GARA > Idatzia > Kirolak> Osasuna

El Valencia vuelve a ganar en El Sadar

Nueva dosis de la misma medicina

Excepto al inicio del choque, en el que dieron la sensación de salir a por el rival, los rojillos estuvieron en manos de un Valencia que llevó el partido a su terreno y que supo poner el ritmo que le interesó a raíz de lograr su primer gol al inicio de la segunda parte.

p034_f01_534x453.jpg

OSASUNA 0

VALENCIA 2

Natxo MATXIN

Ni titulares ni suplentes, el Valencia volvió a dar de la misma medicina a un Osasuna maniatado y que careció de espíritu de reacción cuando encajó el gol che. Los de Mendilibar, que sí que dieron la cara en la primera parte, naufragaron con estrépito en una reanudación en la que solo un par de arreones dejaron constancia de ser los propietarios del terreno de juego. Con el 0-2, la eliminatoria queda decantada y los rojillos deberán centrarse en la Liga.

Con el pitido inicial, los navarros dieron la sensación de salir mejor posicionados que el sábado, con más llegadas a la meta de Alves y una predisposición ofensiva bastante más clara. Un espejismo y una tendencia que dio lugar a sendos disparos de Timor sin mucha concreción, pero que animaron a una grada necesitada de estímulos ante la gélida climatología.

Sin embargo, la dinámica fue decayendo y para el primer cuarto de hora las fuerzas sobre el verde ya se habían igualado, con un Valencia más parecido al del encuentro liguero, dominando el centro del campo, tocando, pero sin inquietar demasiado. Un empalme de Jonás desde fuera del área fue la primera llegada che más reseñable.

El encuentro entró entonces en una tónica bastante monótona, con mucho centrocampismo, errores mutuos y un Osasuna más parapetado en su campo, tratando de salir en velocidad con el tándem Roberto Torres-Manu Onwu, una pareja que apunta maneras si dispone de minutos. De esa conexión y del sempiterno balón parado surgió el mayor peligro local.

Un gran centro de Álvaro Cejudo que, como acostumbra apareció con cuentagotas y fue de más a menos hasta casi desaparecer, a punto estuvo de ser concretado por la cabeza del valtierrano, al que le faltó un paso para concretar a la red. El canterano aún tuvo otro lance para estrenarse en el encuentro. Una buena combinación al borde del área acabó con el ribero en franca posición a escasos doce metros de la meta visitante, quizás un tanto escorado, lo que provocó que, junto al golpeo exterior del balón, acabase con el cuero en las redes laterales.

Sin embargo, la mejor oportunidad cayó del lado levantino. Jonás supo incrustarse con criterio entre Lolo y Rubén para marcharse en velocidad y plantarse solo frente a Riesgo, quien realizó la parada de la tarde. Una gran manopla la que sacó el debarra para mantener el marcador inicial.

Mazazo para empezar

El choque y la eliminatoria se decidieron apenas iniciada la segunda parte. Una falta innecesaria de Lolo al borde del área generó un golpe franco directo que Dani Parejo botó con maestría. Su primer gol en el conjunto che después de disputar 44 partidos y un mazazo considerable para la moral de los anfitriones que, a partir de ahí, deambularon como pollo sin cabeza por el césped.

El gol afianzó el plan valencianista, que siguió a lo suyo, tocando una y otra vez la pelota hasta desesperar al rival. Osasuna corría todo el rato tras el balón en una suerte de presión que nunca estuvo bien ejecutada. Como mucho, los de Mendilibar llegaban a los dominios visitantes con la versión del disparo lejano. Esta suerte la intentaron tanto Timor, en primer lugar, como posteriormente Cejudo, ambos con el punto de mira muy desviado. Era lo mejor del lado local, que demostraba bien a las claras la poca llegada de que hacía gala

Media hora les costó darse cuenta a los navarros que el encuentro se disputaba en sus dominios. Sin ser una revolución, la entrada de Nino espoleó algo más la filas encarnadas. De hecho, de las botas del almeriense arrancó una de las opciones de un segundo tiempo para olvidar. Tras hacer la diagonal, el ariete buscó el hueco necesario para procurarse un disparo envenenado que sacó no sin ciertos apuros Alves.

Poco hacía falta para que el graderío se enardeciera y de la arrancada de Nino dio la impresión de que la escuadra rojilla podía dar otra imagen y rendimiento. Un disparo de Annan desde fuera del área, con botes todo hay que decirlo, mantuvo la esperanza, pero el Valencia estaba muy bien posicionado, además de acumular un entramado defensivo con un buen número de hombres.

Pese a no merecerlo, Osasuna dispuso de la ocasión de empatar, pero este equipo parece negado con el gol en los últimos tiempos. Primero Lolo, que estuvo a punto de repetir el episodio del año pasado, pero esta vez salvó Alves, y luego Nino, que falló incomprensiblemente en el segundo palo. El que no erró fue el Valencia y Soldado nos volvió a dejar otro «regalo».

Mendilibar: «No hemos apretado de la misma forma que en las jornadas anteriores»

Aunque sin reproches para el trabajo de los suyos, José Luis Mendilibar sí que reconoció que el equipo, tanto en el encuentro liguero del sábado como en el copero de ayer, «no ha apretado de la misma forma ni hemos disputado los balones como en anteriores partidos. Nos ha faltado un poco más de punch para ganar los duelos».

Difícil encontrar razones para tal cambio según el técnico zaldibartarra, aunque algunas de ellas pueden estar «en que quienes han jugado no lo suelen hacer juntos», en el caso de la derrota en el torneo del K.O., y que en lo que respecta a la anterior, «hemos sufrido importantes bajas que nos han penado mucho, ya que habíamos cogido la onda con hombres que jugaron los mismos bastantes minutos».

Más centrado en el 0-2 cosechado ayer, Mendilibar no ocultó su malestar por «haber regalado una falta (la que propició el primer gol che) en la que el contrario está de espaldas, no te va a generar peligro y hay que saber aguantarle». «Al final, el mejor ha ganado, pero no podemos ponerle el balón en el borde del área a un contrario que tiene mucha calidad. Está claro que hace falta un milagro para que le demos la vuelta a la eliminatoria», apostilló.

Precavido y al mismo tiempo diplomático, el entrenador valencianista, Ernesto Valverde, no quiso darle más del 50% de opciones a su equipo para superar la eliminatoria, «primero porque hay que respetar al contrario y, segundo, porque he vivido muchas cosas en el mundo del fútbol y no será la primera vez que puede ocurrir lo inesperado». «No voy a ocultar que es un buen resultado, sobre todo porque es importante mantener la portería a cero y tener la impresión positiva de que el rival te hace poco daño», amplió. N.M.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo