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pleno de investidura en el parlament

Mas reivindica Catalunya como «un país libre entre los países del mundo»

El todavía candidato a presidir la Generalitat de Catalunya, Artur Mas, inauguró ayer la primera sesión de investidura en el Parlament con un discurso centrado en las medidas acordadas esta misma semana por CiU y ERC, y con una clara defensa del derecho a decidir. Sin embargo, en su intervención, Mas no mencionó en ningún momento el año 2014 como fecha para la consulta y aseguró que espera cumplir con una legislatura completa de cuatro años.

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Beñat ZALDUA | BARCELONA

Artur Mas dio ayer el primer paso para volver a ser nombrado president de la Generalitat, al inaugurar la primera sesión del debate de investidura. Un debate que -tras la intervención de Mas como presidenciable, de Oriol Junqueras desde ERC y de Pere Navarro desde el PSC- seguirá durante el día de hoy, y en el que ayer se coló Arnaldo Otegi, de la mano de los diputados de la CUP, David Fernández, Quim Arrufat y Georgina Rieradevall, que posaron con carteles con el número de preso de Otegi dentro del hemiciclo.

Entrando en materia, un Artur Mas poco eufórico desgranó los grandes ejes del acuerdo alcanzado esta semana entre CiU y ERC, que será el que marque las acciones del próximo Govern, empezando por el derecho a decidir. Sin referirse en ningún momento a 2014 como el año en que debería realizarse la consulta -así se explícita en el acuerdo-, el todavía president en funciones admitió que los resultados de las elecciones del 25 de noviembre no fueron los que se «esperaba», pero que arrojaron un resultado «inequívocamente» favorable al derecho a decidir.

En este sentido, trasladó la reflexión de que «España no quiere ser cambiada; lo debemos aceptar», tras lo cual repasó los constantes ataques del Estado al autogobierno y a la identidad catalanas, para concluir señalando que «así no podemos seguir». Por ello, aseguró que «en esta legislatura someteremos a consulta del pueblo la decisión del futuro político del país». «Lo haremos con el marco legal que lo ampare y con un consenso amplio», añadió. Mas también repasó las estructuras de estado que quieren desarrollar mano a mano con ERC, antes de entrar de lleno en la segunda cuestión que dominará la legislatura: la economía.

Nuevos recortes en el gasto

Empezó por señalar que los recortes vienen impuestos por el Estado y por Europa, que les han obligado «injustamente» a recortar 7.000 millones de euros en tres años. Por ello exigió al Estado que pague a Catalunya los 8.000 millones de euros que «por ley» le debe. «Mientras la UE flexibiliza el objetivo de déficit para el Estado, este lo endurece para las comunidades autónomas», criticó, asegurando que «Catalunya genera suficiente riqueza para vivir mejor».

«En los próximos presupuestos, la reducción de gasto no debería perjudicar a las personas más necesitadas», aseguró un Mas que explicó que intentarán atenuar los recortes con una mayor recaudación a través de los impuestos acordados con ERC. Pese al carácter «transitorio» que otorgó a las nuevas medidas fiscales, parece todo un paso adelante para quien hasta hace dos días se mostraba como el paladín de la austeridad. En la misma línea, aseguró que los nuevos recortes no deberían traspasar las líneas rojas del estado de bienestar y, para ello, anunció la convocatoria de una cumbre entre partidos para intentar consensuar las líneas maestras de los presupuestos en cuanto a las políticas sociales. «La acción de gobierno estará fundamentada en la garantía de la supervivencia del modelo de estado de bienestar y en la salud como pilar fundamental», aseguró en referencia a un modelo maltrecho después de dos años de recortes.

Pese a ello, aseguró que los presupuestos del 2013 «se centrarán más en la reducción del gasto que en el aumento de ingresos» y volvió a presentar los recortes como algo inevitable: «Seremos muy observados» y esto quiere decir que «desde la UE harán un seguimiento de cómo aplicamos las políticas de austeridad que nos exigen a nivel europeo». Para acabar su discurso, Mas recurrió a la épica, señalando que «ser president de Catalunya es un honor inmenso, pero también una carga inmensa». «No tengo miedo, pero me da respeto», declaró, cual alpinista ante una montaña inescalable. Desde luego, la ascensión será dura: «Tenemos que conseguir que Catalunya sea un país libre entre todos los países del mundo, lo que no quiere decir un país aislado». Para esta misión, el candidato a president aseguró que el acuerdo con ERC no es «limitativo» y que está abierto a otras fuerzas políticas. En la misma línea y en una referencia clara a los republicanos, señaló que «la oferta para estar en el Govern sigue en pie».

