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El vicepresidente egipcio dimite en la segunda jornada del referéndum

El vicepresidente egipcio, Mahmud Mekki, presentó ayer su dimisión, mientras los egipcios votaban en la segunda jornada del referéndum sobre el proyecto de Constitución, defendida por los islamistas en el poder y atacado por los partidos opositores. Mekki explicó que su trabajo político no se adecuaba a su trayectoria profesional como juez. Magistrado que se opuso a Hosni Mubarak, había ejercido como mediador entre los divididos sectores políticos egipcios.

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Los egipcios votaron ayer en la segunda fase del referéndum sobre el proyecto de Constitución defendido por los islamistas. Según las cifras oficiales, el proyecto tiene todos los visos de ser salir adelante. Ya en la primera fase de la votación, celebrada el pasado 15 de diciembre, y en la que votaron El Cairo y Alejandría, el 57 % de los votos había sido favorable .

En la jornada de ayer votaron 17 distritos. La división del país en dos zonas de voto se decidió para hacer frente al boicot de numerosos jueces encargados de vigilar el escrutinio. Los magistrados acusan al presidente, Mohamed Morsi, de vulnerar la independencia del poder judicial con el decreto en el que se situó por encima de sus decisiones.

El proyecto de Constitución ha acentuado la división del país entre los islamistas y una amalgama opositora de sectores liberales, revolucionarios e incluso vinculados al régimen de Mubarak.

En este escenario, y mientras se desarrollaba la votación, el vicepresidente, Mahmud Mekki anunció su dimisión.

Mediador

En una carta redactada por Mekki y divulgada por la Presidencia del país, el vicepresidente señaló que ha trabajado duro por la nación pero que se ha «dado cuenta desde hace tiempo de que la naturaleza del trabajo político no se ha adapta a su trayectoria profesional como juez».

En la carta explica que presentó por primera vez su dimisión el 7 de noviembre pero que tuvo que posponerla cuando Egipto actuó como mediador para tratar de alcanzar una tregua en Gaza y por otras peticiones tales como ayudar a organizar el «diálogo nacional».

Ese diálogo pretendía poner fin a la disputa con la oposición por culpa de los poderes adicionales que se otorgó Morsi y por su decisión de acelerar la redacción de la nueva constitución, elaborada en una Asamblea Constituyente dominada por los islamistas.

Mekki había anunciado en ocasiones anteriores que dejaría el cargo una vez que la nueva Constitución fuera aprobada, ya que el cargo de vicepresidente no aparece en la nueva Carta Magna del país y dijo no estar al tanto del decreto del presidente egipcio, Mohamed Morsi, por el cual éste ampliaba sus poderes.

Antes de ser vicepresidente de Egipto, Mekki fue el líder de un grupo independiente de jueces que inició una campaña contra el expresidente Hosni Mubarak y fue encarcelado por denunciar el fraude electoral durante las elecciones parlamentarias del año 2005.

Poco después, la televisión estatal anunció la dimisión del gobernador del Banco Central, que ya había sido apuntada por rumores acerca de su estado de salud. Pero el propio Gobierno desmintió inmediatamente la información. En cuanto al desarrollo electoral, el principal grupo de la oposición, el Frente de Salvación Nacional (FSN), denunció irregularidades al indicar que algunas personas se hicieron pasar por jueces en la vigilancia de la votación. También relataron vetos al acceso a sus observadores o que miembros de los Hermanos Musulmanes instaban a votar sí en los colegios electorales.

A su vez, los islamistas se quejaron de que en algunos casos se intentó influir en la orientación del voto y que las fuerzas armadas tuvieron que intervenir en una aldea al sur de la capital, para impedir que el alcalde «orientara» el voto de los electores a favor del «no».

En cualquier caso, no se repitieron los enfrentamientos de la víspera en Alejandría,donde se registraron al menos 60 heridos en torno a una mezquita.

«Voy a votar sí porque Egipto necesita una Constitución para su estabilidad», declaró Mohamed Hamza, conductor que votó en el distrito de Guize.

«Yo votaré no, mil veces no. No estoy de acuerdo con los Hermanos musulmanes y todo lo que hacen», indicó, por su parte, Zarifa Abdel Aziz, una ama de casa de 50 años. La Comisión Electoral prolongó el horario de votación hasta las 23.00 para responder a la afluencia de público.

Los partidarios del presidente Morsi quieren acelerar la aprobación de la Constitución para asegurar un marco institucional estable. Si se aprobara se convocarían elecciones legislativas a los dos meses para reemplazar a la Asamblea disuelta en junio.

Pero los analistas creen que la división del país se mantendrán. Además, pueden verse agravada -o modificada- cuando Morsi empiece a aplicar las medidas que reclama el FMI a cambio de un préstamo de 4,8 millones de dólares y que ha sido pospuesto.

irregularidades

Tanto los opositores del Frente de Salvación Nacional como los Hermanos Musulmanes denunciaron irregularidades en algunos colegios, sobre todo relacionadas con el intento de influir en el voto de los ciudadanos.

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