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Derbi en Zurbano | Emoción y triunfo baskonista

El «ensayo general» de la final de la Euroliga se queda en casa

Los gasteiztarras se impusieron en un final de infarto tras desperdiciar varias opciones para romper el derbi. El temple de Nocioni en el tiro libre y un grave error de Hamilton lo decidieron todo.

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CAJA LABORAL BASKONIA 81

BILBAO BASKET 80

 

Arnaitz GORRITI

No fue el mejor partido entre Caja Laboral Baskonia y Bizkaia Bilbao Basket, pero no por ello dejó de ser un derbi de altura. A 42,5 segundos, Vasileiadis empataba el duelo a 77 después de que los gasteiztarras dominaran el duelo con varias opciones de romperlo. Acto seguido, Grimau cometía una dudosísima falta sobre Nocioni al rebote, para que el de Santa Fe pusiera el 79-77, y tiempo muerto de Katsikaris a 22,9 segundos.

Hamilton tuvo la prórroga en su mano, pero no se atrevió a lanzar y luego perdió el balón. Nocioni, con otros dos tiros libres, anotaba el 81-77, para que Hamilton maquillase su error con un triple limpio: 81-80. Estos dos equipos algún día se jugarán una finalísima entre ellos: Copa, Liga ACB o Euroliga. Lo de ayer fue el «ensayo general».

Mumbrú en las cercanías del aro empezaba mostrando que, cuando se deja de niñerías, es un gran jugador, logrando los seis primeros puntos de su equipo, pero Nocioni le replicó que, para alero estelar, ya se bastaba él, respondiéndole a base de triples. Los de Katsikaris tardaban en responder desde la larga distancia -erraban sus ocho primeros triples, con Vasileiadis y Mumbrú con el punto de mira desviado, por 4 de 6 de los de Tabak-, situación que los locales aprovechaban a base lograr canastas fáciles después de controlar el rebote. Cinco puntos de Causeur y una bandeja a la contra de Nocioni obligaban a Katsikaris a pedir el primer tiempo. Después de ese 17-12, el primer cuarto acabaría 22-18.

El Baskonia cerraba el suministro de balones a los hombres grandes bilbainos, mientras que estos intentaban abrir el campo sacando a Moerman por Hervelle, amén de castigar a los exteriores gasteiztarras con la salida de Grimau como base, debido a la ausencia de Raül López, con problemas en los isquiotibiales. Con seis puntos seguidos de San Emeterio y otro triple de Causeur: 31-21 y Zurbano bailaba.

Los «ocho magníficos» de Bilbo

La renta baskonista se estabilizó en torno a la decena. Un par de jugadas de enormes fundamentos de Nemanja Bjelica casi puso el Buesa Arena del revés, pero no paralizó a los hombres de negro, entre quienes Zisis, Grimau y Rakovic se erigían en la tripleta de resistencia para mantener a los suyos con vida, amén de los primeros destellos de Moerman. Además, la entrada en pista de Heurtel, Oleson y Lampe hizo que el ataque del Baskonia se espesara mucho y viviera de decisiones individuales, como un triple de San Emeterio sobre la bocina de posesión.

Con todo, parecía que Bilbao Basket hallaba al fin su ritmo de juego, basado en sus «ocho magníficos». Su primera aproximación fue un 40-35, con las primeras buenas acciones de Hamilton -aunque desperdició un tiro libre y el ataque posterior tras una antideportiva de Milko Bjelica- y una mejora sustancial en defensa. Al descanso, 44-41 tras una discutible segunda falta de San Emeterio, aprovechados por Mumbrú con polémica, tras invalidar un tiro errado, tras un «falso tiempo muerto» del técnico baskonista.

Entre aleros anda el juego

Un «dos más uno» de Nocioni, seguido por una bandeja de Hervelle, hacía ver que el derbi no se iba a romper de cualquier modo, aunque el Baskonia, con los mejores momentos de Heurtel -más libre cuando sale a la carrera- y Milko Bjelica, cerca estuvieron de hacerlo al abrir el abanico a los 10 tantos: 53-43.

