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TRAS LA APROBACIÓN DE LOS PRESUPUESTOS DE GIPUZKOA

«El paro llega ya al Alto Deba ¿y es mejor machacar a Garitano? Pues no»

Rafaela ROMERO I Portavoz del PSE en Juntas de Gipuzkoa

Su discurso apunta a tiempos futuros y alianzas novedosas. El acuerdo presupuestario con Bildu es para Rafaela Romero más que un acuerdo puntual; marca «un punto de inflexión» tras una etapa que considera trampeada por el PNV. Subraya el interés global sobre el partidista. En un retrato más humano, habla de política con pasión, se indigna con los insultos recibidos y se le humedecen los ojos al recordar a Isaías Carrasco.

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Ramón SOLA |

¿Cuántas puertas ha tenido que tocar en su partido para pedir permiso para llegar a este acuerdo con Bildu?

Ninguna. La comunicación entre nosotros es continua, por móvil, por mensaje... No había que pedir permiso. Y somos un partido con un proyecto. Para el PSE-EE está clara la prioridad. El paro nos está derrotando incluso moralmente, en nuestros pueblos, en nuestras familias... Hay que afrontar eso. Por otro lado, es una abstención que demuestra que se acabó el tiempo de los frentes, es el tiempo de la ciudadanía. La política se tiene que dar cuenta de eso, y si no se da cuenta seguiremos perdiendo credibilidad el PSE, el PNV, Bildu... todos.

Pero hace dos meses Patxi López solo descartó pactos con EH Bildu, y más recientemente Alfredo Pérez Rubalcaba ha vetado a Amaiur en el recurso conjunto del Congreso...

Son ámbitos diferentes. También Patxi López ha dicho que lo importante es qué se pacta y no con quién se pacta; quizás no se han sentado con EH Bildu todavía y no se conocen. Sí puedo decir que ha conocido los acuerdos fiscales en Gipuzkoa y los ha autorizado. En cuanto a Alfredo, yo hablé con él. Es cierto lo del recurso, pero también lo es que han votado juntos y firmado juntos otras cosas, no sé qué pasaría en ese caso concreto, quizás la ultraderecha andaba por ahí... Pero bueno, insisto; lo importante es para qué se pacta. ¿Para un Plan de Empleo? Sí. ¿Para el Gipuzkoa Aurrera de Markel Olano? Para eso, no.

Ha trascendido el abandono del PSE del exalcalde de Andoain Pérez Gabarain. ¿Este acuerdo ha creado problemas internos?

Es una baja dolorosa porque hemos sufrido mucho en Gipuzkoa, y más aún en Andoain. Pero no hay disensiones. Pocas veces recuerdo un partido tan unido como lo está ahora el PSE en Gipuzkoa. Sabemos qué queremos y cómo conseguirlo. Y sabemos que no tenemos la verdad absoluta, así que habrá que pactar.

¿Qué destaca de estos presupuestos?

El punto de inflexión que suponen. Hemos estado año y medio enredados por una actuación del PNV, que decidió en las forales y municipales quitar al PSE de todos los ayuntamientos que pudiera para luego acabar también con la izquierda abertzale a través del acoso y derribo a su gestión en las grandes instituciones. Era eso que decía Joseba Egibar de que «se les va a hacer muuuuy largo». A la vez, el PNV quería compatibilizarlo con acuerdos con el PSE en Euskadi y con el PP en Madrid, pero llega un momento en que todo eso es imposible. Les hemos propuesto hacer un modelo alternativo en Gipuzkoa y no han querido, porque su interés no era Gipuzkoa, eran ellos mismos.

