Todavía restará una jornada por disputar antes del parón navideño, pero la Primera femenina alcanza hoy su ecuador. Y a la espera de que los resultados lo conviertan en oro, el broche a esta primera vuelta es, de momento, de roca. Dura y maciza como pocas para los tres equipos vascos en liza.

Empezando por el Athletic, que disputa uno de los partidos más esperados de la temporada. Con la tranquilidad de saber que, suceda lo que suceda, será campeón de invierno gracias a sus cinco puntos de ventaja, pero con la más que comprensible intención de establecer una diferencia aún mayor, el equipo rojiblanco visita al Barcelona: su principal perseguidor, que además fue el único capaz de mejorar sus espectaculares números la temporada pasada y que, probablemente, tiene la plantilla con más calidad, junto al propio Athletic, de toda la categoría.

No es menos complicado el reto de la Real, por mucho que el Espanyol esté protagonizando, junto al propio cuadro txuriurdin, la sorpresa negativa de esta primera vuelta del campeonato. Las pupilas de Unai Gazpio -que tampoco hoy podrá contar con Gabirondo y Evelyn- se conjuran para encarar el choque con la misma actitud que lo hicieron frente a Levante y Athletic, y confiar en que la fortuna les acompañe esta vez para poner fin a la racha que les ha llevado a encadenar cinco derrotas, hasta colocarles solo un puesto por encima del descenso.

En el que sigue estancadísimo Lagunak, obligado a reaccionar de inmediato para que no se disparen unas diferencias que, pese a todo, todavía son asumibles. Auque tendrá que hacer frente a unos cuantos escollos para conseguirlo. Sobre todo a las bajas -en principio Álvaro Meoqui no podrá contar con Josune, Susana y Maider y tiene un par de dudas más- y, desde luego, a la entidad del rival. Un Levante poderosísimo que, además, llega a Barañain obligado a ganar si no quiere descolgarse definitivamente de la lucha por el título.