Pero héte acá que despertaba Vasileiadis -al mismo ritmo que se apagaba Causeur-. De su mano, y también porque Hervelle y Hamilton también daban la cara, Bilbao Basket se arrimaba a dos puntos, 55-53, momento en el que Tabak llamaba a capítulo, hacía saltar a Cabezas y daba juego a los «tres mosqueteros» Nemanja Bjelica, Nocioni y San Emeterio. Los tres aleros respondieron con un parcial de 6-0 que obligaba a Katsikaris a poner orden y devolver a la pista a un fatigado Zisis. Una canasta de Rakovic, dos tiros libres de San Emeterio y un triple errado por Nocioni tras pasos de Zisis, y Baskonia entraba en el cuarto final con el derbi de cara: 65-57.

Heurtel le da emoción

Sendos triples de San Emeterio y Nemanja Bjelica parecían, otra vez, dar el golpe de gracia a los hombres de negro, que subsistían gracias a la aparición definitiva de Hamilton y los tiros libres, sobre todo ante Pleiss.

Pero quien le dio emoción a la cosa fue Heurtel. O Tabak, a través del base francés, que se dedicó a «sobar» el balón y perder ataques y balones, hasta el punto de que Bilbao Basket se arrimó y puso nerviosa a la parroquia baskonista. Pero Nocioni no, y donde él atinó erró Hamilton. El ensayo se queda en casa.

 
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Todos felices, de la «reacción» del Baskonia a la «pelea» de los hombres de negro

Desde Gasteiz se ponía en valor la buena puesta en escena baskonista a pesar de jugar dos partidos importantes en menos de 48 horas. Desde la perspectiva bilbaina, el acento se ponía en la capacidad de pelea y competitividad de los hombres de negro a pesar de la ausencia de Raül López. Cada cual veía la feria según sus gustos, pero todos los protagonistas sacaban conclusiones más bien positivas.

Por ejemplo, Zan Tabak contrastaba que, «a diferencia de los partidos contra Lagun Aro GBC y Murcia, el equipo ha reaccionado bien, más allá de los posibles fallos tácticos que hayamos podido realizar». En ese sentido, recalcó que «es la primera vez que ganamos habiendo perdido el rebote, y quisiera atacar mejor la defensa de Bilbao Basket en los últimos minutos».

«En todo caso», recalcaba el preparador de Split, «siempre es más fácil con semejante soporte de la gente. En estos dos últimos partidos era muy difícil jugar bajo de energías cuando los aficionados están así contigo».

Metido a cuestiones más técnicas, Tabak recalcó que mantuvo a Heurtel pese a su mal partido «porque quiero darle confianza. Si lo castigo al primer fallo se la quito, y así no puede jugar». También confesó que con 79-77 se la jugó «a defender, por ser consecuente, ya que el 75% de mi entrenamiento se basa en la defensa». Omitió explicar nada sobre Rochestie, y prefirió remitir «al club» sobre el tema del base nacionalizado montenegrino.

Fotis Katsikaris, por supuesto, subrayaba que «ha sido un partido muy emocionante, decidido en detalles, como pasa muchas veces en el baloncesto. No siempre hemos defendido bien y les hemos permitido en varios momentos algunas canastas fáciles. Luego nos hemos enderezado mucho, pero en duelos como este, tan igualados, hay que estar bien todo el partido, y tampoco es que hayamos tenido mucha suerte, ya que hemos fallado varios tiros bajo canasta o triples solos».

Sin embargo, el técnico de Bilbao Basket se enorgullecía porque «los jugadores han sacado pecho, incluso a pesar del contratiempo de Raül -López-, sacando el carácter y luchando hasta el último segundo».

Otra de las voces más requeridas fue la de Josean Kerejeta. El presidente baskonista relató que «es normal sufrir, pero el equipo ha respondido muy bien». Preguntado sobre el Top 16, recalcaría que «quedarnos fuera por segundo año habría sido muy duro. No me resignaba a quedarme fuera y hay que estar contento por eso, aunque hayamos tenido que tomar decisiones muy fuertes para ello. Es una ciudad como Gasteiz, llenar el pabellón por esta forma es un exitazo y supone una rentabilidad increíble».

A. G.

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