A partir de ahí, lo que no podemos hacer en el PSE con nuestros diez junteros es seguir dándonos con la pared. Por ejemplo, ¿seguimos sin Plan de Empleo porque no hay que pactar con el Gobierno foral? ¿Dejamos que el PNV pacte ayudas por pocos millones para los ayuntamientos en que hay empresas suyas? ¿Dejamos que las pymes se queden sin acompañamiento institucional para lograr crédito? ¿No ayudamos a las mujeres, que están sufriendo la reforma laboral? ¿No ayudamos a los jóvenes? No nos pagan para darnos contra la pared, nos pagan para hacer algo por Gipuzkoa. El paro está llegando ya a donde siempre ha habido tasa de desempleo cero, a mi zona, al Alto Deba. Si estamos hablando de que Fagor puede llegar a cerrar, el buque insignia de Euskal Herria que es Mondragon Kooperatiba, ¿es mejor seguir machacando a Garitano, y a través de ello a todos los guipuzcoanos? Pues no. Y eso que hemos hecho una aportación modesta, ¿eh? Son diez millones, todo lo que se ha podido para apoyar a la empresa y a los desempleados. Lo que pasa es que parece que unos sí pueden hacer eso para la incineradora y otros no podemos para un Plan de Empleo.

¿Qué conclusión sacan del Impuesto de Grandes Fortunas, qué opiniones reciben?

Positivas. Solo lo pagan 200-300 personas y ninguna es de las pymes. La gente lo ha entendido perfectamente y ha agradecido que una vez que los que menos tienen ya han pagado todo -porque les han quitado el empleo, el subsidio y hasta la dignidad-, ahora tendrán que dar más lo que más tienen. Pero esto no solo en época de precariedad ¿eh?, también queremos que se mantenga en épocas de bonanza. No estamos dispuestos a que hayan pasado siglos de trabajo y en tres años se pierdan tantas cosas por las que han luchado nuestros antepasados.

¿Hay margen para más reformas fiscales?

Ya se verá. Si parece que ahora hasta el PNV está dispuesto... Es que eso de amar al país solo cuando mando tiene estos riesgos. Hay actitudes que he visto estos años que me han sorprendido. De verdad que he pensado ¿estas son las personas que han construido Euskadi todos estos años, qué les ha pasado? No se puede estar tres años evitando una reforma fiscal que solo pretendía mantener el Estado de Bienestar, con Patxi López pidiéndolo, con Helena Franco pidiéndolo, y ellos no y no y no. ¡Nos decían que era demagogia pedir que pagara más quien más tenía! ¿Ahora sí hay que hacerlo porque el PNV ha llegado a Ajuria Enea? Si se hubiera hecho antes, no estaríamos sufriendo tanto ahora.

¿Cómo interpreta el PSE esa partida de 17 millones introducida por el PNV y que intentaba dirigir a la incineradora? ¿Por qué y para qué la presentó?

Para evitar el acuerdo, por un lado, y también para que EH Bildu estuviera cautivo en Gasteiz de la necesidad de Garitano de que aprobaran sus cuentas en Gipuzkoa. Era una trampa en interés propio. Pero además, llegas a este punto en que la crisis alcanza ya el Alto Deba y ¿ahora no les importa el Plan de Empleo sino poner la incineradora? ¿Y hacerlo además con una partida que sabemos que no es disponibilidad del Gobierno foral sino del Consorcio? No nos podemos hacer trampas en el solitario.

Su presidente, Iñaki Arriola, decía el domingo que no habrá incineradora mientras gobierne Bildu y que el PNV lo sabe...

El PNV lo sabe perfectamente, porque se lo dijeron desde la Diputación. Ahora bien, ¿mientras tanto no tenemos que hacer nada más en este tema, en las cosas que compartimos como la planta de biometanización? En este tema hay que sentarse todos y hablar. Si ninguno queremos vertederos y unos quieren incinerar y otros no, habrá que buscar una solución. Y todos saben que es posible, hasta la izquierda abertzale.

Políticamente, ¿cómo sitúa al PSE este acuerdo? ¿Estaban buscando centralidad?

Siempre hemos estado en la centralidad, porque siempre hemos sido conscientes de la tremenda pluralidad de Gipuzkoa. Sabíamos que la izquierda abertzale no se había volatilizado. Y por eso planteamos que hay que hacer acuerdos, en varios carriles. Un primer carril es el de la actuación frente al desempleo y la crisis, que se logra con el presupuesto. Otro es el tratamiento de los residuos, en el que nos ofrecemos a dialogar. Otro es el de la financiación de las carreteras; una vez que Bildu ha asumido que la gratuidad es inviable, sentémonos, porque este problema puede llegar a ahogar el presupuesto foral. Pero todo esto hay que hablarlo sin trampas y por separado. Y luego, cuando te sientas llega el momento de definir si eres de izquierdas o si eres de derechas. Markel Olano ponía en Twitter el otro día que eso es como ser Tarzán o Chita. Oiga, no; sí que hay un modelo de derechas, sin derechos y sin dignidad, y otro modelo de izquierdas. Nosotros somos un partido vasco, de izquierdas y socialista.

