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Los desafíos de India para hacer realidad su sueño de ser una superpotencia económica

India, una de las economías emergentes, busca un nuevo modelo económico más preciso y sostenible tras registrar los peores índices económicos desde 2004, lo que pone en evidencia que estos últimos diez años de crecimiento no han sido suficientes.

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Gurgaon, símbolo de la «nueva India» y también de las extremas diferencias sociales, reunió con motivo del reciente Foro Económico Mundial a empresarios y políticos empeñados en hacer frente a los males de un país que aspira a ser una superpotencia.

Con sus edificios brillantes y su economía emergente, Gurgaon representa la imagen de esa «nueva India», que aglutina riquezas pero que, al mismo tiempo, carece de los más elementales servicios básicos.

En opinión de Gita Gopinath, profesora de Economía en la Universidad estadounidense de Harvard, no es de extrañar «la caída del crecimiento en un país que en los últimos diez años no ha realizado profundas reformas políticas». En su intervención en el Foro Económico Mundial, insistió en que el actual estancamiento «se debe a la falta de consenso para pactar las reformas necesarias. Además, en comparación con China o Corea del Sur, el crecimiento no ha beneficiado tanto a los sectores más necesitados de la sociedad». Criticó también que las autoridades no hayan hecho el suficiente esfuerzo para explicar a la población los objetivos de las reformas. Para esta experta, India debe buscar el equilibrio entre equidad, inflación y un rápido crecimiento, que este año ha caído a un 5,5% tras haberse situado durante años en un 8-9%. Ese dato es la peor marca registrada desde 2004.

En su opinión, para reimpulsar la economía es necesario alcanzar un mayor consenso sobre las reformas a realizar, revitalizar la industria de manufacturación, lo que, según dijo, crearía mejores puestos de trabajo, y flexibilizar la legislación laboral.

«India necesita una industria manufacturera con una sólida base. En la actualidad, solo representa el 16% del total del Producto Interior Bruto nacional. El paso de una economía agrícola a otra de servicios, no puede hacer a un lado la manufacturación, que beneficia a muchos sectores de la sociedad. Lo que se requiere de forma desesperada son reformas laborales», insistió.

Sin embargo, para Rahul Bajaj, presidente de Bajaj Auto, los cambios políticos podrían derivar en una crisis a niveles fundamentales. «Estamos pagando el precio de la democracia. Lo que es bueno para el país no importa realmente. El oportunismo político está por encima de todo. El capitalismo ha empeorado las condiciones», resaltó.

En setiembre, el Gobierno del primer ministro Manmohan Singh generó un gran revuelo al anunciar una serie de medidas para abrir la economía a mercados extranjeros. Cerca de 50 millones de negociantes y propietarios de comercios secundaron una huelga general en contra del desembarco de las cadenas multinacionales.

Según el decreto que prepara el Ejecutivo, los inversionistas extranjeros podrán poseer el 51% de las acciones en las empresas mixtas del comercio minorista. Shing ya trató sin éxito de aprobar esa ley en diciembre de 2011, pero se vio obligado a dar marcha atrás por la oposición que generó.

Medios locales anunciaron que la estadounidense Walmart, la francesa Carrefour o la británica Tesco invertirán en India, creando en los próximos tres años diez millones de empleos en la agricultura, la industria alimentaria, la producción de envases y embalajes y en el sector del transporte.

El exprimer ministro Narasimha Rao fue quien inició la liberalización de la economía en 1991 agilizando la concesión de licencias y abriendo las puertas a inversores foráneos. Sin embargo, y tomando como ejemplo a China, dicha ley no permitía al capital extranjero entrar por completo en la economía india, que quedó dividida en ramas estratégicas y no estratégicas. El acceso del capital extranjero estuvo prohibido o limitado a varios sectores de los considerados estratégicos, incluido el comercio minorista del que viven millones de familias. La entrada de los grandes monopolios amenaza con provocar la ruina de millones de pequeños comerciantes locales.

Otro de los aspectos que está ralentizando el crecimiento, según los expertos, es la corrupción endémica. En agosto de 2011, decenas de miles de personas salieron a las calles de Nueva Delhi para gritar «¡Basta!».

«Estamos tan corruptos. No vacilamos en dar coimas y la gente no vacila ni un segundo en aceptarlas. Debería darnos vergüenza», manifestó Anita Trehan, una de las manifestantes que admitió haber pagado 20.000 rupias (unos 300 euros) a cambio de la licencia para abrir un salón de belleza.

Recientemente, el reconocido activista Anna Hazare acusó a Singh de traicionar la propuesta de crear una oficina anticorrupción y amenazó con más protestas. «Si el Parlamento no aprueba el proyecto de ley Jan Lokpal antes de las elecciones de 2014, realizaremos concentraciones en Ramlila Maidan -una plaza pública del centro de Delhi-. Haré campaña para tratar de elevar la conciencia de la gente», prometió.

«Gandhi dijo que para cambiar el país, primero debemos cambiar a nuestra gente (...) Ha llegado el momento de llegar a todas las casas del país y difundir el mensaje de lucha contra la corrupción. Tenemos que trabajar para una India libre de corrupción», remarcó. Entre los casos más sonados de corrupción están el relacionado con el reparto fraudulento de licencias de móviles de segunda generación y la asignación por parte del Gobierno a 25 empresas privadas de 194 bloques de carbón sin haberlos sacado previamente a licitación y a precios irrisorios.

La educación es otro de los pilares sobre el que debería profundizar el Estado, advirtieron los expertos en Gurgaon. «India no ha invertido en formación profesional», lamentó Shantanu Prakash, de la compañía Educomp Solutions, que ofrece asesoría educativa a nivel mundial. «Tenemos millones de jóvenes, pero no tienen acceso al empleo», añadió. Internet podría ser, según plantearon, una herramienta útil para potenciar el conocimiento.

«India es una nación joven que tiene ante sí millones de oportunidades», resumió el ministro de Comercio, Anand Sharma.

 

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