El Ejército francés tomó posiciones ayer en Kidal, la tercera ciudad de Azawad que tomaron los yihadistas pero que hoy está en manos de los independentistas tuaregs, e instó al Gobierno de Bamako a dialogar con la población del norte y con los grupos que rechazen el «terrorismo» para buscar una salida política al conflicto.

El portavoz del Estado Mayor francés, coronel Thierry Burkhard, confirmó el aterrizaje en la madrugada de ayer de al menos un avión militar en el aeropuerto de la ciudad, situada a 1.500 kilómetros de Bamako.

Kidal quedó en manos de Ansar al-Dine, un grupo islamista tuareg liderado por Iyad ag Ghaly. Tras su huida el grupo se escindió en dos y el disidente Movimiento Islámico de Azawad (MIA) se ha alineado con los independentistas tuaregs del MNLA y se han mostrado en contra del «terrorismo» y a favor de una solución pacífica a la cuestión tuareg.

París habla con los tuareg

Un miembro de la Administración local de Kidal confirmó que oficiales franceses «se han reunido con miembros del MNLA y con el secretario general del MIA, Algabass Ag Intalla». Y es que si hasta ahora los franceses han llegado acompañados por soldados malienses en todas las ciudades y localidades conquistada, se han cuidado muy mucho de no aparecer con esa compañía no deseada por los tuaregs en Kidal.

El Gobierno francés apeló ayer a Bamako a «iniciar sin demora un diálogo con los representantes legítimos de las poblaciones del norte y los grupos armados no terroristas que reconozcan -importante matiz- la integridad territorial de Mali».

Un portavoz del Ministerio de Exteriores saludó la adopción el martes por el Parlamento de Mali de una «hoja de ruta» para la postguerra. París prefirió destacar que el documento prevé un diálogo con algunos grupos armados en el cuadro de una «reconciliación nacional».

El MNLA, que propugna en su ideario la independencia de Azawad, se mostró la víspera abierto a un compromiso para aceptar la conversión de Mali en un Estado federal que reconozca los derechos de los tuaregs.

El MIA aseguró asimismo que su objetivo actual no es la independencia de Azawad.

Seguro que no son ajenas al llamamiento a negociar de París a Bamako las prisas del Gobierno de Hollande por ceder el testigo de la seguridad a Mali y a las tropas africanas.

No hay que olvidar que los servicios de seguridad insisten en que los principales responsables de los grupos islamistas, incluido Ag Ghaly y Abu Zeid, uno de los emires de Al Qaeda en el Magreb Islámico, habrían encontrado refugio en el macizo de los Ifhogas, bastión del independentismo tuareg situado al norte de Kidal y cerca de la frontera con Argelia.

París es consciente de que la seguridad en la zona pasa por implicar a los tuaregs laicos.