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PRIMERA FEMENINA Primera vuelta

Una vuelta en blanco, verde y rojo

Las capitanas de los tres equipos vascos repasan la primera vuelta de Liga, que solo el Athletic concluye plenamente satisfecho.

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Amaia U. LASAGABASTER

Blanco, rojo y verde. Los tres colores de la ikurriña. Pero bien podrían también, por separado, representar lo que la primera vuelta del campeonato ha significado para los tres equipos vascos en Primera Femenina. Athletic, Real y Lagunak, tan cercanos geográfica y sentimentalmente; tan lejanos ahora mismo en lo deportivo. Sus capitanas repasan para GARA cómo alcanzan las tres escuadras el ecuador liguero.

El blanco sería ahora mismo el color del Athletic. Por inmaculado. Como la trayectoria de las vizcainas, que van camino de repetir los números de récord que consiguieron la temporada pasada. Con, afortunadamente, una diferencia respecto a esa última campaña: esta vez no hay ningún otro equipo capaz de ensombrecer los guarismos del cuadro rojiblanco. Ni siquiera el Barcelona, el único que fue capaz de hacerle hincar la rodilla entonces y que ahora alcanza el ecuador del campeonato a cinco puntos del Athletic.

De ahí que las bilbainas celebraran el empate del Joan Gamper, con el que ponían fin a la primera vuelta, casi casi como una victoria. «Más aún viendo cómo fue el partido -reconoce Iraia Iturregi- porque aunque no nos crearon demasiadas ocasiones claras, la posesión fue suya y se jugó casi siempre en nuestro campo. Y además nos permite mantener esa ventaja de cinco puntos». Renta que la zaguera bilbaina considera «muy satisfactoria, ya habríamos firmado cuando empezamos llegar así a diciembre», pero no «definitiva, ni mucho menos. Quizá si hubiéramos ganado en Barcelona, con ocho puntos... Pero cinco son menos de dos partidos y el Barcelona es un equipazo que no se va a dejar muchos más puntos».

Porque Iraia lo tiene claro. El Atlético de Madrid está más cerca, a apenas tres puntos, pero la verdadera referencia «sigue siendo el Barcelona. Es verdad que el Atlético está muy fuerte, no ha perdido ningún partido y además es el único que nos ha ganado, pero el Barcelona me sigue dando la impresión de ser más fuerte y de tener más calidad». Bastante más complicado, por no decir imposible, lo tienen otros equipos que también partían como candidatos al título. «Yo creo que al Espanyol le podemos descartar y tampoco veo al Levante. Incluso al Rayo, que tiene unas jugadoras muy buenas, hace partidazos y es capaz de ganar a cualquiera, pero es bastante irregular. Y que además tendrían que esperar muchos fallos, no solo los nuestros para meterse arriba. Todavía queda mucho, pero yo creo que la Liga va a estar entre Athletic, Barcelona y Atlético».

Imposible afinar más a estas alturas, aunque la capitana rojiblanca tiene claro cuál es una de las claves para que ese trío se reduzca también hasta dejar un solo ganador. «Siempre decimos que las Ligas se ganan contra los de arriba, pero se pierden contra los de abajo». Y la sentencia parece tener especial validez esta temporada, en la que no hay jornada sin resultado inesperado. Todos los gallos los han sufrido. Excepto el Athletic. «Hay que ir muy mentalizado. Sobre todo cuando juegas fuera de casa porque los equipos en su campo aprietan mucho y sobre todo por el problema de todos los años, que hay algunos campos en los que no se puede jugar. Es lamentable que en la máxima categoría como es ésta se juegue en determinados campos. Desde luego que si fuese fútbol masculino no se jugaría ahí. La Federación debería tomar cartas en el asunto -critica Iraia-. Y además es verdad que el nivel general va subiendo, que las diferencias entre equipos son menores. Eso se nota en los resultados y es bueno para la competición».

