IZARRA 0

EIBAR 0

Le queda un largo camino por delante, pero el Izarra se aferra a la vida, que no es poco. Tras poner fin a una racha terrible hace una semana ganando en Noja, el equipo blanquiazul sumó un punto de prestigio, un empate en uno de los partidos, a priori, más complicados que debe disputar en esta segunda vuelta.

La otra cara de la moneda fue para un Eibar que, pese a la goleada de la jornada anterior, parece algo menos cómodo desde el parón navideño. Sea casualidad, los excesos coperos o el inevitable momento de bajón dentro de la planificación de la temporada, lo cierto es que al cuadro azulgrana le cuesta ganar más que antes y eso ha provocado que el Alavés, al que visitará en dos semanas, haya abierto una brecha de seis puntos.

El equipo de Gaizka Garitano dominó el balón de principio a fin en Merkatondoa, anque realizó un fútbol plano y previsible, consecuencia en buena medida del trabajo defensivo del Izarra, que pasó menos apuros de los esperados. La primera ocasión armera, de hecho, no llegó hasta la media hora, pero el disparo de Abaroa, el más activo entre los suyos, se perdió por encima del travesaño. El vizcaino fue de nuevo protagonista, ya al filo del descanso. En esta ocasión sí mandó el balón al fondo de la red, pero la jugada estaba anulada por fuera de juego.

En la reanudación, el partido se perdió en una lucha en el centro del campo, en la que los eibarreses no eran capaces de encontrar el camino hacia la portería rival y los locales no acabanan de tener claro si querían hacerlo. Las imprecisiones en el pase y el control fueron la tónica dominante, de ahí que las ocasiones se redujeron prácticamente a una. La protagonizó Jito a diez minutos del final, pero De Miguel evitó el gol con una buena intervención. Casi de inmediato, Guembe veía la roja y el Izarra se encerró definitivamente en su campo, ahogando al Eibar por completo y asegurando el 0-0.