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ANÁLISIS | PRESENTE Y FUTURO DE LATINOAMÉRICA

Latinoamérica 2012-2013, balances y perspectivas

El autor repasa, uno a uno, los acontecimientos más relevantes acaecidos en el último año y los retos de los países latinoamericanos agrupados en los bloques bolivariano, «progresista» y conservador, con mención aparte para Centroamérica y el Caribe.

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Luismi UHARTE Doctor en Estudios Latinoamericanos

2012 concluye en América Latina con un equilibrio geopolítico similar al del ejercicio anterior (exceptuando el asalto oligárquico en Paraguay) y con tres acontecimientos que se han destacado por encima del resto: el golpe contra el presidente paraguayo Fernando Lugo, el regreso al gobierno mexicano del PRI y la reelección de Chávez en Venezuela. Para el año 2013, destacan las presidenciales en Chile, Ecuador, Honduras y Paraguay y el efecto continental que pueda tener el estado de salud del mandatario venezolano.

BLOQUE BOLIVARIANO: El ciclo electoral venezolano iniciado con la reelección de Chávez en octubre y la victoria contundente en las regionales de diciembre (control en 20 de 23 estados del país y en feudos de la derecha como Zulia, Táchira y Nueva Esparta), se cerrará con otro probable triunfo en las municipales de mayo de 2013. En lo socioeconómico, la reducción relativa de la inflación y el éxito de la Misión Vivienda (300.000 unidades habitacionales en menos de 2 años) favorecen un clima de estabilidad. Sin embargo, la reaparición de la enfermedad de Chávez hace impostergable el debate estratégico sobre el futuro del proceso sin Chávez, más allá de las argucias legales para postergar la investidura oficial del 10 de enero.

En Bolivia, la desactivación progresiva del conflicto del TIPNIS ha sido uno de los episodios más relevantes del año. La celebración de la consulta popular no solo ha permitido una vía de solución más democrática sino también la evidencia de que una parte sustancial de la población indígena (no sólo la andina) demanda más Estado y más servicios sociales, a pesar de las idealizaciones ingenuas occidentales. La economía sigue siendo el punto fuerte gubernamental, con una inflación controlada, la duplicación del PIB durante el mandato de Evo y unas reservas internacionales históricas.

En Ecuador, el Gobierno de Correa conserva una parte importante de su hegemonía, gracias a medidas de gran impacto social y simbólico como la reciente ley que aumenta los impuestos a las ganancias de los bancos (del 13 al 23%) para destinarlos a gasto social. El otorgamiento del asilo a Julian Assange en la embajada de Ecuador en Londres, aguantando el pulso a EEUU, es otra jugada maestra en términos geopolíticos. Para las presidenciales de febrero, la mayoría de las encuestas le otorgan mayoría absoluta en la primera vuelta. Una de las incógnitas será el apoyo que obtendrá la coalición izquierdista liderada por Alberto Acosta.

BLOQUE «PROGRESISTA»: El proyecto de neo-desarrollismo y «Brasil-potencia» que impulsa el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff continúa firme, estimulado en gran medida por las obras faraónicas en torno al Mundial 2014 y las Olimpiadas 2016. La fortaleza política del PT sigue siendo indiscutible, ya que en las municipales de 2012 el partido aumentó su representación un 14% y en unas hipotéticas presidenciales, Dilma y Lula serían los dos candidatos más votados.

El «kichnerismo» por su parte, sigue ocupando la centralidad de la vida política de Argentina, con golpes de efecto de indudable sustrato popular como la re-nacionalización de YPF, la nueva ley de medios de comunicación antimonopolio y el juicio a más de 400 represores, solo durante 2012. En el terreno económico, sin embargo, la alta inflación es y seguirá siendo su principal quebradero de cabeza.

Paraguay se destacó en 2012 por el golpe contra Fernando Lugo, orquestado por la oligarquía agro-ganadera y las multinacionales y materializado por la elite política corrupta, bajo un formato más sofisticado que el hondureño de 2009. En este contexto, la campaña para las presidenciales de abril de 2013 ya está en marcha, con una izquierda divida en 3 bloques y con grandes posibilidades para que el Partido Colorado (el «PRI paraguayo») regrese al Ejecutivo de Asunción.

En Uruguay, el gobierno del Frente Amplio continuó haciendo equilibrios entre las políticas sociales de compensación y la profundización de la inversión extranjera en el agro-negocio (soja, trigo...). En Perú, el Ejecutivo de Humala se ha destacado por su carácter represivo contra la resistencia popular frente a la expansión minera, con el conflicto de Cajamarca como exponente más visible.

EJE CONSERVADOR: El presidente Santos mantiene a Colombia en el núcleo del eje latinoamericano conservador pero paralelamente sigue sorprendiendo por su pragmatismo. Su apuesta por negociar con las FARC puede hacerle pasar a la historia, si es capaz de imponer la agenda de la burguesía exportadora frente a la de la elite que se lucra con el negocio de la guerra. Chile, por su parte, celebrará presidenciales en noviembre de 2013, con la posibilidad del regreso del «centro-izquierda», la Concertación (centro-derecha de facto). De todas formas, el alto porcentaje de abstención (60%) en las municipales, refleja la desafección creciente de importantes franjas de la población con el régimen postdictatorial.

CENTROAMÉRICA Y EL CARIBE:

La vuelta al Ejecutivo del PRI en México ha sido un acontecimiento de gran trascendencia, más por su carácter simbólico que por potenciales cambios, ya que en realidad continuará gobernando la derecha y se mantendrá la aplicación de la agenda neoliberal, en un contexto de descomposición social alarmante, consecuencia del proyecto dominante que combina narcotráfico, militarismo y exclusión social violenta.

En Nicaragua, la hegemonía sandinista se amplió con la victoria aplastante en las municipales (70% de sufragios), mientras que en El Salvador, el retroceso del FMLN en las legislativas puede agravar el conflicto interno entre la izquierda del Frente y Funes. En Honduras, el modelo de desapariciones y asesinatos selectivos vigente, allana el camino para la victoria electoral oligárquica en 2013. Cuba, por su parte, mantendrá el proceso de desestatización de la economía. La nueva Ley de cooperativismo puede ser una de las novedades más destacadas en el difícil tránsito a un nuevo modelo.

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