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PNV, PSE y PP consensúan en Bizkaia actualizar el plan de residuos sin asumir errores

PNV, PSE y PP aprobaron ayer en las Juntas Generales de Bizkaia una proposición no de norma en la que instan a la Diputación a que apruebe la segunda revisión del II Plan Integral de Gestión de Residuos Urbanos sin asumir que sus anteriores cálculos fueron erróneos.

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Agustín GOIKOETXEA | BILBO

El tiempo ha dejado al descubierto que los datos en los que el PNV, con el apoyo de PSE y PP, ha sustentado durante años el II Plan Integral de Gestión de Residuos Urbanos de Bizkaia (PIGRUB) no eran reales. La crisis económica ha desbaratado la política de inversiones en grandes infraestructuras y, en sintonía con esa lógica, ahora toca descartar la construcción de la segunda línea de Zabalgarbi sin reconocer lo erróneo de los cálculos anteriores, tal y como ayer se achacó desde Bildu.

En febrero, el diputado foral de Medio Ambiente, Josu Madariaga, presentó un estudio técnico para sustentar el viraje en la política seguida, readecuándolo a la nueva realidad económica. A continuación, se creó una ponencia para analizar el texto y el Consejo Territorial de Residuos procedió el 1 de octubre a la aprobación del documento.

Por primera vez desde 1997, según apuntó el juntero de Bildu Asier Vega, a través de la proposición no de norma refrendada ayer por PNV, PSE y PP se insta a la Diputación a que proceda en un futuro Consejo de Gobierno a ratificar los cambios en la gestión de los residuos. Es un aspecto formal, pues en la práctica es el Ejecutivo de José Luis Bilbao el que impulsa ese golpe de timón en materia de tratamiento de residuos, con el respaldo de quienes le dieron en su día el aval para construir la incineradora de Zabalgarbi. La Diputación quiere hacer así partícipes a sus socios.

Palabras como «consenso» o «acuerdo» salieron de boca de los portavoces de los grupos proponentes, mientras Bildu negó que haya existido un proceso participativo y sí dirigido desde la Diputación. Asier Vega incidió en que los objetivos marcados no se han cumplido, por mucho que los responsables forales insistan en que ha crecido la recogida selectiva. Citó, por ejemplo, que en el reciclaje de envases de vidrio, metales y plásticos se ha alcanzado el 40% cuando deberían rondar entre el 55 y 80%, añadiendo que los niveles de compostajes -con experiencias como la del quinto contenedor en el barrio bilbaino de Deustua- «son ridículos».

Vega acusó a la institución que preside Bilbao de «jugar a pequeña» en lo que respecta al tratamiento de los residuos, «sin un objetivo claro y definido, sin sustento alguno en objetivos como una reducción en la generación de residuos, sin políticas para promover una mayor concienciación ciudadana, iniciativas fiscales para incentivar una menor generación de residuos, sin una mejora -apostilló- en los sistemas de recogida para ser efectivos, una falta de compromiso a la vista de los bajísimos niveles de reciclaje y un sorprendente silencio ante las consecuencias de la incineración de residuos en Zabalgarbi».

«Rehenes» de Zabalgarbi

El apoderado soberanista acusó al PNV de no esforzarse por conseguir el «vertido cero» porque hacen faltan basuras con las que alimentar a Zabalgarbi. «Nos hemos convertido en rehenes de una megainfraestructura costosa», lamentó.

No gustaron las palabras de Vega al resto de grupos, que contestaron que el II PIGRUB «no es solo Zabalgarbi», como señaló Arturo Aldecoa (PP), y optaron por aparcar la realidad vizcaina para adentrarse en la de Gipuzkoa; eso a pesar de que, en repetidas ocasiones, han venido manifestando en las JJGG que no quieren inmiscuirse en debates que tienen que efectuarse en las instituciones públicas de ese herrialde.

La jeltzale María Presa se inclinó también por atacar a Bildu, diciendo que no conocen el modelo que defiende la coalición. «No podemos cambiar algo que sabemos que funciona por algo que no sabemos qué es», remarcó la portavoz del PNV en la comisión. Lo cierto es que el discurso más beligerante salió de su boca, complementando las continuas referencias a Gipuzkoa desde las filas del PP.

El responsable foral de Medio Ambiente dijo que el «gran éxito» del II PIGRUB es que se haya demostrado que no hace falta la segunda línea de Zabalgarbi.

Representatividad

Bildu puso en cuestión la representatividad de municipios y mancomunidades en el Consejo Territorial de Residuos. El diputado Josu Madariaga tuvo que reconocer que los ayuntamientos los propone Eudel.

Cumplimiento

El responsable foral de Medio Ambiente habló de cumplimiento «importante» de los objetivos del II PIGRUB, aunque dio la razón a Bildu al decir que, en términos contables, no se han alcanzado las metas.

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