo español, al señalar que «alguna reunión» sí ha habido. Estas declaraciones vienen a sumarse a las efectuadas la pasada semana por el propio presidente de Kutxabank, Mario Fernández, quien afirmó que mantiene abierta «una vía de conversaciones» con el Gobierno español.

Fernández se mostró optimista con el resultado de dichos contactos, aunque no ocultó su preocupación por los efectos que el Memorandum pueda tener en el banco vasco. Eso sí, dijo que la pérdida de control le preocupaba «no por la pérdida de los derechos de voto» de las cajas en el banco, sino por sus efectos en la obra social, ya que «hoy no se podría obtener, ni siquiera en las mejores cajas, como las vascas, un valor real de las acciones».

A su juicio, el patrimonio de la caja destinado a obra social «sufriría un serio perjuicio si el dinero que obtiene como consecuencia de la venta de acciones no se corresponde con el valor real de esas acciones».

Una vez presentada la propuesta del Gobierno español con las modificaciones introducidas por PNV y PP, falta por ver si la Comisión Europea y el Banco Central Europeo la consideran suficiente. El FMI también debe ser consultado, ya que actúa en calidad de asesor técnico del programa de rescate.

Fuentes comunitarias aseguran que Bruselas están analizando con detalle el plan, aunque no hay una fecha fijada para dar una respuesta.

Propuesta española

El PNV ha logrado, junto con el PP, que la propuesta dirigida por el Gobierno español a la Comisión Europea contemple que algunas cajas sigan controlando los bancos a los que han transferido su actividad bancaria, aunque sea bajo condiciones.

obra social

El presidente de Kutxabank, Mario Fernández, no ocultó su preocupación por la posible pérdida de control, aunque dijo que no era «por la pérdida de los derechos de voto» de las cajas en el banco, sino por sus efectos en la obra social.

Las cajas más pequeñas, de nuevo, como referencia

Las condiciones que hizo públicas la pasada semana la Comisión Europea establecen que las entidades procedentes de los procesos de bancarización de las cajas de ahorros deben reducir su tamaño en un 60% lo que supone, a juicio de muchos expertos, la constatación del error de las políticas de aumento de dimensión impulsadas anteriormente por el Banco de España

Al mismo tiempo, y aunque la futura regulación supondrá la práctica extinción del centenario modelo de cajas, sí contempla la pervivencia de éstas en el caso de que mantengan su negocio financiero circunscrito a un ámbito geográfico y de actividad limitado. En todo el Estado son ya pocas las que quedan, y entre ellas se encuentran las cajas rurales o Caja Laboral-Ipar Kutxa.

Aunque, en todo este proceso, vuelven a situarse como referentes las que algunos califican de «irreductibles»: la valenciana Caixa Ontiyent y la balear Caixa Pollensa, entidades que siguen afrontando en solitario las turbulencias y adaptándose a los nuevos entornos para seguir cumpliendo sus objetivos de caja de ahorros y obra social en beneficio de su zona de influencia, tal y como insisten en destacar sus directivos. J.S.

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