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CRÓNICA | TOMA DE POSESIÓN DEL PRESIDENT

Montoro, caballo de Troya en la fiesta de Mas

El Gobierno del PP no entiende de «seny», ni de espíritu navideño, ni de vergüenzas. Envió a la toma de posesión de Artur Mas, en la mañana de Nochebuena, al ministro Cristóbal Montoro, justo el que más credibilidad ha dado a los seudoinformes policiales que apenas horas antes se habían confirmado como falsos. Y este es solo el primer asalto...

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Ramón SOLA

La batalla política entre el nuevo Govern catalán y el Gobierno español apenas acaba de empezar. Pero Artur Mas ha avisado de que es consciente de que se utilizarán todo tipo de trampas. La primera ya se ha terminado por descubrir: ``El País'' confirmaba el domingo que, como todo el mundo percibía a estas alturas, los seudoinformes policiales aireados en campaña por la derechona mediática española con nuevas acusaciones de corrupción contra dirigentes de CiU son sencilla y llanamente falsos. Un montaje que probablemente tuvo cierto impacto en los resultados electorales. El asunto habría constituido un escándalo enorme en cualquier país del entorno. No, obviamente, en el Estado español.

CiU hizo gala de seny tras la confirmación de la patraña. Se limitó a indicar que tomará iniciativas en el Congreso y sacó la cuestión del orden del día de la toma de posesión de Mas, celebrada en la mañana del lunes en Barcelona. Lejos de pedir disculpas por haber dejado rodar por la ladera esa bola de nieve, el Gobierno del PP se superó a sí mismo. Mandó al acto oficial a Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda y Administraciones Públicas. Ciertamente es el enviado habitual a estos actos -también estuvo en Gernika en la entronización de Iñigo Urkullu-, pero prudencia y sentido común aconsejaban otra cosa.

Y es que Montoro ha sido el ministro de Rajoy que más se ha significado en el afán de dar credibilidad y utilizar esos informes policiales inventados. El 21 de noviembre, a cuatro días de las elecciones y con los fantasmagóricos papeles policiales instalados en la primera plana informativa, CiU pidió que Montoro compareciera en el Congreso para hablar del asunto. El ministro español no frenó, sino que aceleró en la curva: «Los que tienen que comparecer, no solo ante el Congreso sino ante toda la sociedad, son los que tienen cuentas en Suiza», respondió, dando así pábulo a la maniobra policial-mediática.

Pelillos a la mar. El lunes, Montoro se puso la careta más dura y repartió sonrisas en el Palau de la Generalitat, saludó que Mas hablara en su discurso de priorizar la lucha contra la crisis, aseguró que el Gobierno español «no desea ni busca una colisión con el catalán» e incluso aplaudió el discurso del president para que quedara claro ante las cámaras. Sentado apenas dos asientos más allá, al exmandatario de la Generalitat Jordi Pujol, uno de los señalados en la operación policial, no pareció hacerle mucha gracia.

La incomodidad del PSC

Mientras el PP se toma el escándalo como una minucia, en el PSOE se sienten mucho más incómodos, sabedores de que una «colisión de barcos» como la anticipada por Mas les cruje a nivel político -por falta de propuesta- y consiguientemente a nivel electoral. Así que el líder del PSC, Pere Navarro, instó rápidamente a clarificar el caso, alertando de que «aviva aún más» el sentimiento independentista en Catalunya.

«Si es cierto, me parece escandaloso y lo que hace es profundizar más en lo que nos separa, en las heridas, en utilizar métodos que no son propios de una democracia del siglo XXI, y lo que tenemos que pedir claramente es que los responsables del Gobierno, el ministro del Interior, expliquen claramente qué es lo que ha pasado, cuáles son esos informes y quiénes los han ordenado».

El Congreso, con mayoría absoluta del PP, obviamente no pedirá ninguna responsabilidad. Así que ERC ya anuncia que llevará lo que tilda de «GAL mediático» a Europa, para que sepan cómo se las va a gastar Madrid.

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