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Derrota del Caja Laboral Baskonia en el Top 16

Zoran Planinic importa el «Carácter Baskonia» y lo vuelve del Khimki

El base croata fue el guía espiritual y el líder de una escuadra moscovita que primero supo aguantar los envites de los gasteiztarras y dominó el marcador y el ritmo del partido a partir del descanso. Paul Davis, con sus puntos y rebotes, fue el otro gran referente.

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BASKONIA 71

KHIMKI 83

Arnaitz GORRITI

Cuando el rival es mejor, toca aplaudir. Aplaudamos, pues, porque ayer el Khimki fue mejor. Sobre todo de la mano del exbaskonista Zoran Planinic. El base croata puso sobre el parqué lo que Kurtinaitis planteó sobre la pizarra, pero no solo eso, demostró además que el conjunto ruso se puede comparar en carácter con cualquiera. Eso, o que el de Mostar importó el «Carácter Baskonia» a tierras rusas y la vistió de amarillo.

El Khimki resultó un equipo extraño... extraño, o demasiado familiar. El Baskonia se encontró jugando casi contra sí mismo, ya que los de Kurtinaitis concebían el juego a partir del control del rebote, la fuerte defensa y la inspiración de su base titular. Incluso la forma de encarar el encuentro, reaccionando cuando parecía que los gasteiztarras podían romperlo, se volvía incómodamente familiar.

Tabak sorprendió planteando el duelo como una partida de ajedrez. Puso a Causeur como escolta titular y el zurdo le respondió jugando a buen nivel. Mientras, San Emeterio se encargaba de la defensa de un Planinic que no solo demostró que tiene tamaño, sino que posee una explosividad y una inventiva superior a la del cántabro, que ayer tuvo un día oscuro. En ataque, los de Tabak se apuntaban el primer tanto al cargar de faltas a Loncar, algo que Lampe aprovecharía posteriormente gracias a sus muchos recursos.

Sin embargo, los rebotes ofensivos, los triples de Rivers y una canasta lejana de Koponen sobre la bocina harían que los rusos acabaran por delante el primer cuarto, 18-19, tras haber ido a remolque en todo momento. Otro tanto ocurriría en la segunda mitad. Los triples de Neman- ja Bjelica y las canastas de Causeur abrieron la renta baskonista a una máxima de 9 tantos: 45-36. Pero los de Kurtinaitis reaccionarían por medio de Paul Davis, muy importante en esos minutos finales del primer tiempo. Supo buscarle las cosquillas a Pleiss a través de las continuaciones, logrando un parcial de 0-7, para llegar al descanso 45-43. Carácter Khimki.

Los reyes de la colina

El 0-7 del final del segundo cuarto siguió adelante hasta volverse 2-16, de modo que Tabak pedía un tiempo muerto para, ante todo, solicitar «energía» a los suyos, que caían por 47-52, después del enésimo triple de Rivers y dos mates seguidos de Nielsen en la cara de Lampe.

La ventaja rusa nunca fue, hasta el final, una montaña insalvable. Bastó, empero, que fuese una colina empinada. Planinic anulaba a San Emeterio, mientras que Heurtel y Cook se anulaban solos, perdiendo un buen puñado de balones en el camino. Con 56-62, el duelo entraba en el último cuarto con las alarmas encendidas.

Las alarmas estaban encendidas, pero no había manera de conjurar el peligro. El Khimki invitó descaradamente a Causeur y a Nemanja Bjelica a que se la jugaran a triples, y estos, aunque le echaron voluntad, no atinaron desde lejos. Mientras, Planinic sentenciaba el partido con un par de canastas finales. El Top 16 se pone divertido.

«El Khimki nos ha pasado por encima»

No podía estar contento Zan Tabak. «En defensa, tal vez nos quedemos con el primer cuarto, pero a partir de ahí no, y tampoco con el ataque. Este equipo necesita unos contragolpes y unas canastas fáciles tras rebote de ataque para funcionar bien, y no ha sido así. De hecho, el Khimki nos ha pasado por encima físicamente», declaró el técnico baskonista, que reconocía que «tras el partido de Barcelona el equipo ha sufrido un bajón, y debemos analizar el porqué».

El preparador croata denunció que «no nos ha salido nada. Intentamos seguir nuestro plan del partido, pero como las cosas no han salido, hemos intentado improvisar, y claro, han sido cosas que no estaban trabajadas durante los entrenamientos».

«Hay que seguir trabajando. No jugamos bien en su día por un toque de arriba, sino por el trabajo y nuestro estado de ánimo», culminó.

Zoran Planinic era la cara de la moneda. «Estamos muy contentos. Jugamos una buena defensa, muy concentrados. En el vestuario hablamos de pasarnos mejor el balón y lo logramos», afirmó. A. G.

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