El Ibex asaltó ayer el nivel de los 8.600 puntos en una sesión dulce. Y es que se ha abierto la veda para la emisión de deuda por parte de las empresas y bancos en un momento de sosiego en los mercados. Además, la acogida está siendo excepcional, con fuerte demanda de títulos de largo plazo e intereses más bajos que en meses anteriores. BBVA, Telefónica, Popular, Caixabank y otras que vendrán tratan de reestructurar sus deudas sin esperar a una mayor mejoría del escenario. Asimismo, al otro lado del Atlántico se dio el pistoletazo de salida a la temporada de resultados empresariales con Alcoa. El gigante del aluminio superó las previsiones de los analistas. En 2012 regresó a los beneficios y dice estar en disposición de mantener la línea positiva. El Ibex aprovechó bien la ola de agitación producida por la lluvia de exitosas emisiones de deuda y terminó en los 8.606,40 puntos, tras anotarse un 1,81%. En el resto de Europa hubo menos euforia: Fráncfort subió un 0,32%, París, un 0,31%, y Londres, un 0,74%. Dentro del Ibex, brilló con luz propia Caixabank, que saltó un 11,75% en pleno proceso de colocación de 1.000 millones de euros en bonos senior a tres años. Muy cerca se quedó Popular (+8,37%), después de cerrar también con éxito su emisión. Red Eléctrica (+5,49%) y Telefónica (+3,93%) le seguían en la lista de subidas. Entre los perdedores, despuntó Abengoa (-4,11%). En París, Crédit Agricole (+4,63%), France Télécom (+4,29%) y EADS (+3,88%) lideraron los avances. Por su parte, Carrefour (-2,74%) y ArcelorMittal (-2,13%) registraron las mayores pérdidas.