¿Su relación con el PNV es tan mala como se intuye en algunos foros?

La de ellos conmigo, sí. Por mi parte, no. Mi partido siempre me ha enseñado a respetar a los demás y a trabajar para las personas. Si se ocultan en foros para insultarme personalmente y lo hacen utilizando mi vida personal, a mi hija, a mi marido que tiene un curriculum determinado... Yo no estoy aquí para gustar a nadie, sino para hacer política, pero no quiero que hagan daño a las personas que me rodean porque yo hago política. Tengo amigos en el PNV, pero en estos tres años ha habido un proceso para hacer miserable al PSE. Markel Olano era diputado general cuando no estaba la izquierda abertzale y yo nunca le llamé okupa. Se han quebrado las confianzas. ¿Puede seguir eso así? No, hay que arreglarlo.

«Se necesita hablar y escuchar, mirar hacia Sudáfrica e Irlanda, no hacia Israel»

Usted vivió muy cerca el atentado mortal contra Isaías Carrasco, ¿le ha provocado alguna tensión interna este acuerdo con Bildu o son cuestiones diferentes?

Lo que me ha supuesto mucho dolor es que determinados foros hayan utilizado el nombre de Isaías en un artículo crítico contra el acuerdo, o que se hayan enviado a la familia fotos mías con Garitano. Mucho dolor, porque Isaías Carrasco era mi amigo personal y porque yo lo ví desangrarse. Por eso he puesto una demanda a una página web que no solo se metía con mi vida personal, sino que utilizaba este tema para hacerme daño.

¿Cómo ve el deshielo que se va logrando en torno a la reconciliación?

A ver, en mi portal de Mondragón vivíamos todos: el de HB, el del PSOE, el del PNV... Siempre hemos vuelto aunque sea por Navidad y nos saludamos, claro, ¡si es que igual hasta sale con mi hija! Ahora, además de estar en el portal estamos en la institución, y no está ETA. La reconciliación más fácil es la que no se habla, sino que se trabaja. Quizás no hay que hablar tanto y hacer más. Es como el símil de la nieve que utiliza Eguiguren para hablar de la desaparición de ETA: va desapareciendo y no nos damos cuenta. Es inevitable. Pero cuanta más presión mediática pongamos, peor. En Gipuzkoa hay una comisión de pacificación y nadie sabe lo que estamos haciendo. Se necesita hablar y escuchar, mirar hacia Sudáfrica e Irlanda, no hacia Israel.

La otra consecuencia del conflicto está bloqueada: los presos. Y Gipuzkoa es el territorio que más tiene. ¿Qué opina?

Lo que venimos diciendo, en la moción que aprobamos en Gipuzkoa, lo que dijo Patxi López en el pleno de abril: que se aplique la ley, que se acabe con la dispersión, que se tomen medidas con los presos que han cumplido la condena o con los enfermos. Otras cosas que excedan la ley ya se nos escapan porque forman parte de la competencia del Gobierno. Tenemos un espíritu colaborador. Pero no digo nada que no haya dicho López o que no estuviera dispuesto a hacer Zapatero antes de Aiete y de que llegara Rajoy, según me dicen.

¿Le puedo preguntar cuánta culpa tiene Jesús Eguiguren del nuevo escenario y qué opina de los palos que ha recibido?

Está muy contento, ha sido una liberación. Ahora podemos hablar de empleo. Y parece una tontería, pero pasan cosas como que te pierdes porque no sabes coger el autobús, y esa libertad es una maravilla. Además nos hemos convertido en el país más pacífico, porque por ejemplo en Andalucía los políticos no pueden salir a la calle. En cuanto a lo malo, se olvida pronto. R.S.

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