Lo cierto es que el Athletic, de momento, se ha librado. Y eso también alimenta el optimismo de cara a la segunda vuelta. «Claro que somos optimistas y tenemos confianza. Porque además recuperaremos jugadoras después de una primera vuelta en la que no hemos tenido suerte con las lesiones. Pero no perdemos la cabeza. Hay gente que ya nos pregunta en qué jornada vamos a lograr el título. Y nada de eso. Si pensamos así, la llevamos clara. A fin de cuentas, con una derrota se nos aprieta todo y con dos igual ya ni dependemos de nosotras. Así que confianza sí, pero con cabeza».

Esperanza

Más de una, y de dos, derrotas ha cosechado la Real, con un rendimiento muy por debajo de lo esperado. Hasta cinco consecutivas, de hecho, ha sufrido en este último tramo liguero, lo que le ha colocado al borde de los puestos de descenso. Pero el equipo de Unai Gazpio ha cerrado la primera vuelta poniendo fin a ese bache con un empate ante el Espanyol y, lo que es más importante, ofreciendo una buena imagen en sus últimos enfrentamientos. Por eso su color bien podría ser el verde. Por la esperanza de que las sensaciones se reflejen en resultados y la segunda vuelta sí esté a la altura de las expectativas.

Así lo espera Aintzane Encinas, que admite que «no hemos sacado todos los puntos que teníamos que haber sacado», pero que prefiere pensar en que «los buenos resultados llegarán y haremos una buena segunda vuelta. Realmente creo que en la mayoría de los partidos hemos competido bien, pero no materializamos las ocasiones aunque hagamos muchas y en muchos partidos nos han hecho gol bastante fácil. Y eso nos ha llevado a donde estamos. Pero yo creo que haremos una segunda vuelta mejor».

Esa confianza que, pese a los reveses, ha mantenido el cuadro txuriurdin es, probablemente, la mejor lectura de estos tres primeros meses de competición. «Quieras que no, la situación te acaba afectando emocionalmente. Pero aún así no creo que estemos fallando en el plano anímico. La confiaza es algo que tienes que saber sacar de dentro para llegar siempre hasta el máximo que puedes rendir y yo creo que el equipo ha sabido hacer eso. Ha sabido reponerse de partidos duros, de partidos que no han acabado con el resultado que merecíamos o en los que lo hemos hecho todo lo bien que debíamos, y salir al siguiente con la máxima actitud». «Competimos contra cualquier rival -insiste la atacante donostiarra-, este equipo no concibe otra cosa que no sea salir a ganar. Que luego no te salga, que te vayas con un empate o incluso con una derrota... Puede ser, pero por lo menos te vas con la sensación de haber luchado, de haberlo intentado y de haberlo dado todo. Y además seguro que has aprendido algo y hay errores que ya no cometerás».

El otro aspecto que debería invitar al optimismo es la distancia, todavía asumible, que separa a las guipuzcoanas del octavo puesto, el último que da acceso a la Copa. Muchos, de hecho, siguen situando a la Real en esas situaciones de privilegio a final de temporada y también Encinas es de las que cree que «por lo menos hay que visualizar el sitio en el que quieres estar. Si no te ves ahí arriba, difícilmente vas a estar. Y yo creo que podemos. Tenemos actitud y calidad, solo es cuestión de que los resultados empiecen a acompañarnos un poco». El problema, que también lo hay, es que son muchos los equipos metidos en esa pelea, en una temporada en la que el nivel medio de la categoría parece haber crecido considerablemente. «Hay un par de equipos que se han descolgado bastante, pero en líneas generales se está viendo que la Liga es mucho más competitiva. Este mismo fin de semana el Valencia le ha remontado al Rayo y casi todas las semanas se da algún resultado inesperado. Los equipos se van igualando, las diferencias son cada vez menores y eso es bueno para la competición aunque complique los objetivos. Pero yo creo que la Real es capaz de estar más arriba».

