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Los militares golpistas deponen al primer ministro de Mali

Mali agudiza la crisis política que vive desde hace meses tras la detención y dimisión forzada del primer ministro, Cheick Modibo Diarra, bajo la presión de los militares golpistas. El ejército de Mali se opone a la intervención militar extranjera que se prepara en Azawad -el territorio tuareg del que Bamako ha perdido el control- y que Diarra apoyaba.

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GARA | BAMAKO

El primer ministro de Mali, Cheick Modibo Diarra, anunció al amanecer su dimisión y la de su gobierno después de haber sido detenido por la noche por militares a las órdenes del capitán Amadou Haya Sanogo, jefe de la junta militar que derrocó al expresidente Amadou Toumani Toure el pasado marzo y que sigue jugando un papel clave en el país.

Esta destitución forzada por los militares sigue a la decisión de la Unión Europea de enviar al país 400 militares a comienzos de 2013 para instruir al Ejército de Mali con el fin de que reconquiste el territorio al norte del país, del que perdió el control hace ocho meses, tras la revuelta tuareg.

Este acuerdo es el primer compromiso concreto de la intervención que preparan varios estados africanos agrupados en la Comunidad de Estados del Oeste de África y potencias occidentales y que solo espera el visto bueno de la ONU.

Los militares rechazan esta intervención de una fuerza extranjera, o al menos quieren ser ellos quienes la dirijan pese a sus evidentes carencias, pero el depuesto primer ministro era favorable a la misma.

Nuevo primer ministro

El que fue portavoz de la junta militar golpista, Bakary Mariko, desmintió que se tratara de un golpe de Estado. «El primer ministro será reemplazado en las próximas horas por el presidente de la República», Dioncounda Traoré, y acusó a Diarra de no haber actuado como «hombre de deber» frente a la crisis de Mali, sino en función de «una agenda personal». Unas horas después, Traore designó primer ministro a Django Cissoko, antiguo secretario general de la Presidencia.

El capitán Amadou Haya Sanogo demostró así que mantiene el control del país tras ceder el poder a Traore, una vez derrocado el expresidente Amadou Toumani Toure.

Sanogo, en una intervención en televisión, justificó la destitución forzada de Diarra, calificándolo como «punto de bloqueo» que no tenía «ningún respeto para el pueblo». «Nada funcionaba», añadió. Este golpe militar fue condenado por la ONU, la Cedao, la Unión Europea y Estados Unidos.

La Unión Europea pidió que el Ejército «deje de interferir en la vida política» y pidió que se nombrara un primer ministro consensuado. Además, confirmó que seguirá adelante con la planificación de la misión de entrenamiento del Ejército de Mali

En Bamako, los habitantes acudían con normalidad a sus ocupaciones y no se observaba un despliegue anormal de militares, aunque aumentó la vigilancia policial en los ministerios.

Un «navegador interplanetario» que aterrizó en la política de Mali

El destituido primer ministro maliense Cheik Modibo Diarra era antes de su nombramiento un astrofísico de renombre internacional que decidió lanzarse a la política en 2011. Fue nombrado primer ministro en abril por el presidente interino, Dioncounda Traoré, designado tras el golpe de Estado militar que derrocó a Amadou Toumani Toure por parte de los mismos militares que destituyeron ayer a Diarra tras su posicionamiento a favor de la intervención extranjera en Mali. Nacido en 1952 en Nioro creció en Segou «con una confianza ilimitada en la vida», según afirma en su biografía en la que se define como «un navegador interplanetario». Tras sus estudios en Bamako, consiguió en París licenciarse en matemáticas, mecánica analítica y física, así como un máster en mecánica de fluidos.

Entre 1984 y 1989, fue profesor de ingenieros en la Universidad de Howard, en Estados Unidos. En 1989 comienza su etapa de Jet Propulsion Laboratory (JPL), contratado por la NASA. Dirige varias misiones espaciales explorando el sistema solar con sondas equipadas con robots, y se hace famoso con las misiones a Marte de 1997. Con este prestigio es nombrado embajador de buena voluntad e la Unesco y presidente de la Universidad Virtual Africana, que dejó en 2005 para fundar la universidad numérica francófona mundial. En 2006 fue nombrado presidente de Microsoft en África.

Pero no olvidó Mali. En marzo de 2011, presenta en Bamako su partido político, la Unión para el Desarrollo de Mali, un año antes de las presidenciales anuladas por el golpe militar. «La política no debe ser solo un asunto de profesionales», afirmó. GARA

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El Consejo de Seguridad de la ONU se mostró dispuesto a aplicar sanciones contra quienes impidan restablecer el orden constitucional y actúen para minar la estabilidad de Mali. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió el fin de la injerencia de los militares en la política.

De la rebelión tuareg al golpe militar y a la intervención extranjera

El 22 marzo de 2012 un golpe militar acaba con el régimen de Amadou Toumani Toure, acusándolo de incompetencia para acabar con la rebelión tuareg que había comenzado en Azawad, al norte. La junta militar encabezada por el capitán Amadou Haya Sanogo disuelve las instituciones. Pero entre marzo y abril, la rebelión, encabezada por el independentista MNLA y grupos islamistas aprovecha el caos y expulsa de todo Azawad al Ejército maliense. El 6 de abril la Cedeao (Comunidad de Estados de África del Oeste) prevé al transferencia del poder a un presidente y un primer ministro de transición: Dioncounda Traoré y Cheick Modibo Diarra, respectivamente. Traore es atacado en mayo por manifestantes.

Mientras, los islamistas se hacen con el control de Azawad y desplazan a los independentistas. En octubre la ONU prepara el desplazamiento de una fuerza militar y piden a los países de la Cedeao que preparen un plan. A la vez, la ONU y la Cedao inician el diálogo con el MNLA y los islamistas de Ansar Dine. No obstante, en noviembre acuerdan el despliegue de una fuerza extranjera de 3.300 soldados para «reconquistar el norte». Entre mensajes contradictorios de negociación e intervención militar, el Gobierno de Mali se compromete con Ansar Dine y el MNLA en seguir las negociaciones, bajo la condición del respeto a la «integridad territorial» de Mali y el «rechazo al terrorismo» para resolver la crisis del país. El 10 de diciembre la Unión Europea da el primer paso para concretar su intervención en Mali, consistente en entrenar y reorganizar el Ejército en 2013 para ayudarle en la reconquista de Azawad. GARA

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