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Campeonato del Cuatro y Medio

Mucho más que consejeros

Asier Olaizola y Asier García, hermano y primo de los dos finalistas además de botilleros, analizan la final.

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A.A.-J.O.

Los dos Asier, Olaizola y García, son probablemente las dos personas que mejor conozcan a los dos finalistas de mañana, los que mejor saben cómo están físicamente, los miedos y las esperanzas que cada uno tiene, las sensaciones, las estrategias marcadas para calarse la última txapela del año. Y es que, al margen de haber compartido partidos, entrenamientos, nervios y kilómetros de coche, les une mucho algo más fuerte que el frontón, poseen lazos familiares con Aimar Olaizola y Oinatz Bengoetxea, lo que los convierte en mucho más que consejeros.

En la saga de los de Goizueta, como hermano mayor, Asier fue el que abrió el mundo de la pelota para Aimar. Con cuatro años de diferencia, ambos han compartido juegos, trastadas, ropas, juguetes y más adelante hasta negocios. Hoy en día son unos habituales en casi todas las finales, en las que a Asier le toca el papel secundario, el de aconsejar a un pelotari que parece tenerlo todo muy claro.

A pesar de que el lazo familiar no sea tan directo -Asier García y Oinatz Bengoetxea son primos- la relación entre ambos es estrechísima. Pese a los cinco años de diferencia entre ambos, el mayor de los dos pasó muchísimas tardes de su infancia en casa de los Bengoetxea y, además, se da la circunstancia de que los primos por parte del padre del pelotari eran de la cuadrilla de Asier García, de ahí que esas confidencias entre ambos son muy antiguas, eso sí, siempre con una pelota o algún deporte de por medio.

Porque la pelota no es sino uno más de las múltiples actividades que Asier García ha practicado. Como todos los niños de la localidad navarra, el frontón ocupó muchas horas de su infancia, pero poco a poco la bicicleta fue atrapándole, llegando a correr un par de años en amateurs. La pelota recuperó protagonismo años después junto con el fútbol, pero una fibrosis en su mano lo limitó a jugar con la pelota goxua -con la que ha puesto en apuros a su primo en algún torneo local-.

Desde muy pequeños

Pero al margen de lo que uno u otro pueden saber de pelota, lo bueno que ambos botilleros tienen es que conocen la trayectoria de sus pupilos desde el primer día. Vieron sus primeros pelotazos y han vivido su evolución casi en primera persona, por lo que son los primeros en conocer lo que puede pasar por la cabeza de ambos finalistas.

Los aplazamientos han hecho que la espera se haya hecho larga para ambos y Asier Olaizola cree que su hermano ha pasado por mejores momentos en este Cuatro y Medio. «Yo entrenando quizás no le he visto tan fino como durante la liguilla, aunque luego el día de la final, con la tensión y demás, suele ser todo diferente. Pero bueno, si da lo suyo, Oinatz tendrá que jugar mucho para ganar», apuntó a GARA el pelotari de Asegarce.

El de Goizueta es uno de esos pelotaris que siempre parece dar aquello que necesite para ganar, pero Asier García también entiende que su primo se crece en los partidos importantes. «Está claro que, de cara a una final, Oinatz es un pelotari que se enciende. Nos ha costado mucho, muchísimo, llegar a hacer un buen papel en el Cuatro y Medio, teníamos una espina bastante grande clavada con esta distancia. Hemos estado mucho tiempo intentando variar la forma de jugar, intentando acoplar el juego a nuestra manera de ser, para intentar sacar mejores resultados. Parece que ahora mismo hemos encontrado esa fórmula y esto es un gran premio para nosotros», apuntó.

Pero los dos pelotaris también se conocen muy bien, han jugado infinidad de partidos en contra, de ahí que será difícil que ninguno de los dos pueda sorprender a su rival. «Creo que va a ser un partido muy rápido. Seguramente se jugará mucho de aire y, además, es un frontón muy exigente y muy difícil de defender», apuntó Olaizola I.

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