GARA > Idatzia > Mundua

Japón envía sus cazas tras sobrevolar un avión militar chino las islas en disputa

La crisis sino-japonesa en torno a las islas Diaoyu/Senkaku vivió una nueva escalada ayer, después de que un avión militar chino sobrevolara el archipiélago y Japón enviara sus cazas en respuesta a lo que consideró la primera violación de su espacio aéreo tras la crisis de setiembre.

p026_f01.jpg

GARA | PEKÍN-TOKIO

El Gobierno de Japón envió ayer ocho cazas F-15 y un avión de alerta rápida E-2C a la zona de las islas Senkaku/Diaoyu, cuya soberanía se disputan Tokio y Pekín, después de detectar la entrada, por primera vez, de un avión militar chino en el espacio aéreo de ese archipiélago, y presentó una protesta ante Pekín a través de su embajador por la «intrusión» aérea y naval que calificó de «muy lamentable». China, por su parte, instó a Japón a abandonar las «actividades ilegales» que lleva a cabo en el espacio aéreo del disputado archipiélago.

El incidente se produjo pocas horas después de que cuatro patrulleras de vigilancia de China entraran a primera hora de ayer en aguas que Japón considera suyas en torno a estas islas, algo que ha sucedido en quince ocasiones anteriores desde el pasado 11 de setiembre, cuando la crisis alcanzó su punto más álgido. La disputa sobre el archipiélago conocido como Senkaku por Japón, como Diaoyu por Pekín y como Tiaoyutai por Taiwán, que también lo reclama, se recrudeció entonces cuando el Gobierno nipón adquirió el terreno de tres de las islas, que nacionalizó, y desató una ola de protestas en China.

«Las islas Diaoyu son territorio inherente chino desde tiempos inmemoriales y es completamente normal que un avión nuestro las sobrevuele», dijo ayer en rueda de prensa el portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores, Hong Lei.

Restó importancia al envío del citado avión de vigilancia marítima, según informó AFP, y arremetió contra Japón instándole a «dejar de cometer ilegalidades».

Los últimos sucesos coinciden con el 75 aniversario del inicio de la masacre de Nankín, en la que cientos de miles de personas fueron ejecutadas por las tropas japonesas en esa ciudad china durante un mes y medio en 1937. Una «atrocidad», en palabras de Hong, tras la que «China quiere impulsar las relaciones sino-japonesas basándose en la historia a modo de espejo y mirando hacia el futuro», por interés común.

No obstante, incidió en que la actual situación ha sido causada por Japón, por lo que dijo que Tokio «debe resolver el conflicto mediante el diálogo y la negociación, y devolver las relaciones bilaterales a la normalidad».

Mitsuyuki Kagami, profesor en la Universidad de Aichi y especialista en política china, estimó que el «comportamiento agresivo de China puede reflejar la influencia de (el exlíder chino) Jiang Zemin sobre el Gobierno de Xi Jinping».

«En noviembre, el presidente saliente Hu Jintao dijo que China se convertiría en una potencia marítima», señaló Kagami, quien tachó de «inquietante» que China esté empezando a enviar barcos y aviones militares a la zona. Sin embargo, aseguró que Pekín no quiere la guerra, sino «presionar a Japón a sentarse a la mesa de negociaciones para resolver estas disputas territoriales».

vigilancia

En plena campaña para las elecciones parlamentarias del domingo, el primer ministro japonés, Yoshihiko Noda, respondió pidiendo una vigilancia «especial» sobre el archipiélago en disputa.

China recuerda con una vigilia la masacre de Nankín

China recordó en la madrugada de ayer, con una vigilia con 3.000 velas seguida de una ceremonia, a los centenares de miles de personas que fueron ejecutadas por las tropas japonesas en Nankín (Nanjing, en chino) en 1937, la antigua capital china donde ayer hizo 75 años que comenzó una masacre que se prolongó durante mes y medio.

El 13 de diciembre de 1937, el Ejército japonés invadió Nankín y en las seis semanas siguientes sus tropas incendiaron y saquearon, violaron en masa a decenas de miles de mujeres y mataron a entre 150.000 y 340.000 personas, según distintas fuentes históricas.

Como cada año, China rememoró su particular holocausto, en la antesala de la Segunda Guerra Mundial, con una ceremonia en el Memorial de las Víctimas de la Matanza de Nankín por los Invasores Japoneses, construido sobre una fosa común de más de 10.000 cuerpos.

Según las cifras que recogió Iris Chang en su libro «La violación de Nankín», la invasión japonesa de China, entre el verano de 1937 y el final de la Segunda Guerra Mundial, en setiembre de 1945, provocó, entre ejecuciones directas, soldados caídos y víctimas de epidemias, hambre y experimentos médicos, la muerte de más de 19 millones de chinos. GARA

patrulleras

Tres patrulleras chinas se adentraron en aguas de las islas Senkaku/Diaoyu, que Japón considera sus aguas territoriales. Se acercaron a 22 kilómetros al oeste de las costas de la isla de Uotsuri.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo