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Campeonato de Parejas

Una victoria industrial

Xala y Barriola vuelven a la cabeza de la tabla tras imponerse por la mínima en un agónico partido.

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OLAIZOLA II-ZABALA 21

XALA-BARRIOLA 22

Jon ORMAZABAL

El Astelena eibartarra pasa, hoy por hoy, por ser el mejor ejemplo de lo que un día se conoció como «frontón industrial» y el mítico recinto de la calle Isasi se reconcilió, en cierto modo, ayer con su pasado en el agónico triunfo que vuelve a colocar a Xala y Barriola en la parte alta de la tabla. Hacía mucho, demasiado tiempo, que el Astelena, casi lleno, no se ponía en pie para despedir a los protagonistas de un partido y ayer lo volvió a hacer. Y lo que es incluso más importante, al menos desde que comenzó esta edición del Parejas, la catedral está recuperando parte del ambiente de su pasado más glorioso.

Y eso que, para nada el de ayer fue un partido que destacó por su extrema brillantez. Si los métodos de producción no estuvieran tan alejados de los del pasado y no estuviéramos en Eibar, se podría haber hablado de un partido «de los de pico y pala», por lo que quizá sea más correcto hablar de un partido industrial, en el que la constancia, el tesón, el esfuerzo y la capacidad de superación de momentos de crisis, no exentos de detalles brillantes, estuvieron por encima de la pura estética y el virtuosismo.

Final épico

La intensidad del 21-21, un tanto de más de cinco minutos y 101 pelotazos, que terminó en una volea de Xala fuera tras vaciarse los cuatro en defensa fue, quizá, un buen resumen de lo que cautivó al público eibarrés. Con una pelota bastante botona y poco exigente, los zagueros coparon el protagonismo, ya que quitar la pelota a los delanteros era relativamente sencillo y la tensión del marcador y el vaciado de los pelotaris hizo el resto.

Pero para llegar a ese punto, el partido pasó prácticamente por todos los estados posibles y algunos problemas de estabilidad por la humedad. Xala comenzó brillante y los azules se adelantaron 2-6, aprovechando también que Ibai Zabala arrancó algo agarrotado.

Sin embargo, con esa visión privilegiada que tiene, Aimar Olaizola entendió antes que nadie que el de ayer era un partido de «trabajo» y enseguida se puso el mono, traspasando las dudas sobre la derecha de Barriola.

El material tuvo mucho que decir, ya que la pelota de los azules se le atragantaba a Ibai Zabala, permitiendo entrar en juego a Xala, el mejor de los cuatro ayer en el Astelena. Tras constantes idas y venidas en el marcador, el triunfo se decidió en un cara o cruz y a Ibai Zabala se le cayó una pelota bajo el colchón en el peor momento.

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