Falta, quizá, ese punto de inflexión que acabe definitivamente con la mala racha de las blanquiazules, aunque su capitana no crea «demasiado en eso, sino en intentar seguir haciéndolo bien en cada partido, cada vez mejor que el anterior, y los resultados acabarán por llegar. No es cuestión de cortar de raíz con algo porque hemos hecho muchas cosas bien, sobre todo en estos últimos partidos, sino de que se nos pongan de cara esos detalles que decantan los resultados. Y si es este domingo contra el Rayo, mejor. Nosotras, desde luego, vamos a intentar ganar porque realmente sabemos que estamos capacitadas para ganar a cualquiera».

Peligro

Algo que, lamentablemente, no ha podido demostrar todavía Lagunak, el único equipo que no ha logrado una sola victoria en esta primera vuelta y que ni siquiera ha podido sumar un punto. De ahí que le corresponda el rojo, el color del peligro, el del farolillo, efectivamente, rojo. Aunque María Goñi tampoco quiere perder de vista el verde. «Nuestros números son malísimos, no hay duda, pero también está claro que somos el equipo con mayor margen de mejora de toda la Liga. Y que tenemos la suerte, pese a todo, de estar vivas todavía. Y por lo menos yo no me voy a dar por vencida ni voy a perder la esperanzar mientras matemáticamente tengamos posibilidades», asegura la capitana navarra.

Asume, de todos modos, que la primera vuelta está resultando tan «desastrosa» que incluso ese primer triunfo «nos parece un objetivo grandísimo. Por eso nos vamos fijando otros objetivos más pequeñitos dentro del campo en cada partido. Que no nos metan gol, que no nos metan gol antes del descanso... Aunque realmente ni siquiera hemos conseguido eso».

Las razones son múltiples, aunque la cancerbera cree que no hay que olvidar que «en verano se fueron 14 jugadoras y que prácticamente todas las que han venido han dado el salto desde regional, que es una categoría de aprendizaje. El cambio es brutal y lo que deberían aprender en dos o tres años les estamos exigiendo que lo aprendan en meses. Y, evidentemente, el equipo lo nota porque lo normal es que cada año suban dos o tres del filial, no una docena. Pero Lagunak es un equipo humilde, no puede ofrecer dinero y, aunque parezca increíble, hoy en día hay jugadoras que se mueven por eso y prefieren estar en otras categorías y sacar algo de dinero que tener la ambición de jugar en la máxima categoría».

Goñi, de todo modos, tampoco elude la autocrítica. «Lo veíamos complicado, pero tampoco creíamos que íbamos a tener estos números. Creo que hemos facilitado demasiado las victorias al resto de los equipos. Y yo puedo entender que técnicamente habrá que mejorar muchísimas cosas y que hay chavalas que están en plena fase de aprendizaje -explica-. Pero no puedo entender que no nos dejemos el alma en los noventa minutos. A veces nos hemos dado por vencidas al descanso y nos han metido goleadas por eso, por dejar de pelear y eso sí que no puede ser». En este sentido, percibe cierta falta de actitud en las jugadoras más jóvenes. «Sienten como algo normal que nos metan cuatro o cinco, casi se infravaloran antes de empezar los partidos. Y por otro lado me da la sensación de que no valoran estar aquí. Supongo que les falta esa ambición que da el tener que trabajar más para estar en Primera. Por las circunstancias del equipo no han tenido competencia para ascender, para estar en la máxima categoría y eso se nota. He visto lágrimas de alguna compañera después de algún partido y suelen ser de las más veteranas. Yo creo que somos más conscientes de que si Lagunak desciende tendrá muy difícil volver algún día a Primera».

Así que a las veteranas, a las poquitas que se mantienen en el equipo, les toca enseñar a sus compañeras lo que supone «estar en este equipo y en esta categoría» y demostrar que «podemos fallar, tirar cien veces y no meter, que perdamos la mayoría de partidos, pero en lo que no podemos fallar es en correr más que nuestros rivales».

