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Victoria del Caja Laboral Baskonia sobre Valencia Basket

Unos pocos errores menos y unos pocos aciertos más

Jelinek disfrutó de más minutos de los esperados en su debut después de que San Emeterio no jugase la segunda mitad por culpa de un golpe en la rodilla.

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CAJA LABORAL BASKONIA 79

VALENCIA BASKET 75

Arnaitz GORRITI

No fue, ni de lejos, el mejor partido del Caja Laboral Baskonia. Tampoco disipó las dudas que levantara en el duelo ante el Khimki. En cualquier caso, los pupilos de Zan Tabak sumaban una victoria más, la duodécima consecutiva en la Liga ACB Endesa, después de superar a un muy correoso Valencia Basket que puso las cosas muy difíciles hasta el último suspiro.

Demasiados errores por ambos bandos. Un total de 16 pérdidas para el conjunto local, alguna de ellas como una violación de cinco segundos pitada a Causeur por no poder sacar de banda; 20 balones perdidos para Valencia Basket, 6 de ellos para el exbaskonista Pau Ribas -paradójicamente, el mejor base del partido-, un par de ellas tras pitarle unos dobles merecedores de una buena bronca... en minibasket. Y como ese, hubo errores otros mil, en el contexto de un partido transitorio y que no quedará en los anales de la historia, decidido en favor de los de Tabak porque cometieron unos pocos errores menos, y sumaron unos pocos aciertos más, sobre todo en el caso de un Nocioni que se erigió en jefe tras la lesión de San Emeterio, un Causeur que empieza a tomarle gusto a esto de ser el escolta titular, y los buenos minutos de Lampe y Pleiss.

Y además debutaba David Jelinek que, aún un poco perdido, pudo jugar 14 minutos para sumar una canasta, la última de la primera mitad, al culminar con una bandeja una contra lanzada por Heurtel, además de dos tapones, y ofrecer descaro, aunque sin acierto en el triple. «No era fácil porque llevaba fuera mucho tiempo. Pero he podido meterme más o menos en el equipo. Como soy nuevo, me limitaba a seguir lo que me pedía el entrenador en los sistemas, encontrar a mis compañeros, y tirar cuando estaba solo. No ha sido fácil, pero hemos ganado y me he encontrado bien», declararía el escolta de Brno. ¿Alguien da más?

Complicaciones

La lesión de San Emeterio fue la peor noticia del día. Un pinchazo detrás de su rodilla izquierda obligaba al alero de Santander a retirarse a los vestuarios y a tener que ver la segunda mitad del partido con el chándal puesto. El conjunto baskonista decidía dejar para hoy las pruebas pertinentes, y así decidir con más calma si el jugador cántabro estará o no disponible para poder disputar la Copa.

Esa fue la principal complicación de la jornada, pero no la única. Por ejemplo, los bases no dieron una. Pero es que ni una... salvo los pocos minutos que jugó Carlos Cabezas, que jugó, anotó un triple -sumando tres puntos más que la suma entre Heurtel y Cook-, se sentó, y no volvió. Y eso que tanto Heurtel como sobre todo Omar Cook se convirtieron en los principales valedores del base malagueño. Si el francés padecía de cierto atolondramiento, al menos robó cuatro balones y supo conectar con Pleiss -muy bueno su segundo cuarto- o Nocioni. El montenegrino de Brooklyn, por contra, tuvo un día aciago a más no poder. Superado por Rodrigo San Miguel -tampoco es que hiciera mucho- y eclipsado por Pau Ribas -a pesar de sus pérdidas y de que no es base puro, ejerció como tal mejor que ningún otro-, no consiguió dirigir a su equipo con acierto. Perdió menos balones que Heurtel -2 por 4-, pero ralentizó el ritmo de los gasteiztarras hasta volverlo espeso y además erró los tres tiros que intentó.

Así las cosas, le costó al Baskonia imponerse sobre un Valencia Basket más voluntarioso que otra cosa, que hizo daño a partir de la entrada de Ribas y Lishchuk, amén de cargar el rebote ofensivo con mucha fuerza. El partido no se pudo romper en ningún momento y entraba en los 10 últimos minutos con un 57-52 en el luminoso.

Parcial clave de 11-0

El arranque del último cuarto empezó con un parcial de 0-9 para los de Perasovic, situando al Valencia Basket por delante 57-61 -con un afortunadísimo triple a tablero de Rafa Martínez como colofón-. Zan Tabak pedía un tiempo muerto de urgencia.

Un incomodado Buesa Arena no sabía a qué atenerse, pero por fortuna sus muchachos respondieron a la perfección con un parcial de 11-0 para adelantarse 68-61. En ese parcial, una dudosa falta antideportiva sobre Nocioni -por una vez el de Santa Fe recibió el guiño del trío arbitral- y un triple de Lampe supusieron los principales golpes para los valencianos.

El encuentro estaba enfilado y el Baskonia no lo iba a dejar escapar. Sin embargo, Doellman, Dubljevic, un poco de Rafa Martínez -hasta que cayó eliminado por las faltas- y el dúo Ribas/Lishchuk iban a pelear hasta el final. De hecho, Kelati desperdició con un mal tiro un robo taronja. Al final, sumando un poco por aquí y soportando mejor la carga de sus errores, los baskonistas sumaban un nuevo triunfo, aunque las dudas siguen sin despejarse.

Tabak: «Comenzamos a coger de nuevo la línea»

Reconociendo los «muchos fallos» cometidos en los «aspectos técnicos y tácticos», Zan Tabak se mostró menos crítico de lo esperado. «Creo que el equipo está cogiendo de nuevo su línea de equipo trabajador», destacó el croata, aspecto al que le dio mayor importancia «para llegar mentalmente bien» a la Copa.

«Para llegar bien mentalmente a la Copa, era muy importante no tanto ganar, pero sí cerca de la manera en la que hemos jugado hasta ahora. Creo y espero que el equipo ha empezado a coger su línea de equipo trabajador. Pero es cierto que hemos cometido muchos fallos. Tenemos el partido como para cerrarlo, pero dejamos que el otro equipo vuelva, especialmente por las malas decisiones en ataque», afirmaría Tabak. «Fue la defensa y los robos lo que nos mantuvo en el partido», añadiría el preparador baskonista.

Cuestionado sobre Cabezas, sin duda el mejor de los bases baskonistas en la jornada de ayer, Tabak aclaró que «yo confío en el rol que le he dado a los bases: Thomas -Heurtel- de base titular y Omar Cook de sustituto. Pero eso no significa que Carlos -Cabezas- esté fuera. Es parte del equipo y por momentos puede cumplir y jugar. Y jugar bien. Tenemos tres bases». Sobre Jelinek, reconoció que «me sorprende en positivo su esfuerzo defensivo y su capacidad de perspectiva en defensa».

De cara a la Copa, Tabak reconocía que «no llegamos en nuestro mejor momento. Es cierto que hace tres o cuatro semanas estábamos mejor, pero lo daremos todo para poder hacer la mejor Copa posible. Un bajón es algo normal, pero no alarmante, ya que se puede resolver con mucho trabajo, tanto de baloncesto como mental».

Por su parte, Velimir Perasovic incidía en que «las pérdidas no forzadas nos han conducido a ir por detrás. Trabajamos, pero no supimos mantener la calma cuando nos pusimos cuatro puntos arriba». A. G.

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