No se trata del duelo de cuartos de final de la Copa, sino de la Liga regular de la Liga ACB Endesa, pero Uxúe Bilbao Basket lo quisiera convertir en algo parecido a una final. La debacle ante el VEF Riga precisa una satisfacción, y el Gran Canaria se presenta como un rival apropiado para ello. Los pupilos de Pedro Martínez vienen de caer de 36 tantos -90-54- ante el Real Madrid, en una demostración más de que los «pío, pío» bajan muchos enteros lejos de «La Roca».

Cierto es, por otro lado, que el Gran Canaria es uno de sus rivales más incómodos de siempre para los bilbainos. No solo que estos jamás hayan ganado en el Centro Insular de Deportes, sino que de los ocho enfrentamientos en tierras vizcainas -La Casilla, Bizkaia Arena y Bilbao Arena-, los grancanarios se han impuesto en cuatro. Un rival incómodo y un mal momento: muy mala ecuación para los hombres de negro.

Es por ello que el técnico bilbaino, Fotis Katsikaris, exigía durante la semana a sus jugadores un «cambio radical» de actitud sobre la cancha, sobre todo en la faceta defensiva, para «empezar de cero» y tratar de frenar la tendencia que ha llevado a Bilbao Basket a perder cuatro de sus último cinco partidos.

Y es que los recursos en ataque siguen mostrando un buen nivel, sobre todo cuando Raül López asume la batuta del juego. Sin embargo, en la retaguardia, sobre todo «la defensa uno contra uno», como especificaba el propio Katsikaris, está siendo otro cantar. Los exteriores sienten las piernas muy pesadas y los interiores, tal vez con la salvedad de los buenos minutos de Mamadou Samb ante el CB Canarias, empiezan a llegar tarde a las ayudas. Muchas dudas que toca empezar a despejar.