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El biopic «Hitchcock» se centra en su relación matrimonial con Alma Reville

«Hitchcock» se ha quedado con una sola e insignificante nominación para los Óscar al Mejor Maquillaje y Peluquería. Es ese tipo de premio reservado a aquellas películas que sólo alcanzan el favor de la industria por algún aspecto técnico concreto. Sin embargo, hasta en tal apartado resulta discutible, porque para disfrutar de la actuación de Anthony Hopkins es mejor cerrar los ojos, ya que no se reconoce al mago del suspense bajo las exageradas capas de latex.

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Mikel INSAUSTI | DONOSTIA

Los que descubrieron a Sacha Gervasi con el documental «Anvil», que se vayan olvidando de una obra que contiene tanta verdad, porque «Hitchcock» es justo todo lo contrario, en cuanto canto al artificio de Hollywood. No voy a decir que todo sea falso, pues los datos cinéfilos que contiene ahí están, pero su revisionismo pertenece a la era del periodismo carroñero que nos ha tocado vivir, y que el viejo «Hitch» tuvo la suerte de no conocer tal como es hoy.

Lo que no se puede hacer, ni dentro del periodismo ni de la creación cinematográfica, es inventarse una vida privada a partir de una determinada imagen pública. De las declaraciones de Alfred Hitchcock y, sobre todo, de la rumorología que manejan libros supuestamente biográficos como el de Stephen Rebello, se saca una caricatura de lo que pudo ser el personaje en la intimidad.

Comprendo que la televisión, que es un medio distinto del cine, apueste por exponer el lado morboso del señor Alfred, tal como hizo en «The Girl», que hurgaba en su relación con la actriz Tippi Hedren durante los rodajes de «Los pájaros» y «Marnie la ladrona». Pero utilizar el mismo soporte de una obra maestra como «Psicosis» para contarnos la trastienda de aquel rodaje, pues como que no.

A estas alturas Sacha Gervasi no descubre nada nuevo del teórico making of de «Psicosis», resumiendo la información que ya forma parte de los tópicos hitchcocknianos. Por ello, se atreve a penetrar en la mente del genio, describiendo hasta sus pesadillas, fruto de una serie de complejos psicológicos. Va tan lejos en ese sentido, que incluye apariciones del asesino en serie Ed Gein, frigura que inspiró el libro de Robert Bloch en que se basó la película.

Pero donde se adentra con más descaro es en la vida matrimonial del mago del suspense, tanto que parece como si toda la recreación histórica fuera una excusa para descubrir a la protagonista tapada, que no es otra que su mujer Alma Reville. Establece un paralelismo entre los celos que muestra en la ficción Norman Bates con los que padece en la vida real el propio cineasta, a causa de la amistad entre su esposa y el escritor Whitfield Cook.

Cada cual puede exponer las teorías que le vengan en gana, y me parece perfectamente lícito lanzar la hipotesis de que Alma Reville fuera el verdadero genio en la sombra, y es muy posible que el cine de Hitchcock no habría sido lo mismo sin su estrecha colaboración. Ahora bien, en la poco más de hora y media que dura la película no se dan pruebas ni un desarrollo convincente de dicha formulación. Entre otras cosas, porque Gervasi no dispone de espacio para ello, teniendo que ocuparse de un sinfín de situaciones y personajes igualmente biográficos, dentro del aspecto coral de la producción.

Como siempre pasa en estos casos, hay actores y actrices que consiguen un cierto parecido con los famosos y famosas que les toca interpretar, pero no todos. En lo relativo a Alma Reville no importa la coincidencia física, por cuanto la caracterización de Helen Mirren busca expresar la personalidad interna de aquella mujer desplazada por el éxito de su marido. En cambio, Anthony Hopkins trata en vano de personificar la versión televisiva del cineasta en el programa «Alfred Hitchcock presenta». Para reconocer al hombre que se oculta tras los kilos de maquillaje y la abultada papada de latex es mejor cerrar los ojos, ya que en la versión original se ha esfrozado en trabajar la voz del viejo «Hitch», sin dejar de ser Anthony Hopkins.

CARACTERIZACIÓN

Anthony Hopkins trata en vano de personificar la versión televisiva del cineasta en el programa «Alfred Hitchcock presenta».

Estreno

Dirección: Sacha Gervasi.

Guión: John J. McLaughlin, sobre un libro de Stephen Rebello. Intérpretes: Anthony Hopkins, Helen Mirren, Scarlett Johansson. Fotografía: Jeff Cronenweth. Música: Danny Elfman. País: EEUU. 2012.

Duración: 98 minutos.

Sacha Gervasi aterriza en Hollywood

Sacha Gervasi ha llegado a Hollywood para quedarse. Ya en el 2004 hizo su primer contacto cuando escribió para Steven Spielberg el guión de «La terminal». Luego, fue el éxito internacional de su documental «Anvil» el que le facilitó los contratos con los estudios. Tras debutar en la ficción con «Hitchcock», el inglés prepara otra película cinéfila, que se titulará «My Dinner with Hervé», basada en una entrevista que realizó al actor enano Hervé Villechaize en su etapa de periodista. También figura como candidato para realizar el remake anglosajón de la película noruega «Hodejegerne», que dió a conocer la novela de Jo Nesbo «Headhunters». Mikel INSAUSTI

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