Las metáforas marineras también tuvieron su hueco, faltaría más, en el final del discurso de Mas, que en esta ocasión no se refirió a Ítaca, pero señaló que «el barco no está en las mejores condiciones pero tenemos que zarpar». «Sé que tengo una buena tripulación y unos pasajeros que conocen las dificultades, pero que están comprometidos e ilusionados», concluyó.

ERC dice que los recortes son impuestos por Madrid

El secretario general de ERC, Oriol Junqueras, se estrenó ayer como orador en el Parlament de Catalunya, con un discurso en el que la sintonía con Artur Mas fue la nota más destacada. Junqueras, que compareció sin ningún tipo de apunte escrito, valoró «extraordinariamente» que un president «haga suyo el derecho a la autodeterminación» e invitó al resto de fuerzas políticas a negociar consensos amplios en cuestiones como el derecho a decidir y la recuperación económica.

El líder republicano centró buena parte de su intervención en los asuntos económicos y aseguró que «quien obliga a hacer estos recortes tan duros es el Gobierno español». Además de proponer la independencia como la mejor salida económica posible, Junqueras también señaló que intentarán «aprovechar los márgenes fiscales que todavía nos quedan para suavizar los recortes». También defendió férreamente el estado de bienestar no «como un lujo», sino como «la mejor inversión de una sociedad en su futuro».

Aunque en su discurso no se refirió apenas a las amenazas vertidas en los últimos días desde el Estado español contra el acuerdo entre ERC y CiU, Junqueras declaró por la mañana que la consecuencia de estas amenazas podría ser una «aceleración» del proceso independentista, ya que, vista la cerrazón del Estado -que amenaza política, jurídica y económicamente el futuro de Catalunya- la sociedad catalana podría optar por ver más clara la vía hacia la independencia. B.Z.

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Mas aseguró que intentarán atenuar los recortes con una mayor recaudación a través de los impuestos acordados con ERC, pero aseguró que los presupuestos de 2013 «se centrarán más en la reducción del gasto que en el aumento de de ingresos».

El PSC no votará en contra del derecho a decidir

A lo largo del discurso lo intentó matizar, pero ya era tarde. El secretario general del PSC, Pere Navarro, dio ayer el titular de la tarde al anunciar que los socialistas catalanes se abstendrán «en todas y cada una de las votaciones» sobre el derecho a decidir, con el objetivo de «no poner palos a las ruedas».

Se aclara así uno de los grandes interrogantes de la legislatura, ya que el PSC siempre se había mostrado ambiguo sobre este tema, señalando que únicamente apoyaría el derecho a decidir si se lleva a cabo de forma legal y acordada con el Estado. Algo cercano a un oxímoron.

Pero que nadie dude; el líder del PSC dejó claro que, si finalmente hay referéndum sobre el derecho a decidir en Catalunya, harán campaña por el no, ya que su apuesta sigue siendo «una reforma constitucional en sentido federal» para encontrar el «encaje» de Catalunya en el Estado.

Navarro, que también se estrenó ayer como líder del grupo parlamentario socialista, se presentó como «verdadero» líder de la oposición y critico a CiU y ERC por «privatizar el derecho a decidir» y por tener «el pacto hecho, el proceso decidido y el camino escrito».

Zanjada la cuestión nacional, Navarro le espetó a Mas que no les gusta «verlo distraído con batallas políticas mientras nuestra gente lo está pasando mal», por lo que le pidió que se centre en buscar salidas a la crisis. En este sentido, volvió a desgranar las propuestas fiscales del programa electoral del PSC, muchas de las cuales concuerdan con pactado por CiU y ERC, aunque Navarro prefirió pasar de puntillas por el tema.

Además de las citadas propuestas fiscales y la quimérica reforma constitucional, Pere Navarro también propuso la celebración de una cumbre entre partidos sobre la crisis -Artur Mas ya la había anunciado-, medidas que garanticen la educación y la salud y, por último, una Ley electoral catalana para la «profundización democrática». B.Z.

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