Bomberos y guardas forestales de Gipuzkoa acabaron en 2012 con un total de 782 nidos de avispa asiática (vespa velutina nigritorax), especie invasora que se alimenta de abejas melíferas y otros insectos, aunque también se alimenta de fruta madura, y que está diezmando colmenas en amplias zonas de Hego Euskal Herria.

El experto de la Diputación de Gipuzkoa, Luis Korkostegi, explicó ayer en declaraciones a Efe, que a pesar de lo elevado de la cifra de nidos destruidos, el número de actuaciones relacionadas con esta especie el año pasado fue aún mayor, ya que los bomberos forales recibieron 701 avisos para retirar posibles nidos, aunque tras la correspondiente evaluación fueron destruidos 490.

Los bomberos de Donostia, por su parte, fueron alertados en 206 ocasiones por casos similares. Se deshicieron de 183 de estas estructuras de celulosa con forma de balón, que en algunos casos superan el metro de diámetro. El resto de los nidos destruidos (109) lo fueron en intervenciones de los guardas forestales, que emplearon escopetas para deshacer los enjambres.

A nivel estatal y europeo

Pero no todos los nidos pudieron ser retirados, en ocasiones por lo inaccesible de sus emplazamientos o porque correspondían a especies autóctonas como los avispones.

El experto recuerda que, después de que la avispa fuera detectada a finales de 2010, en Gipuzkoa se hizo un estudio sobre la expansión del insecto mediante la colocación de trampas, cuyos resultados les «sobrepasaron». Por este motivo, en 2012 se elaboró un protocolo de actuación para repartir las responsabilidades de actuación y los «agentes» que deben intervenir en la «lucha» contra este invasor. Se realizaron dos reuniones con los ayuntamientos guipuzcoanos y se impartieron cursos de formación, por los que pasaron 379 personas, entre técnicos municipales, bomberos y guardas forestales.

Se elaboraron, asimismo, mapas de distribución de los nidos detectados, lo que ahora ha permitido tomar consciencia de la magnitud del problema que afecta ya a gran parte de Gipuzkoa y que, en opinión de Korkostegi, va a extenderse «en poquísimo tiempo» a toda la cornisa cantábrica.

Toda la información recopilada -por la que ya se han interesado técnicos de Bizkaia, Araba, Nafarroa y La Rioja-, no resultará suficiente, a su juicio, para controlar la invasión de la vespa velutina a la que, según Korkostegi, debe dársele una «solución global a nivel estatal y europeo», porque las zonas que aún no tienen este problema «lo van a tener» pronto.