Unos rivales que, además, parecen haberse puesto las pilas esta temporada, lo que provoca que ahora mismo haya casi una pelea mayor por la octava plaza que por la permanencia. La capitana amarilla le da la importancia justa porque «ahora mismo solo tengo ojos para nosotras porque no nos servirá de nada que los demás fallen más o menos si nosotras no cumplimos nuestra parte. Cuando empecemos a sumar, empezaremos a mirar más la clasificación». Un primer resultado positivo que se desea inmediato, no solo porque el margen de error es limitado, sino también porque Lagunak necesita «un partido de referencia. El año pasado vivimos una recta final agónica, pero habíamos ganado partidos, sabíamos que éramos capaces de hacerlo, de reaccionar, de venirnos arriba... Ahora mismo no tenemos una referencia a la que aferrarnos para darle la vuelta aun partido cuando se tuerce. Pero no vamos a dejar de pelear por conseguirlo».

Los números

17. Sonia (Barcelona) acaba la primera vuelta como lo hizo la temporada pasada, encabezando la tabla de realizadoras. 17 ha anotado la delantera culé, frente a los 13 de Jenny (Rayo) y los 12 de Esther (Huelva). Entre las vascas, la mejor es Erika (Athletic) con 11, los mismos que Natalia (Rayo).

Cero. Las derrotas que ha encajado el Atlético de Madrid, único equipo imbatido de la competición. También el único que ha sido capaz de ganar al Athletic que, sin embargo, aventaja en tres puntos a las colchoneras.

15. Las jornadas de la primera vuelta, las mismas que lleva al frente de la clasificación el Athletic, líder desde el primer día, con 12 triunfos, dos empates y una derrota.

Uno. El solitario gol que ha sido capaz de marcar Lagunak. Lo logró en en la novena jornada, nada menos que ante el Barcelona, aunque lamentablemente tampoco le sirvió para puntuar.

A sorpresa por jornada en una temporada con revelaciones y desilusiones

La primera vuelta de la Liga deja varias lecturas. Por ejemplo, que el Barcelona ya no es invencible. Pero también que el nivel medio de la categoría ha crecido, lo que ha multiplicado los resultados inesperados, y que la irregularidad ha apartado ya de la carrera por el título a varios equipos que partían en septiembre en el grupo de candidatos.

Es el caso del Espanyol, campeón de Copa y ahora mismo séptimo clasificado, a 14 puntos del Athletic. Para María Goñi es la principal sorpresa negativa de esta primera vuelta. «Junto a Lagunak -admite-, pero teniendo en cuenta todos los medios de los que disponen, las plantillas que tienen... Casi me parece más decepcionante que Espanyol o Rayo estén ya fuera de esa pelea». Para Aintzane Encinas es precisamente la trayectoria de Lagunak la que supone el punto más negativo de estos tres meses. «Se me hace muy duro ver que lo estén pasando mal, que no hayan conseguido puntos. Espero que reaccionen porque no me gustaría nada ver descender a Lagunak». Y a Iraia Iturregi, curiosamente, es la trayectoria de la Real la que más le ha sorprendido en forma negativa «porque tienen un buen equipo y trabajan muy bien. Aunque precisamente por eso también creo que en la segunda vuelta irán para arriba. Solo les falta ese puntito de suerte que siempre es necesaria. No sé si fácilmente, pero estoy segura de que acabarán entre las ocho primeras».

Tampoco hay quorum entre las revelaciones, aunque coinciden Goñi y Encinas. «Los dos ascendidos, Sevilla y Levante Las Planas -destaca la navarra-. El cambio de categoría es complicado y lo están haciendo muy bien. Están prácticamente salvados e incluso pueden pelear por la Copa». «Me ha sorprendido mucho el Levante Las Planas -coincide la donostiarra-. Es un equipo muy bien trabajado, con gente con mucho nivel... No me lo esperaba». Quizá porque es su principal perseguidor, Iraia se queda con el Atlético. «No me esperaba que lo fuera a hacer tan bien y que estuviesen tan arriba, aunque sigo creyendo que el Barcelona tiene mejor equipo».

El mejor, de hecho, para la capitana rojiblanca «porque tiene las mejores individualidades y está muy bien trabajado». En este caso, Encinas se queda con el Rayo, «sobre todo por la gente de arriba. Técnicas, rapidísimas..., muy potente». Goñi cree que cualquiera de los de arriba «son muy buenos equipos». A.U.L.

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