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El otro Fernando Llorente

Mario GARCIA Autor del blog «Porteros vascos de leyenda»

Con igual nombre y apellido que el ariete bilbaíno, pero poco tienen en común uno y otro. Aunque los dos compartan nombre y apellido y hayan jugado en el Athletic, no tienen en absoluto nada que ver, uno es delantero y sigue jugando, y el otro fue portero y dejó hace ya mucho tiempo el fútbol. Este es uno de estos guardametas que tenía descontrolado, y gracias al blog «Sestao en el recuerdo» ha salido a luz.

Fernando Llorente Sanz nació en Sestao el 10 de julio de 1921. Era el hijo menor del jefe de guardas de AHV. De sus inicios en esto del fútbol poco o nada se sabe. Lo que sí es cierto es que jugó en el Athletic una temporada, la 1939-40, lo que ocurrió es que fue incapaz de hacer sombra a Leicea y Barrie, que fueron los porteros titulares de aquella época. Sí jugo los noventa minutos de un partido de Liga en aquel Athletic de la postguerra. En él se alineaban hombres como Bertol, Garate, Gorostiza, Leicea, Barrie, Oceja, Panizo, Ortuzar, Gainza, Echevarria, Urra, Viar, Zabala, Ariznavarreta, etc. Su debut fue en San Mamés el 3 de diciembre de 1939 contra nada más y nada menos que el Atlético de Madrid, con el resultado de 1-3 para el equipo colchonero. Además, jugó siete partidos en el Campeonato Regional.

Después fichó por el Oviedo, donde desarrolló la mayor parte de su vida deportiva, disputando cada año más de una veintena de encuentros. Allí permaneció durante seis temporadas, hasta el año 49, antes de fichar por la Gimnástica de Torrelavega por una campaña. Ese año, con el equipo cántabro, fue uno de los porteros menos goleados y disputó 28 partidos de 32; los cuatro en los que no jugó fueron por lesión. Al dejar la Gimnástica estuvo una temporada sin equipo y, aunque tuvo varias novias, ninguna oferta fue de su agrado. Incluso en Torrelavega intentaron repescarle, pero no llegaron a un acuerdo económico con el sestaoarra. Según parece, actuó como portero-entrenador del Mondragon en Segunda División, y también como técnico del Logroñés en Segunda en la campaña 1955-56.

De los mejores recuerdos que tuvo en su carrera fueron jugando en la Gimnástica, cuando le ganaron al Racing de Santander en el Sardinero, así como de su partido en San Mamés contra el Athletic, defendiendo las filas del Real Oviedo, en el que fue muy aplaudido al finalizar el encuentro por la gran actuación que había tenido.

Tras dejar el fútbol, tuvo muchos años una imprenta en Donostia, muy conocida por hacer los sellos de goma. Fernando Llorente Sanz murió en el 1993. Que un personaje como este y otros muchos queden relegados en el olvido no es de recibo. Estos héroes que se forjaron en el barro, sentando lo que hoy es el fútbol que conocemos, merecen todo mi respeto.

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