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Una clase magistral, apta para torpes, de Ion Fiz en casa de Balenciaga

Ion Fiz (Eibar, 1976) se reconoce admirador de Cristóbal Balenciaga (Getaria, 1895-Jávea, 1972), hasta el punto de que no duda en señalar en su propia obra -por ejemplo, en su nueva colección primavera-verano 2013- la influencia del que ha sido uno de los grandes creadores de la alta costura. Ayer, en el Museo Balenciaga, dio una clase práctica de diseño... apta hasta para torpes, como quien esto firma.

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Amaia EREÑAGA

Venga, que en un taller no se puede uno permitir el lujo de tener a una modista trabajando y a la otra mirando! Una hace la falda; la otra, la parte de arriba». La pequeña «reprimenda» de Ion Fiz hacia algunas de sus «alumnas» menos experimentadas se producía mientras este iba de un maniquí a otro, dibujando sobre la tela -«toile» le decían, en francés-, cortando de aquí y de allá, y enseñando para disfrute del respetable. Ion Fiz, uno de nuestros diseñadores más famosos, ofreció ayer por la mañana una master class en el Museo Balenciaga de Getaria, un lugar dedicado a un creador del que, reconoció, «hablar de Balenciaga impone mucho».

La clase estaba patrocinada por la firma Alfa, que presentaba también su Alfa compac, una máquina con mucho menos peso y un diseño más moderno (está entre los 150-200 euros) y que, a tenor de lo que se oía por allí -Ion Fiz dijo que también la tenía en su taller- resulta muy cómoda. Lástima que una firma con tanta historia como la eibarresa Alfa, que ha sido uno de los motores industriales del país, pase uno de los peores momentos de su historia. En situación de concurso de acreedores desde el 23 de octubre y con un ERE de extinción que afecta a 87 trabajadores de los centros de Eibar y Mallabia, ayer al mediodía las calles de la villa armera acogían una manifestación contra esos despidos.

En estos paralelismos espacio-temporales extraños que produce la crisis económica, en Getaria un grupo variopinto formado por gente del oficio, otras simplemente interesadas por la moda y alguna despistada, más bien ignorante absoluta, se reúnen en torno a unas máquinas Alfa, con Ion Fiz como cicerone. Por cierto, había mayoría absoluta femenina, excepto un único hombre.

Desde que, de pequeño, pasara horas dibujando vestidos, a Ion Fiz su vocación le ha llevado a terminar con matrícula de honor la escuela de Moda Vasca de Bilbo, a firmar sus primeras colecciones con su propia marca a los 22 años y a crear su propia «maison», instalada en Madrid, después del cierre -la crisis, de nuevo- de sus tiendas de Bilbo y Madrid. Su carrera ha sido meteórica y brillante, la casa Pertegaz le fichó en 2004 como diseñador de su línea femenina y sus colecciones tienen clientas fieles -en algún móvil vimos una foto de él con Isabel Presley- y pasarelas a las que nunca falta. Por cierto, en este 2012 ha celebrado sus diez años sobre las pasarelas. Su próxima propuesta es su colección primavera-verano para el próximo año inspirada en Lisboa, en la que incluye prendas sin costuras, de una pieza, una técnica desarrollada por Balenciaga, y que han sido modeladas personalmente por el propio Ion Fiz sobre maniquís.

De Balenciaga, Ion Fiz apuntaba ayer que comprendía el proceso de principio a fin, tanto el patronaje técnico de sastrería como la artesanía del oficio. En su caso, ha seguido su estela. De lo aprendido ayer, varias conclusiones: que la moda es cíclica -«no es la misma, sino que se reinterpreta, porque los factores técnicos y sociales varían con el tiempo»-, que crear un diseño exige tener una buena base de oficio... y que hay que aprender a coser, que viene muy bien y relaja. Fue un consejo del maestro Ion Fiz.

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